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Pablo_Rumel,27.05.2004
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Bien, yo me confieso como admirador de la obra Emarista. Si hay alguien que lo haya leído, comente. | |
evaristo,27.05.2004
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Me parece muy bueno, en alguna medida un poco extraño, con una prosa, difícil de seguir, hay que acostumbrarse un poco. Muy original; eso de ponerle a sus personajes nombres de ciudades de Chile. Por otro lado, le faltó consagración, ese no se que, que es tan importante par ser grande. En todo caso concuerdo, debe ser uno de los mejores de Chile, por lejos. | |
alabama,08.11.2004
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No me gusta Emar en absoluto. Es más artificial y artificiero que la oveja Dolly. Un gran imitador (de Borges, de Faulkner, de Joyce, etc), su literatura no se sustenta, no tiene ni pies ni cabeza. Afortunadamente, el tiempo siempre hace justicia a los grandes escritores y Emar está completamente olvidado. | |
Pablo_Rumel,08.11.2004
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Mire señorita.
Juan Emar escribió gran parte de su obra antes que Borges, ya antes de de 1936 estaba publicada toda su obra (a excepción del póstumo Umbral). Él, ya se había adelantado a Borges en la idea de crear una literatura que propendara en cierta forma a tratar temas universales. Sobre Joyce y Faulkner, dificilmente pudo haberles copiado, ya que eran sus contemporáneos, y cualquier persona con un mínimo de conocimientos literarios sabrá darse cuenta de la diferencia entre los tres.
Afortunadamente alabama, para su ignorancia, Emar está siendo rescatado de las cenizas del olvido, y cada día son más los críticos y lectores que revivan su obra.
Bien, juzguénlo por ustedes mismos, acá dos enlaces con cuentos de él. El primero fechado en 1917 y el otro de la década de los 30.
http://www.uchile... JEmar.htm
http://moreferaru...
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mandrugo,26.11.2004
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La prosa de Emar es excelente. Las comparaciones son ociosas y disturban. La lectura es secreto y silencio. | |
mirantra,06.12.2004
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Rumel tiene razón, Emar es bastante anterior a borges.
En Argentina se intentó publicar Umbral en ediciones Carlos Lohel, con prólogo de Neruda. Creo que sólo se hizo el primer pilar que se vendió en la editorial universitaria en quinientos pesos.
La DIBAM en Chile editó Umbral entero (más de cinco mil páginas) pero era muy caro. Afortunadamente yo lo tengo muy cerca y lo he revisado. Leí Ayer y Diez. Me gustaron, aunque no tanto. Lo interesante de Emar es la forma como va estructurando su historia, llena de sombras y vuelcos. Caso aparte los toponimios.
En "La Antología del Verdadero Cuento de Chile" editada en 1936 por Miguel Serrano, re editada el 2000 hay un cuento de Emar bastante bueno.
Mis respetos a los que quieren hablar de literatura en serio. | |
arturestay,17.12.2004
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Emar está más vivo que nunca, fue original y me gustó que pusieran en su lugar al tal Alabama que se nota que cayó y se puso a leerlo, a sus criticos y reediciones. La verdad es que a veces surgen enormes escritores, pintores que avasallan, que hacen que otros contemporáneos o que los precedieromn parezcan imitadores, pero lo justo es que emar es uno de los grandes, parte de una cadena, OK, pero con meritos para ser una parte fundamental de ella. | |
Quilapan,15.01.2005
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A Juan Emar lo considero un gran innovador, y los innovadores siempre estarán expuestos a que los escupan o a que los alaben. De su obra publicada en vida puedo decir que me gustó mucho el libro 'Diez' que es una selección de dicho número de cuentos; en cuentos como 'el pájaro verde', 'el unicornio', 'chuchezuma', Juan Emar renuncia al trato convencional de la escritura y hace del narrador el unico hilo conductor alrededor del cual transcurren las historias. Es capaz de diseccionar la voz primera del narrador y desdoblarse, y hacer que el cuento tenga dos narradores alternándose... en fin, muchos recursos narrativos originales con los que se adelantó a Borges, a Cortázar, a García Marquez... ejemplo: Macondo no es la primera ciudad imaginaria cuna del realismo mágico: lo es San Agustín de Tango, ciudad creada enteramente por Emar. ¿qué más puedo decir? Que adivino el motivo por el cual algunos no gustan de Juan Emar: si leen 'Un Año' o 'Ayer', se darán cuenta que no hay argumento tal como existen en las novelas 'convencionales'; sino que son una serie de tentativas donde abundan hechos sólo posibles en la narrativa. Emar es un escritor valiente, inteligente e imaginativo; realmente, está entre los grandes. | |
Quilapan,15.01.2005
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'...Y es Emar que tranquilo te baña, te promete un futuro lector.' | |
Quilapan,16.01.2005
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Tercera vez que comento al hilo en este foro pero no importa: es para comentarles mi reciente lectura de un cuento de Juan Emar llamado 'El Hotel Mac Quice'(del libro 'Diez'); sólo la relectura atentísima del cuento me reveló el poder poético de sus descripciones, los giros narrativos, esas situaciones inconclusas o borrosas que sin embargo son características de este cuento que se me descubrió como toda una joyita.
Saludos | |
rosarrios,17.01.2005
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Juan Emar es sin duda un escritor único, genial y delirante. A mi es eso lo que más me gusta, el universo particular donde transita y donde se convierten en sucesos hechos mínimos e insólitos, que él carga de expectación a través de su pluma tan ludica. Para mí, leer a Emar es un placer que espero prolongar por largo tiempo, al menos hasta que lea su obra completa incluida Umbral.
Yo recomiendo a quien no lo ha leido, comenzar por ayer... | |
rosarrios,25.01.2005
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¿nadie más conoce ni opina de Juan Emar? ¿siquiera los chilenos? | |
Smecman,26.01.2005
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Juan Emar ¿El mejor prosista chileno?
¡De todas maneras! | |
Quilapan,26.01.2005
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Rosarrios, creo que al contrario, varios de los que hemos opinado sobre Juan Emar aquí somos chilenos. Bueno, dejando de lado esas odiosas comparaciones de quien es o no el mejor, creo que Emar es un gran innovador, un futurista, recién están apareciendo discípulos que no llegan ni a sus talones. Saludos!
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rosarrios,26.01.2005
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Si, la verdad no quise hacer un reproche, si no más bien motivar a que escribieran... ¡y resultó! Es seguro por lo demás que quienes han escrito aquí son Chilenos... muy seguro.
Para los que anden por Santiago, en la carpa de la editorial Universitaria, al lado de la casa central de la U de Chile en la Alameda, estaban vendiendo hace un tiempo, el primer tomo del primer pilar de Unbral como a $2000. Aunque es una mínima parte de esa obra maravillosa y casi eterna, al menos puede ser un acercamiento a ella. saludos... | |
rosarrios,26.01.2005
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Umbral ¿no?... | |
mirantra,26.01.2005
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eso fue hace mucho. Y valía 500 pesos no dos mil.
Ya no lo venden...
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rosarrios,26.01.2005
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yo lo vi tambien, un tiEmpo bastante largo después de que tu lo compraste y creo que costaba $2000 , aunque ahi me pillaste... pero te informo que no eres el unico que lo ha visto ¿ya? | |
Quilapan,27.01.2005
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Oigan si alguien tiene acceso a Miltin 34 o sabe de algun lugar en chile ojalá valparaíso o santiago donde lo vendan, avisen porfavor, o comprenlo y le sacamos fotocopias porque la primera novela de Emar es escasa. | |
rosarrios,18.03.2005
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Ojalá supiera algo...también ando en su busqueda... | |
orlandoteran,18.03.2005
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Yo sólo leí "Diez" y me gustó mucho. | |
Quilapan,30.09.2005
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¡Por fin! He comprado Umbral completo - consta de 5 tomos (4 pilares y 1 dintel), cuyo conjunto hacen algo así como 5 mil páginas.
¡En un par de años se los comento! jajaja...
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esteban_faulkner,30.09.2005
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No lo he leído pero veo que es harto interesante. Me culturizaré un poco más con el "Diez". | |
Quilapan,30.09.2005
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Amigo faulkner, puedes bajar los textos de Juan Emar en .pdf en www.memoriachilena.cl si es que no encuentras Diez por ahí... es medio esquivo. | |
abate,01.10.2005
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Nadie lo conoce | |
gaviotapatagonica,03.10.2005
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bene... no conocía a este señor Emar y he leido el cuento q Pablo nos deja como nexo un poco mas arriba..."El vicio del alcohol" y .. Me gustó. "Destila razones q van tomando forma en mitad de imágenes sugestivas y hasta crudas. Coincido aun sin haber leido lo suficiente con la opinion de Mandrugo al respecto de las comparaciones. y por supuesto, voy por mas... la literatura chilena siempre me ha parecido un material q no es posible dejar de lado... | |
rutina,11.10.2005
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La verdad Emar se ganó la posición de oro en la prosa chilena sólo por los nombres de sus personajes. Hay pasajes de Umbral que envejecieron mal, pero son pocos, la mayoría tiene una actualidad que te martilla la verga. Emar, a diferencia de casi todo el resto de los prosistas chilenos, sabe JUGAR, Emar se divierte, puede hablar de cualquier cosa, pero juega y se divierte y en ese proceso suma al lector en la actividad. yeso | |
rutina,11.10.2005
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La edición de Carlos Lohlé no tiene prólogo de Neruda, sino de Braulio Arenas. En la contraportada figura una impresión de Neruda sobre el autor (donde sale la archiconocida frase esa de Emar y Kafka) | |
Quilapan,11.10.2005
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Bien, rutina, creo que en definitiva no gustas de la escritura de Juan Emar porque tus apreciaciones muestran un desprecio sutil hacia las innovaciones que él introdujo en la literatura chilena... y eso ocurre creo yo porque me parece que menoscabas o restas importancia justamente a muchas características escenciales de su arte; por ejemplo ¿a quién se le habría ocurrido nombrar con diferentes lugares de chile a sus personajes? Este rasgo que considero singular mas solamente accesorio, tú lo mencionas como si ése hubiese sido el único mérito de Emar para figurar en la historia, siendo que es nada más que lo primero, lo inmediatamente visible, lo que entra por la vista.
Lo otro es que me da la impresión que no te encuentras en tu salsa ante su escritura lúdica, esa escritura lúdica que esconde a su vez alusiones filosóficas, referencias históricas y literarias; y con todo, Emar se divierte, y así queda en ridículo toda la seriedad reconcentrada y grave del criollismo con que intentó romper y de hecho rompió tanto, que se encontró con detractores a boca de jarro...
Lo otro, que cuando te refieres a 'los pasajes de Umbral que envejecieron mal', utilizas una apreciación totalmente subjetiva sin fundamentarla mayormente, y eso denota un rechazo un tanto irreflexivo, por más que hayas leido Umbral en su integridad, ¿o te leíste solamente el primer tomo del primer pilar de la edición mezquina de carlos lohlé?
Y finalmente mencionas, despectivamente, el célebre prólogo de Neruda diciendo que esa frase es archiconocida... bueno, a lo mejor para tí será archiconocida, mas no estoy viendo que en ti haya una intención de difundir de buen grado a los escritores, labor tan noble, acaso la más noble y más difícil. Sobre todo cuando se entrega todo lo que al ser humano le queda por vivir, a la escritura, como lo hizo Juan Emar.
Sí, lo reconozco paladina y altaneramente: a mí, Juan Emar no me lo tocan con el desparpajo de apreciaciones insubstanciales, y para referirse iUmbral/i hay que limpiarse la boca primero.
Tus opiniones despiden un desagrado que no has sabido - ¿o podido? - fundamentar, y eso corre en desmedro tuyo. No de Juan Emar. | |
mandrugo,19.10.2005
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Emar, el mejor prosista de la literatura chilena?
Es una pregunta que no le rinde honor a un grande escritor chileno, porque todo lo que conduzca a lo absoluto es frágil.
Emar seguramente es un grande escritor que dejó una obra impresionante, y toda por descubrir por, esperamos, legiones de lectores.
A Neruda mi respeto por entregarnos a este autor sumergido en la indiferencia de su tiempo, aunque en su círculo tuvo siempre un amplio reconocimiento y justa admiración.
El destino literario de Emar fue así, y como tal hay que aceptarlo. Tal vez, gracias a su circunstancia tuvo el impulso creador de escribir su monumental Umbral. | |
maitencillo,30.11.2005
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Quilapan,28.08.2006
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No digamos ya 'el mejor prosista chileno', sino el escritor chileno más creativo, irreverente y transgresor. | |
quilapan,14.02.2008
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MILTIN 1934
(texto escogido)
''Quienes hayan viajado por la región del estero de Puangue habrán observado un cerro en forma de cono trunco que se corta contra el cielo -sobre todo al anochecer- en graciosísima forma. Si se pregunta a cualquier campesino de allí por el nombre de dicho cerro, responderá: "Miltín". Así es. Ese cerro se llama Miltín.
..... Este nombre le viene de un antiguo cacique araucano que allí, en su punta, vivió sus últimas horas y murió. Vamos a su historia:
..... Como se sabe, el 12 de febrero de 1541 don Pedro de Valdivia fundaba ésta la ciudad de Santiago. El 13 del mismo mes, partía en dirección del mar, más o menos por donde hoy corre el ferrocarril a Cartagena. Marchaba adelante un escuadrón de caballería del Regimiento General Baquedano Nº 7; seguía después un batallón de Infantería del Pudeto Nº 12, y tras éste venía Valdivia con su Estado Mayor, con los servicios sanitarios, con varios frailes del convento de los Dominicanos de Talca y con cuatro compañías de ametralladoras Vickers. Cerraban la marcha dos baterías de artillería del Regimiento Coronel Ibañez Nº 1 quedado en la capital. Un avión trimotor piloteado por el mayor Angol -tatarachosno del actual capitán Angol, mi amigo- sobrevolaba la expedición alerta ante los posibles peligros.
..... El 14 acampaban en el sitio en que hoy se encuentra el pueblo de Chiñihue y el 15 por la mañana, junto con apercibir los primeros jinetes las aguas del Puangue, el mayor Angol, desde su avión, gritaba por radiotelefonía: "¡Peligro!"
..... En efecto, media hora más tarde la caballería española se veía obligada a replegarse ante un primer contingente de 3000 indios -otros historiadores hacen subir su número a 6000- que en líneas cerradas atacaban lanzando bombas de gases asfixiantes.
..... Acto continuo Valdivia ordenó formación de combate y a las 12 en punto, junto con sonar el cañonazo de mediodía en el Huelén -hoy Santa Lucía- empezó la histórica batalla del Estero de Puangue.
..... Durante seis horas rugieron cañones, ametralladoras, fusiles, carabinas, morteros, bombas de mano y pistolas automáticas. Durante seis horas los grandes tanques, como hipopótamos, se sumergían en las aguas del Puangue para salir ya de un lado ya del otro -según a quienes favoreciera la suerte-, amenazadores más que hipopótamos mismos; y durante igual tiempo los tanques ligeros brincaban como gacelas y caían sobre compañías enteras ya de españoles ya de indios según de que punto se hubiese iniciado el brinco. Durante seis horas os gases lacrimógenos, los gases bailarines, los gases hilarantes, los gases todos, cubrían al enemigo impulsados, del lado español, con grandes abanicos de manolas, por el lado indio, por el soplido de cientos de viejas machis. Y durante seis horas, desde arriba, desde su avión, el mayor Angol orinó profusamente sobre las filas araucanas.
..... Los araucanos fueron derrotados. A las 6 de la tarde, en todo el Chile de entonces, fue una sola música de gloria para los vencedores, de dolor para los vencidos. A las 6 de la tarde el carillón de la Basílica de la Merced tocó el Ave María de Gounod, mientras Valdivia y sus gentes, frenéticas de entusiasmo, cantaban:
Juventud, juventud, torbellino,
Soplo eterno de eterna ilusión,
..... Y los indios prisioneros, curvados de pesar, modulaban entre dientes los "Barqueros del Volga".
..... A las 6,45 cesaron todos los cantos y empezó a hacerse el balance de la victoria. Los españoles habían hecho 14.177 prisioneros. Todos, unos tras otros, fueron interrogados. Se obtuvo así una serie de datos estratégicos interesantísimos; más, a la pregunta, miles de veces repetida:
..... - Y Miltín, vuestro cacique, ¿dónde está?
..... Los indios respondían:
..... - Ji naraja dasa,
..... que en araucano quiere decir: "Lo ignoramos".
..... A las 9 de la noche, balance e interrogatorio estaban terminados sin que nada se hubiese avanzado sobre el paradero del gran jefe. A las 10, Valdivia apagó las luces.
..... Silencio. Vencedores y vencidos se entregaron en brazos de Morfeo.
..... Pero hete ahí que a las 10 y 23 turbó la paz del campamento un sollozo profundo, prolongado, desgarrador que, empezado en acordes de barítono, fue amplificándose en volumen y agudeza hasta cubrir las carpas todas con un plañidero lamento de soprano. Y luego, por toda la comaca, se desgranó como cascabeles, un angustioso llanto sin esperanzas.
..... Movidos como por un resorte todos los españoles se dejaron caer de sus marquesas y, pálidos de estupor, se miraron sin saber a qué atenerse. Mas pronto, recobrada la serenidad, todos, igualmente movidos por el resorte, se lanzaban hacia el sitio de donde tan amargas quejas parecían venir, mientras los infelices prisioneros daban con sus frentes contra el techo.
..... Todos se lanzaban empjándose, atropellándose, pisoteándose, hacia un cerro vecino que recortaba frente a la Luna su graciosa forma de cono trunco.
..... Trepaban como alacranes, trepaban como tarántulas. Al fin alcanzaron la cumbre trunca.
..... Allí, solo, envuelto en su chamanto, gachas las plumas de su cabeza, Miltín, el gran jefe, el gran cacique, lloraba atronando las nubes, de pie junto a la Luna.
..... El primer español que le vio, cogió su bocina y volviéndose hacia sus compañeros, gritó:
...... -¡Es Miltín!
..... Como una tempestad subterránea, mil voces ulularon:
..... -¡A muerte! ¡A muerte!
..... Mas, en el momento en que dicho español desenvainaba su espada para dar fin a los días del cacique, un segundo español, heridos los tímpanos con el llanto, se avanzó y preguntó:
..... -¿Por qué llora usted, hombre de Dios?
..... El cacique pareció no percatarse de la pregunta. El otro, entonces, coreado por los demás que llegaban, volvió a preguntar:
..... - Decimos que ¿por qué llora usted...?
..... Miltín les miró y calló bruscamente. Cuantos le rodeaban hicieron "schcht", y este "schcht" rodó cerro abajo produciendo un silencio de tumba. Iba a saberse por qué lloraba aquel hombre...
..... Pero Miltin, defraudando las esperanzas, hizo un puchero y volvió a prorrumpir en el más desgarrador de los llantos.
..... Entonces se oyeron cientos de voces de cientos de gargantas diferentes:
..... -¡Hombre!, no llore usted...; ¡Vamos! Diga qué le ocurre...; ¡Calma, amigo, calma!...; ¡Tranquilícese usted!...; Amigo, Miltín, sea usted razonable...; Veamos, ¿por qué tanta congoja?...; ¡Hombre bendito! Va usted a despertar a los frailesDominicanos...; Tome este pañuelo y enjúguese las lagrimas...; ¡Exagera usted sin duda, cacique!...; No es manera de lamentarse...; ¡Hable usted, hable!...
..... Y así cien frases más.
..... Pero, ¡nada! Miltín lloraba y lloraba y hasta la Luna en lo alto desprendía blancas lágrimas de leche.
..... Viendo vanos sus esfuerzos, los españoles empezaron a dejarle de lado y a hablar con ellos:
..... - Si consultásemos a don Pedro...; O pedir consejo a los frailes...; Darle acaso una poción calmante...; Sin aviso del médico, no es posible...; Entonces llevarle a los servicios sanitarios...; O será mejor esperar a que se calme...; Un hombre no puede llorar eternamente...; ¡Eeeh! Recuerden ustedes que Anatole France, depués de escribir La Rotisserie de la reine Pédauque, lloró nueve días y nueve noches de contento...; ¡Lo has dicho! De contento; pero éste no es el caso...; Razón de más para que los nueve puedan ser diez y ocho...; ¿Qué hacer, qué hacer?...; ¿Qué hacer...?
..... Y así cien frases más.
..... Y Miltín no callaba. Su llanto ya iba llegando a los muros de la recién fundada ciudad de Santiago del Nuevo Extremo. En verdad, ¿qué hacer?
..... Al fin, pasando por alto a las autoridades militar y eclesiástica, se convino consultar al jefe de los servicios sanitarios, el médico-cirujano especialista en nerviosas profesor Hualañé, bistatarachosno del actual doctor Hualañé que figura en las primeras páginas de este libro.
..... Por deferencia al vencido, fue el profesor el que subió al cerro y no el cacique el que bajó a la enfermería. Le examinó Hualañé largamente: presión arterial, temperatura axilar, análisis del jugo gástrico, reacción de Wassermann, caries de los dientes, rayos X, nada fue olvidado. Terminado lo cual, en medio del general silencio y alejándose un tanto del paciente para poder hacerse oír a pesar de su llanto, el profesor Hualañé dijo:
..... Este hombre está llorando.
..... Muchas voces preguntaron:
..... -¿ Qué debe hacersele?
..... El profesor Hualañé meditó una hora y luego recetó lo siguiente:
..... -Lavados intestinales de dipropanoloifosfito de cal, por las mañanas; inyecciones hipodérmicas de tetrametalmetilo de magnesia a mediodía; intervencion quirúrgica en el hipocondrio por la tarde; compresas calientes de benzabenzonolaidol de hierro sobre el esófago, permanentemnte; dos cucharadas de oxihemoglobina oxiseptónica oxisulfurosa de oxalina, depués de las comidas; y una cápsula antes de dormir de hidroseleniato hidroselénico hidrosórbico de hidrosteatita ferruginosa.
..... -¿Y como régimen, proesor?
..... -14 gramos de carne asada de huemul, 33 gramos de verduras frescas pasadas por agua, 2 yemas de huevos maduros, bananas cocidas al sol cuantas quiera y nada de cereales, ni mariscos, ni alcohol. Es recomendable un ejercicio moderado de las extremidades delanteras, mas un reposo total de las mismas traseras. Abstinencia sexual absoluta y evitar en lo posible toda emoción jocosa.
..... Dicho lo cual el profesor Hualañé se retiró a sus aposento y las enfermeras empezaron el tratamiento. Lloró el cacique toda aquella noche y todo el día siguiente, sin que se notase mejoría algna. Mas, por la mañana del día 17, su llanto empezó a disminuir de intensidad. Se vio, entonces, una franca expresión de alegría en todos los rostros.
..... Al mediodía se reunieron los grandes de la expedición y el Superior de los Dominicanos de Talca habló de este modo:
..... -Hermanos: gracias a la ciencia de nuestro gran profesor Hualañé, gracias a los esfuerzos de sus enfermeras y gracias también, no lo olvidemos, a la misericordia celestial, podemos dar como un hecho que esta tarde, antes que el Sol se oculte tras el ocaso, el cacique Miltín habrá cesado de llorar. Es, pues, necesario que, apenas se pierda en el horizonte el último sollozo, se le interrogue sobre las causas de su llanto y una vez que lo haya confesado y haya sido su confesión debidamente estenografiada, se le aplique la pena máxima: la silla eléctrica.
..... Nutridos aplausos saludaron al orador.
..... A las siete de la tarde la silla eléctrica fue subida al cerro. A las 8 menos cuarto cesó el llano del cacique. Tres capitanes se dispusieron a interrogarle.
.... A la primera pregunta,Miltín se estiró y bostezó e iba, sin duda, a ponerse a narrar las causas de su llanto, cuando sus ojos cayeron sobre la macabra silla. El buen cacique comprendió de golpe su destino y entonces, antes de ser muerto por sus enemigos, prefirió morir por sí mismo. Hizo un violento esfuerzo de voluntad y paralizó su corazón. Los españoles no tuvieron más que darle sepultura y escogieron para ello la cumbre de ese mismo cerro donde tantas lagrimas había derramado el difunto.
..... Todo el mundo tuvo entonces que recurrir a las conjeturas. La opinión más generalizada fue que aquel jefe había llorado por la derrota infringida a sus huestes. Pero algunos espíritus sutiles no se conformaron con explicación tan sencilla. Se dijeron que acaso Miltín tuviese el don de la clarividencia y había visto en el futuro horrendas calamidades para ellos los españoles y, poseedor de un corazón noble y caballeresco, había llorado la próxima desgracia de sus vencedores. Una ola supersticiosa pasó por todos esos valientes. Mas un capitán minucioso formuló otra hipótesis: el cacique no tenía justamente la visión del futuro sino la visión a larga distancia y su llanto provenía de haber mirado hacia Santiago: algo horrible sucedía en la capital...
..... Sin más, se procedió a instalar sobre el cerro un telescopio que se apuntó sobre la ciudad y allí, junto a él, don Pedro de Valdivia con su Estado Mayor, esperó las primeras luces del día 18.
..... Aclaró, Valdivia miró. ¡Oh, dicha! Nada ocurría en la capital. Valdivia vio las plácidas formas del Huelén cubiertas de árboles y de paz, las torres de la Catedral, de Santo Domingo y de la Merced, la torre de los bomberos con su campana en silencio, todo ello bajo una nube de quietud. Y luego, con júbilo estridente, vio cómo lenta pero seguramente se alzaban sobre los tejados, estirándose, los altos edificios de Aristía, de Díaz, del Ministerio de Hacienda, de la Caja de Seguro Obligatorio y tantos más.
..... Se procedió entonces a juzgar al aventurado capitán. Por haber imaginado tan garrafal error fue condenado a perder la pierna derecha cosa que se le hizo sin tardanza.
..... Las otras dos hipótesis siguieron su curso: Valdivia y sus oficiales opinaban a la unanimidad que la derrota araucana había sido la única causa de tanto lamento; el Superior Dominicano y su frailes, que tanto lamento era augurio de calamidades y más calamidades para todos los mortales. Y los soldados, que en un comienzo se inclinaban hacia sus jefes, poco a poco fueron creyendo como los religiosos y a cada momento caían de hinojos pidiendo al cielo clemencia.
..... Desde aquel momento, se comprenderá, no hubo en Chile calamidad, accidente o desastre que todo buen católico no creyera ser lo antevisto por Miltín. En vano laicos y militares trataban de probar lo absurdo de tal creencia. La Iglesia entera pensaba como los frailes Dominicanos.
..... Esta creencia pasó de generación en generación y cada día fue encontrando más adeptos, de modo que hoy puede asegurarse, sin caer en demasiada exageración, que es ella una creencia nacional. Recuerdo perfectamente que mientras miraba el incendio de la Compañía, oí a un anciano decirle a otro:
..... - Esto es lo que el visionario Miltín vio: lloró el visionario ante la horrorosa muerte de tantos fieles.
..... Igualmente recuerdo a una mujer enloquecida durante el terremoto de 1906 que gritaba a los cuatro vientos:
..... - ¡Esto lo vio Miltín! ¡Esto lo vio! ¡Lo vio!
..... Y también recuerdo a un serio señor de negra barba que, al informarse de las elecciones del 30 de octubre de 1932, dijo pesaroso:
..... - Con razón lloro Miltín.'' | |
quilapan,31.08.2008
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JUAN EMAR: "MILTIN 1934"
por Ignacio Valente
..... Este libro, el primero de Juan Emar, se recuerda sobre todo por una docena de terribles páginas contra la crítica literaria, que el autor despreciaba olímpicamente. El resultado parece que fue el silencio ofendido de la crítica nacional de entonces. Por esos años yo no había nacido, pero no me hago ilusiones sobre el juicio que merecerían a Juan Emar estos elogios póstumos que le rinde otro ejemplar del gremio crítico cuarenta años después. Los despreciaría olímpicamente. Juan Emar era -¡oh prodigio!- un escritor sin vanidad, sin galería de espejos, sin respetable público. Todo lo escribió en la verdad de la soledad. De allí el inconfundible aire de libertad y pureza que rodea a "Miltín 1934" y a sus restantes libros. La energía que otros consumen en agradar, en impostar la voz, en darse a entender, en labrarse su propio pedestal, la dedicó él entera a la verdad pura de la reación, al diálogo honesto con sus propios fantasmas.
...... Esta espléndida libertad se imprime ya en la propia hechura del libro, que no es novela, ni cuento, ni poesía, ni ensayo, sino de todo un poco, una especie de caos, que no sigue argumento ni molde alguno, ni siquiera como pretexto. Es un laberinto o un juego múltiple de espejos, una suerte de monólogo pirandelliano que el autor sostiene frente al papel, creando seres a medias, prometiendo historias que no se desarrollan y desarrollando otras que no ha pretendido. De esta maremagnum surgen narraciones, diálogos, impresiones personales, trozos de ciencia ficción, relatos intercalados que se interrumpen en cualquier instante para recomenzar,a su vez, otro argumento perdido... El "protagonista",el hombre Martín Quilpué, aparece en forma intermitente y visionaria por los sueños del autor, marchando a través del libro sin nexo alguno con sus sucesivos argumentos. La ilación de la obra es justo la que se espera de un inventario. Y el estilo de Juan Emar es un estilo de inventario, género metafísico que él ha llevado hasta la perfección.
...... Llamo estilo de inventario, en primer lugar, a esa escueta descripción enumerativa que suele hacer de cosas y personas: "Martín Quilpué vestía como sigue: sombrero calañés gris claro con cinta negra, traje vestón azul marino con rayas blanquecinas ...(etc) Doy todos estos datos por lo que pueda acontecer durante las páginas de este libro... (Martín Quilpué fuma cigarrillos Baracoa que enciende con fósforos Volcán. Huele a agua de Colonia de la Farmacia Universo, calle Chacabuco 1142, teléfono 70173." Estilo de inventario es, a continuación, ese nexo que nos lleva -por ejemplo- del personaje al cuadro que tiene colgado en el escritorio de su casa, cuadro que Juan Emar describirá como asunto de vida o muerte, y no en relación a su dueño ni al "ambiente", sino como cosa en sí, como lo haría el catálogo de una exposición. Es, por caso, una marina al óleo: "Ruge la tempestad... En infernal carrera cruzan por los altos espesos nubarrones. Abajo, en el rincón de la izquierda, sobre un peñasco azotado por las aguas... dos insectillos... dos humanos... poseídos del pánico, mas llenos de valor, pues basta ver cómo luchan denodadamente... Y se salvarán. Sí, señores, yo lo digo: ¡se salvarán!"
...... Por cierto que ni la indumentaria del personaje, ni el contenido del cuadro, ni la hipotética suerte de los naufragos, desempeñarán papel alguno en la historia siguiente. Y sin embargo, Juan Emar los describe como asuntos absolutos, como si cada uno de sus detalles encerrara la clave de toda la narración. Así con cada persona y cada objeto, en un prodigioso inventario del mundo. Entre una cosa y otra, el salto mortal. No hay relaciones; solo hay absolutos. Cada ser encierra al universo entero, es un microcosmos que debe ser escrito en toda su lenitud interior. Esta increíble manera de narrar no es una simple extravagancia del autor; expresa una visión del mundo: la certeza de "que todo es uno, en un solo instante tan veloz que no termina nunca". El hombre que se mueve en la sucesión del tiempo y del espacio, entre fragmentos de realidad, debe esforzarse por describir relaciones, puentes, nexos discursivos, asociaciones. Pero el que ve las cosas como Juan Emar, en la percepción inefable de la unidad del ser, en esa intuición dichosa de los genios y los místicos y los locos, no necesita caer en los discursos de la racionalidad ni en el puente de las asociaciones. Cada objeto se le dará como totalidad. Y por eso el caótico desorden de sus relatos será una via de acceso al orden superior de la unidad del ser. Y por eso su verdadera aportación recaerá sobre la poesía chilena de este siglo, no sobre la narrativa. Juan Emar es un poeta.
...... Además, en el interior de aquel orden unitario del ser, los sucesos efectivos son para Juan Emar lo de menos. Tanto o más importante es lo que podría haber ocurrido. Cada vez que aborda un situación real, se desvía de ella en la dirección de lo posible, incluso de lo estrambóticamente posible, casi diríamos en la dirección de lo imposible. Así cuando el narrador y sus acompañantes llegan a la orilla de un gran charco sombrío. "Aunque quiero anotar aquí unicamente lo que en realidad aconteció, voy a tomarme la libertad de anotar algo que , a pesar de no haber acontecido, estuvo a punto de acontecer". Por cierto que, después de este preámbulo, nos ofrece un relato de sucesos fantásticos que sólo para una mente delirante estuvieron "a punto de acontecer". Y es que, como él mismo observa en otra parte, "todo ser, todo objeto no es aislado y único sino un infinito comienzo de probabilidades, y marchar por ellas, lejos de alejarse de la realidad, es, seguramente, penetrarla más".
...... Este es el "surrealismo" de Juan Emar. Consiste en la percepción de los "infinitesimales" de la conciencia, de los elementos insensibles y marginales que no interesan a la gente sensata, o que sólo cruzan entre sueños y fiebres por la atención de los cuerdos. Para Juan Emar estos acontecimientos son el fondo de la realidad, y lo único que vale la pena contar. Y su descripción, por supuesto, contiene una feroz ironía, porque desenmascara el mundo de los sensato-burgueses y su aparente orden. Numerosos ídolos locales caen bajo el filo de esta ironía. La historia de Chile, el mundo de las artes plásticas nacionales, la religión convencional, y en fin, toda una serie de costumbres y solemnidades de sus paisanos. Alvaro Yañez Bianchi se rió generosamente de su país y de toda la mitología doméstica de su tiempo, no tan distante del nuestro si se piensa que los mitos son lo más duradero de una cultura -o de una barbarie-.
...... "Miltín 1934" no es una obra de arte "amena" ni "lograda". Es la extravagancia inicial del único narrador chileno de este siglo que merece figurar entre sus poetas, y para quien , más allá del "talento", la adjudicación de cierto "genio" no es un disparate.
en El Mercurio. 20 de agosto de 1972 | |
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