No se aceptan yanaconas, zorras mitómanas de por vida, platilleras, mimas y mudas en las gradas, exitistas y… se seguirán agregando a la lista.
Historias de Los de Abajo, puras fichas.
prudente,16.11.2007
el que sabe sabe
y? no se pueden hacer los ensayos en público?
prudente,16.11.2007
CAPITULO 1
NACIENDO EN EL PURGATORIO
...Quién hubiera pensado que aquel grupito de 15 jóvenes que se ubicaban bajo la barra oficial de la U de ese entonces (Imperio Azul), los cuales saltaban descamisados y agitando sus poleras en aquellos partidos de la temporada del '88, previos al descenso, llegarían a ser diez años después una masa ardiente compuesta por miles de jóvenes, adolescentes y también adultos, los cuales están unidos entorno a un solo nombre, Universidad De Chile, y que hoy va mucho más allá de una cancha de fútbol... Los De Abajo.
Las tardes en que se comenzó a gestar la barra fueron generalmente amargas. El equipo sufría derrota tras derrota y la hinchada que acudía al Santa Laura veía como el equipo se hundía en un pozo del cual no se veía salida. Los jóvenes que participaban en la barra oficial comenzaban a juntarse y se ubicaron debajo de ésta, pegados a la reja cantando y alentando al equipo sin parar con un par de lienzos con el texto "DEVOTOS DEL BULLA" y "CON LA U SIEMPRE", que rompían el esquema tradicional incorporando frases alusivas a la identificación y el sentimiento del los hinchas hacia el equipo. La amistad surgida entre estos jóvenes los hizo aunar criterios respecto de lo que querían hacer en la barra.
Sus ideas modernizadoras chocaban en parte con la barrera generacional que componían los demás integrantes de la hinchada. Las reuniones de los días martes en el tercer piso de la sede del club (lugar de encuentro de la barra oficial) comenzaban a tener un carácter mayormente confrontacional.
Se pedía eliminar la caja y dejar que el bombo sonara solo y a un compás, a la usanza argentina, agilizar los cantos y darle un carácter más activo y agresivo en cuanto a la actitud que la hinchada debería tener. Mociones como ésta crearon los lógicos anticuerpos entre ambos sectores y como los encargados de llevar la barra eran los adultos y los adultos jóvenes, no simpatizaban en demasía con este tipo de cambio. Se hizo tradición cada vez que ocurría algún incidente en la galería o fuera de ésta se culpara a los que se ponían abajo, se creo un estigma de desorden en torno al grupo y éstos mostraban una postura cada vez más distante hacia la organización que presidía Eduardo Martínez. Por otro lado se tienen posturas disidentes en cuanto a la administración del presidente del club de aquel entonces, Waldo Greene, factor que chocaba con la cohesión que existía entre éste y la dirigencia de la barra oficial.
Para colmo de males el equipo llegaba al fondo del hoyo y escribía quizás la página más triste de la historia del club... el descenso a segunda división. En ese día mientras se derramaban lágrimas al ver al León herido en aquel empate2 a 2 con Cobresal en el Estadio Nacional y que nos mandaba directamente a un calvario que probaría la fidelidad de todos, nacía el sentir de cambiar muchas cosas en la hinchada y el club. En este ambiente decadente e inquietante, la diferencia entre Los De Abajo y la barra oficial aún juntos se acentuaron.
El roce final y que determinó la separación definitiva se produjo en la apertura del '89 (previo a la competencia oficial de ascenso) en un partido con Audax Italiano. Antes de éste se jugó el clásico con Colo-Colo, donde Los De Abajo obtuvieron como trofeo de guerra una gran bandera que pertenecía a la Garra Blanca. este tipo de "reivindicaciones" no tenía cabida en los cánones de hinchada de la barra oficial, por lo que se solicitó la devolución de la mencionada bandera a sus legítimos dueños. Ante esta petición obviamente sería la respuesta negativa y -en vista que las relaciones no se podían estirar más- se resolvió trasladarse desde el sector sur-oriente hacia el sector sur-poniente del Nacional (lado izquierdo del sector que ocupa actualmente el centro de LDA).
Este sería el comienzo de la hinchada como grupo independiente. El nombre que debía llevar el grupo era no otro, sino que Los De Abajo, ya que esta era la denominación que los caracterizaba por ubicarse siempre en la parte baja de las galerías junto a la reja. Más tarde este nombre tomaría un sinnúmero de connotaciones para una generación entera de seguidores del León...
y? no se pueden hacer los ensayos en público?
o esto no es "ensayos y comentarios?
Y por último si te gusta bien y si no te lo aguantas.
Saludos
Los de Abajo
corta y al choque.
prudente,16.11.2007
SOMOS LOS HINCHAS MAS ANARQUISTAS
LOS MAS BORRACHOS LOS MAS ANTIFASCISTAS
CADA CANUTO QUE NOS FUMAMOS
ALUCINAMOS CON LA BARRA ´LOS DE ABAJO.
CAPITULO 2
LOS AGITADOS 90
Luego del inolvidable triunfo sobre Curicó Unido por 3 a 0, el cual nos permitió volver nuevamente a la Primera División, se vivieron días cruciales para lo que sería el futuro de la hinchada de Los De Abajo.
Una caravana azul con miles de hinchas a bordo de buses, trenes, autos y camiones llegó hasta el estadio La Granja de Curicó para dar la vuelta olímpica en una tarde que, todos quienes la vivimos, no la olvidaremos jamás.
Ya de vuelta en Primera División las expectativas que se hacían sobre el futuro futbolístico de la U en la división de honor eran grandes. Se hablaba de contrataciones de gran nivel para reforzar el plantel y es así como llegaron a lo largo de la temporada los argentinos Carlos Daniel Tapia, Pedro Masaccesi; los paraguayos Gabriel Díaz y Germán Vergara y el chileno Patricio Yañez entre otros. SIn embargo los resultados deportivos eran pobrísimos: la U peleaba en la parte baja de la tabla nuevamente por no descender y nuestra hinchada, ya muy crecida en número de integrantes, no lograba comprender cómo con ese plantel seguíamos sufriendo. Así como la masa crecía también aumentaba la falta de control; frecuentemente ocurrían desordenes a la salida de los estadios producto de las constantes derrotas que sufría el equipo. Además, se debía dejar en claro que se era una barra brava y no se escatimaban esfuerzos para lograrlo. Santiago se plagaba de graffitis con la sigla L.D.A. y con frases alusivas al sentimiento hacia la U; era común luego de cada encuentro "visitar" a la hinchada rival para arrebatarle sus lienzos, que servían como trofeos de guerra, que daban respeto y renombre a la barra dentro del medio. Ante la cantidad de sucesos en las canchas nacionales -hechos que eran relativamente nuevos y causaban gran conmoción en la opinión pública- tomaron los distintos organismos ocupados de la seguridad ciudadana cartas en el asunto. Se dió una orden amplia de investigar a quiénes componían la barra de Los De Abajo, cómo se organizaban y financiaban.
Por sus parte, los distintos periódicos, canales de televisión y revistas deportivas comienzan a interesarse por este fenómenos que se estaba haciendo muy apetecido por el público. Es así como el diario La Tercera reúne a los "cabecillas" de las barras de Los De Abajo e Imperio Azul con dos barras de Colo-Colo para terminar con las diferencias y en definitiva con la violencia. Se consideraba a Los De Abajo como la barra más violenta del país por su manera de actuar, por su irreverencia y capacidad organizativa, y era la que estaba creando los mayores problemas. Por su parte, los organismos gubernamentales y otros medios de prensa, luego de estudios que incluían "infiltraciones" en la barra, llegaban a las siguientes conclusiones:
1. Los barristas sólo iban al estadio a hacer desmanes y no se preocupaban de lo que pasara en el campo de juego, ya que saltaban y cantaban sin mirar al campo de juego y hacían "extraños bailes" (?) en donde empujaban y golpeaban sin darle atención a lo que sucedía en la cancha.
2. La barra estaba compuesta por miembros de movimientos punk thrash y ésta era una de las razones de las actitudes violentas que estos miembros tenían.
3. La barra estaba infiltrada por miembros del MJL (Movimiento Juvenil Lautaro, grupo de extrema izquierda) y las actuaciones no tenían otro tenor que el de maniobras políticas que buscaban mantener en actividad a los extremistas.
4. Existían integrantes de la barra que pertenecían a sectas satánicas, ya que lucían cabellos largos, poleras negras. Algunos de estos llevaban cruces invertidas y tenían tatuajes en el cuerpo.
Ante "tamañas" conclusiones la solución se hacía una sola: eliminar a la barra y disolverla. Uno de los caminos era dejarlos sin financiamiento, lo que no sabían los señores era que la barra de lo que más carecía era de auspicio económico. Con suerte se podía ingresar a la sede del club. El presidente del club de esa época, Rodrigo Norero, quiso ponerse a tono con las medidas y que mientras él fuese presidente, Los De Abajo no entrarían ninguno a la sede del club, no recibirían ningún tipo de ayuda y decidió expulsar a los miembros de la hinchada -que fuesen socios de la U- de los registros de la CORFUCH (Corporación de Fútbol Profesional Universidad de Chile). No quedaba otro remedio que reunirse a fuera de la sede, en casas, bajo la torre Entel o en la plaza Chacabuco. Sin duda decisiones muy desafortunadas del señor Norero, al cual desde hace mucho que no vemos hinchando en la por su "club de siempre"...
El año 1990 fue muy recordado por los incidentes del estadio de La Cisterna, en donde tras un horrendo arbitraje perdimos 3 a 2 contra Palestino. Ese año estuvimos a un partido de caer a la liguilla de promoción. Sólo nos salvamos en aquel triunfo por 4 a 2 contra Unión Española en el Estadio Nacional, con una gran actuación de Patricio Yañez, en uno de sus contados partidos jugados con la camiseta azul producto de sus seguidas lesiones, las cuales desaparecieron "milagrosamente" cuando se fué a Colo-Colo al año siguiente... La hinchada no te olvida, Pato.
De 1991 la Copa América realizada en Chile marcó un hito: ningún jugador de la U fue convocado a la selección que la disputó. Sin embargo, el real aliento para la selección provino desde el sector sur (faltó Puyol y el "Pepegol"; faltó la U!). Tras el desliz del metrotrén y una nueva mala campaña del equipo, el fantasma del descenso volvió a rondar con fuerza en el Nacional. Ahí estaba el León, esta en la liguilla de promoción luchando por no caer. Quería mantenerse en pie, enderezar pronto y en forma definitiva seguir el rumbo. El "claro que no vamo’ a bajar, claro que si vamo’ a aguantar..." sonó en como nunca. Eran voces, adultas y noveles, que no querían seguir sufriendo, que no podían seguir sufriendo, que querían ver a la U encumbrada en el lugar de los privilegiados, pero que podían seguir cantando toda una eternidad con la misma fuerza si el León no levantaba cabeza... con el mismo aguante... ese aguante que solo el azul de corazón sabe que existe...
prudente,16.11.2007
Up!!, es un foro demasiado importante, que no baje.
prudente,16.11.2007
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Atendiendo al gran interés que ha suscitado el tema, anunciamos la próxima publicación los capítulos 3, 4, 5 y 6 de la historia.
Estoy seguro que terminaremos brindando, camaradas.
Agradezco a los compañeros de The Kalifas Band sus buenos comentarios y, por supuesto, a los muchos amigos que, en privado, han solidarizado con nuestra causa.
Duro con los yanaconas
Duro con los Fachas
Duro contra la yuta
Ni un paso atrás, siempre al choke.
Aguante los compañeros en la cana, matar zorras no es delito, libertad ahora!!
prudente,19.11.2007
"Allí están, allí los ven, esa es la inchada de pinochet"
"recuerdó cuando pinocho te compró un estadio entero, con la plata que a mi pueblo le robo, ahora no te salva nadie, indio y la conchetumadre, la mitad más uno la tiene el león"
CAPITULO 3
GANANDO TERRITORIO
A comienzos de 1992 ya se podía respirar un aire distinto en el ambiente azul. La asunción de la nueva directiva prometía cambiarle el rumbo a la institución y engrandecerla como se merecía. En el plano futbolístico, la llegada de Arturo Salah significaba el inicio de una etapa distinta a lo que habían sido las últimas campañas. Ahora se quería pelear el campeonato y no solo mantenerse en primera. Es así como el inicio de la campaña fue a gran ritmo. Esto hizo que el entusiasmo cundiera entre los seguidores azules y el sector sur del Nacional se viera colmado cada vez que la U jugaba. Por su parte, la mala fama que acompañaba a la hinchada, producto de los desmanes que habían ocurrido entre 1990 y 1991, no hacían mella en el aumento progresivo del número de integrantes.
Ya desde tiempo atrás, pero con mayor fuerza en ese año, se masificó la división de la barra en sub-grupos, conocidos como “piños”. “Los Piños” se formaban por distintos motivos, como el que un grupo de barristas viviese en el mismo barrio o comuna; porque se juntaban siempre en el estadio y en la misma ubicación; porque peleaban juntos contra otras barras, etc. No había una regla determinada para formar un piño, pero la mayoría de los integrantes de la barra sentían que debían pertenecer a uno de ellos. Es así como se consolidan grupos emblemáticos dentro de la hinchada, los cuales iban a ser la fuerza de ésta y la situaran como la más numerosa y brava del país. Entre estos grupos, The Stealer's, The Alcoholist, The Criminal's, The Gunner's, The Tatuajes; eran algunos de los más radicales. Estaban (en esa época) integrados en su mayoría por adolescentes que se estaban integrando y otros provenían de los inicios de ésta. El rol que cumplían estos grupos se transformaba en vital para la barra, cada vez que se jugaba un clásico entre la U y Colo-Colo, sobre todo en el estadio, las calles aledañas eran tomadas por la barra de ese club, haciendo que los hinchas azules tuvieran que ingeniárselas para llegar al estadio con su camiseta azul. Muchos eran agredidos impunemente y poco podían hacer ante la superioridad numérica. Por esta razón había que cambiar la historia. Si la U jugaba un clásico en el Nacional, debía ser local dentro y fuera del estadio. No podía ser que para llegar a ver al León hubiera que hacerlo con la camiseta oculta. De ahí que la vitalidad y decisión de estos grupos fue la causa principal que daría vuelco a esta infame situación. Había que demostrar por qué éramos LOS DE ABAJO y por qué nos creíamos los más bravos. Fué un proceso lento, donde varias veces más de algún integrante cayó herido por el otro bando. En ocasiones se perdía y en otras se ganaba, pero llegó el momento en que eran más las victorias y que poco a poco se empezaba a ganar territorio. Ya los barristas de Colo-Colo(1) no podían llegar solos al Nacional. Debían llegar en grupos porque se sabía que había una fracción de LOS DE ABAJO que rondaba todas las calles del Nacional buscando garreros para expulsarlos del territorio azul. De esta forma y progresivamente cada clásico se fué ganando mayor presencia y los hinchas azules, las familias con sus niños, ya podían llegar con toda confianza a su estadio, pues iban a estar custodiados por cientos de barristas azules que garantizarían, de allí en adelante, que el Nacional era del León.
La anónima labor de muchos "cabros" que se la jugaron en esa época por levantar el nombre de la hinchada y hacerla la más respetado y admirada por todos tiene un gran valor. Muchos de ellos hoy no están con nosotros por distintas razones, pero vaya por todos los que saben estuvieron allí atinando, un reconocimiento de corazón. Siempre se les recuerda...
En lo deportivo fué 1992 muy próspero en cuanto a rendimiento. Clasificamos para la liguilla y estuvimos a tres minutos de ir a Copa Libertadores. Aún se recuerda esa caravana con más de 20 buses hacía Coquimbo para jugar con el local por la pre-liguilla. También el gran triunfo sobre Colo-Colo por dos a cero en el Nacional, con dos goles de Gino Cofré, el cual luego de esa actuación se convirtió en un verdadero ídolo de la hinchada. De 1993 uno de los hechos más significativos ocurrió durante la Copa Chile. Tras una disputa con Colo-Colo y debido a la inseguridad que presentaba el estadio de Pedreros, la directiva de la U llamó a no asistir al clásico a jugarse ahí. Sin embargo, la verdadera hinchada asistió. Fuímos visita y hasta tuvimos tiempo para jugar con la malla del arco. Más encima, ganamos 1 a 0 al local. ¿Qué más se podía pedir?.
Definitivamente memorable. Al culminar el año, nuevamente quedábamos fuera de la Libertadores, pero había una luz que indicaba que pronto lograríamos algo muy grande. En la galería y en la calle ya lo habíamos hecho. Sólo faltaba ser grandes en la cancha... y hacia allá íbamos.
***
1) Los roces eran con los barristas de Colo-Colo y no con sus hinchas, como mujeres y niños o simples aficionados de fútbol...
Texto fundante del subgénero de la narrativa "Novela de la Revolución Mexicana"
PERSONAJE PRINCIPAL Demetrio Macías : es el jefe de los guerrilleros que, como ya se mencionó anteriormente, se ve involucrado en el movimiento armado debido al conflicto que tuvo con un cacique y no a su ideología. A causa de lo anterior se puede clasificar como prófugo de la ley, debe escapar de la amenaza que le impone el cacique, y que mejor forma de hacerlo que atacar a los federales con el objetivo de dificultar ser perseguido. Es un individuo que sufre una transformación en su persona a través del desarrollo de la revolución, aunque tenga poca preparación el comienza a valorar la situación y el proceso en que participa después de luchar en Zacatecas, algo que por supuesto no hacía anteriormente. Representa a lo que Mariano Azuela ve como el líder guerrillero típico de la Revolución, un hombre obligado a participar por todo menos su ideología y sin un objetivo claro al hacerlo ... ...
Los de abajo, no respiran, no beben ni comen, no fornican ni cantan, no agravian ni perdonan, carecen de tiempo y espacio, en fin el hades su compañero y solo esperan una luz del universo.