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Inicio / Lista de Foros / General :: Ensayos y Comentarios / Anécdota: Aprender a pensar... - [F:4:1786]


nachooo,21.11.2004
eso, lo encontre espectacular, a ver si les gusta.

Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nóbel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota.

Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada. Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo.

Leí la pregunta del examen y decía: Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro. El estudiante había respondido: lleva el barómetro a la azotea del edificio y átale una cuerda muy larga. Descuélgalo hasta la base del edificio, marca y mide. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.

Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente. Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota más alta y así certificar su alto nivel en física; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel. Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física.

Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunté si deseaba marcharse, pero me contestó que tenía muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara. En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: toma el barómetro y lánzalo al suelo desde la azotea del edificio, calcula el tiempo de caída con un cronometro. Después se aplica la formula h = 0,5 x A x T2. Y así obtenemos la altura del edificio.

En este punto le pregunté a mi colega si el estudiante se podía retirar. Le dio la nota mas alta. Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta. Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo, tomas el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio. Perfecto, le dije, ¿y de otra manera? Sí, contestó, este es un procedimiento muy básico para medir un edificio, pero también sirve. En este método, tomas el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el numero de marcas hasta la azotea. Multiplicas al final la altura del barómetro por el numero de marcas que has hecho y ya tienes la altura. Este es un método muy directo. Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento más sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro está a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla formula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.

En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular la altura midiendo su periodo de presesión. En fin, concluyó, existen otras muchas maneras. Probablemente, la mejor sea tomar el barómetro y golpear con el la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo. En este momento de la conversación, le dije si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares). Evidentemente, dijo que la conocía, pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.

El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nobel de Física en 1922, más conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica.
 
TheWillow,21.11.2004
Yo tenía entendido que la nota de ese examen final no alteraba su calificación global. Pero ya hace mucho que lo escuché.

Esta anécdota me la dijeron el primer día que me senté en un pupitre de la universidad. Creo que los profesores lo dicen para parecer "con cerebro" y abiertos a nuevas maneras de abordar un mismo problema. Pero al final ellos son los primeros en sacar sus viejos apuntes de cuando Claopatra se orinaba los pañales, y decir las mismas palabras una y otra vez en cada clase a lo largo de sus vidas, sin alteraciones. Y si un alumno dice algo distinto, cero con tinta roja.

Lamentablemente la sociedad no quiere que pienses, quiere que sepas las respuestas correctas, que es distinto.
 
barrasus,22.11.2004
Interesante anécdota que no conocía, yo tuve un profesor en la facultad que hizo la siguiente pregunta : ¿ qué ocurre cuando se echa un hielo en un vaso de agua ?, comenzó una rueda de respuestas todas giraban en torno a la densidad, al volumen etc... al final el profesor Rubio Recio ( así se llama ) gritó : noooooooo, ¡ flota,flota !
quería hacernos ver que el ser humano muchas veces complica las dudas más elementales y no le faltaba razón.
 
TheWillow,22.11.2004
Yo tuve un profesor en el colegio que nos hizo un examen de química. la pregunta era más o menos así: ¿Cuántos BTU produce la combustión de un combustible en la garganta (¿o era el estómago?) de un dragón cuando... a)salva a una princesa en un castillo. b) ronca a la hora de dormir y se le sale una flamita expontanea. c) Pelea contra los caballeros del rey y los carboniza a todos.

Te daba una lista de combustibles y debías elegir cuál era el mejor para carbonizar el castillo del rey.

La segunda pregunta del examen tenía que ver con la velocidad con la que se movían las alas de un hada cuando llovía.

Locuras, pero te hacían pensar y te sacaban del típico esquema robótico de los libros y las aplicaciones más comunes.



 
rikon,09.02.2005
En su tiempo, como lo ha recordado el académico Bertrand Poirot_Delpech, colaborador de Monde, el filósofo Jean Guitton había estallado en sollozos cuando el ordenador había encontrado, en 16 segundos, las 214 occurrencias de la palabra Dios en Plotino. “Es mi tesis de doctorado, ¡diez años de trabajo!” había exclamado conmovido el sabio filósofo.
 
KaReLi,09.02.2005
Ernest Rutherford, físico de origen neozelandés, fue a consultar en su juventud a lord Kelvin, el más destacado científico inglés de finales del siglo pasado que había presentado la teoría de que el universo entero se estaba «acabando». Rutherford preguntó al eminente investigador sobre la mejor manera de emplear su talento y si debía estudiar las «ondas hertzianas", que constituyen la base de la radio. Kelvin le aconsejó que no lo hiciera, ya que no veía ninguna aplicación práctica de las ondas, a excepción quizás de la comunicación con los buques-faro. Le recomendó, en cambio, que investigase el recién descubierto fenómeno de la radiactividad. Rutherford siguió este consejo, privando así a la humanidad de la oportunidad de disfrutar de la radio y de la televisión un poco antes y de conseguir la bomba atómica —resultado de su labor sobre la estructura del átomo— un poco después.
 
hippie80,13.12.2007
Aqui se han dicho algunas cosas fuera de contexto, pero conserva la línea...
 
auripo,11.02.2008
Interesante anécdota.
 
hammill,11.02.2008
Que bonita la anécdota. Yo empleaba ese método cuando no había estudiado para una prueba. Y claro, el método estaba bien, pero no era lo que te pedían. Alguien más arriba dijo algo como "la sociedad no quiere que pienses"...concuerdo contigo completamente! Los pensadores que trabajan en oficinas ordinarias a la larga siempre terminan chocando con los mediocres, porqué cuestionan las órdenes, etc.
 



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