Ay, la palabrita "literatura", que tan gorda me cae. Ahora, cualquiera que tenga título, maestría o doctorado, pero que en su mayoría son incapaces de conectar un párrafo con otro, a la hora de escribir narrativa, se atreve a opinar sobre qué es literatura y qué no. Por eso amo a santacannabis, porque aunque tiene sus títulos que me harían hacerme en los calzones (eso dijo ella) y todo lo que dice está mal, escribe.
En un escuelita, llamada Princeton, que nos quieren vender como la gran escuela, se sorprendieron al darse cuenta de que, si bien la dichosa palabrita tiene apenas un par de siglos con el significado que los intelectuales le dan, ahora debe redefinirse con la existencia de lo que se hace en la internet, el mundo de la novela gráfica y el arte conceptual; entonces en Princeton nombraron a un equipo de doctorcitos para que se dedicaran exclusivamente a leer blogs, páginas, comics, ver arte urbano, etc. De inmediato vinieron los reclamos cuando estos doctorcitos llamaron literatura a Watchmen y no a la Iliada y a la Odisea. Lo que no entendieron varios, fue que la Iliada y la Gaysea, no podían estar denominadas como la concepción moderna de literatura que conocemos, porque cuando fueron escritas la palabrita ni siquiera existía y los fines de este par de obras eran puramente políticos y prácticos. Así que Princeton se percata de que sus intentos de intelectualizar aquello que está trascendiendo y lo que no, eran tan ingenuos, como querer adivinar qué va a funcionar y qué no, para los siguientes siglos; también se dan cuenta que creer ciegamente en “lo literario” obedecía más a una necesidad muy similar a la creencia religiosa, que a una verdadera definición inamovible. Los aspirantes a escritores y escritores contemporáneos (los más contemporáneos), siguieron y siguen una fórmula de obtener títulos, leer (sobretodo lo que fue novedoso hace cincuenta años y antes) y asistir a talleres, seguros de que eso es lo que se requiere para ser grandes. Y tienen éxito. Tenemos a miles de escritores que escriben lo mismo que se ha venido haciendo y cuyas obras desaparecen tan rápido como aparecen. Ya casi no existe este factor impredecible (político, locura, religioso, filosófico, soledad, liberación, abstracción, sublimación de los impulsos) que promovía en el individuo la creación de algo importante en una generalidad, sin que ése fuera el propósito. Todos escriben porque quieren ser escritores, o tan siquiera eso responden cuando se les pregunta y no se percatan de que aquello que los hizo escribir en un principio era algo muy ajeno a este estereotipo.
Para que esta vez quede claro como el agua: todo lo anterior es ficticio, los personajes, lugares y datos no existen, y cualquier semejanza con la administradora de la página es pura coincidencia.
ay perdon pense que era la novena vitrina de ninive
josejulio,03.12.2008
ah ! Oh! recorcholis!
No sabía que ya estaban acá!
Bueno.
VA de nuez.
REFLEXIÓN
La literatura ha sido mala con el cuento.
El cuento, uhh, sí, pobre... si que sufrió mucho para ser tomado en cuenta, tuvo que pasar por rigurosísimas pruebas, por terribles batallas desde sus primeras apariciones para ser considerado como un género literario y por siglos, la literatura, negó a considerarlo como parte de su estructura, de su abanico de géneros.
Cavilante y furtivo, se fue abriendo paso a través de los siglos, para dar el salto de lo oral a lo escrito y apretujarse con fuerza bruta en esa soberbia y cerrada trilogía èpica-lírica-drama.
¡Pobre Cuento! Y tanto que ha aportado a la humanidad, a regaña-dientes comenzó a figurar...
La capacidad original de ser transmitido de boca a boca, en forma de mito, tradición o leyenda, aún antes de que apareciera la escritura, hizo del cuento el prototipo que después se convertiría en la inquietud estética de los diferentes géneros literarios.
Por esas asombrosas transformaciones que se suceden en la historia, el misterio del mensaje gutural en las cavernas, con el cual se dejaba como herencia el recóndito origen del fuego, se transformó en la expresión refinada de aureolas estilísticas que circundarían luego grandiosos movimientos en la composición y en el contenido de la intuición modeladora.
Por ello, era una contradicción, por demás artificial y arbitraria que fuera precisamente el Cuento el que se viera privado de participar en la expresión de los momentos vitales vividos por la Intuición.
Pero nada podría oponerse a que el Cuento, sin ofender virtudes ajenas ingresara oficialmente al mundo de los estados esenciales del Ser.
Germen primero de los esfuerzos expresivos de la humanidad, quedaría desde entonces y para siempre como instrumento último de expresión, para acompañar al ser humano en su circunvalación alrededor de la infinitud.
Una vez aceptada en la poderosa esfera de lo trascendente, se instala en una burbuja que es movimiento puro.
Desde allí participa de la Intuición esfingística del Poema en Verso y transfigura del Desarrollo Literario de la Novela, hasta conformar con ambos la síntesis totalizadora del momento que revela.
Si antes había sido transmitido, ahora era la transmisión misma de la Intuición que cincela para nosotros una dimensión vivencial.
En las extrañas disposiciones dialécticas de la conformación del Ser, el Cuento es una síntesis totalizadora, cuyo grado sólo es superado por el del Poema en Verso.
Es que tiene la capacidad de concentrarse en la descripción de los Momentos Vitales con una intensidad que la novela pierde por su extensión y variedad temática.
Hay algo más: el Cuento es el plasma literario que menos acepta un andamiaje estético por sí solo.
Es exigente reclamador de la unidad ético-estética para el Desarrollo Literario del Momento Vital que desea despertar la Emoción Poética en el lector.
Si bien su lema artístico postula que "todo vale", también reclama con inapelable insistencia, que ese "todo vale" jamás haga abstracción completa de los Estados del Ser y del momento histórico en que los intuye, sobre los cuales, a través de infinitos prismas, condensará su óptica de irresistible convergencia.
Por estas razones, el cuento literario, sale con gran facilidad de los círculos concéntricos en los que la Élite del Ser modula sus creaciones, para introducirse, lleno de confianza, en los socavones; amenizar el lenguaje de la fábrica fabril; ayudar a que la semilla se esparza en el surco y a participar sin ceremonias en la intimidad familiar.
Por eso es que el Cuento es un compañero más entre los compañeros de historia y de lucha.
Como saeta impulsada como energía que los milenios han acumulado para él, el cuento, aquél que alguna vez fuera desechado por sus supuesto mayores, rememora continuamente la época de las cavernas, cuando a través suyo se confiaba el secreto del origen ígneo.
Con ese renovado envión, orbita a velocidades intergalácticas todos los ángulos del espacio literario.
Más allá de los horizontes de la forma y nos trae, presuroso, noticias y representaciones de los nuevos Estados del Ser y las nuevas condiciones que la Intuición, en evolución frenética, nos revela.
El Cuento fue la primera retina en la que se grabó el comienzo del mundo.
Cuando se pretenda borrar esa imagen primordial, será también el que relate a la última generación, la Épica del principio del fin.
El Cuento apareció con la memoria del hombre y desaparecerá sólo con la evocación postrera.
Por eso escribimos cuentos; por eso estamos orgullosos de hacerlo.
padretoc,03.12.2008
muy mal ensayo jose julio, no lo lei pero si lo escribio aste debe ser muy muy malo
No sea malo, padretoc, se ve que mi josejulio se sintió inspirado con la foto de mi bio y soltó un poco los esfínteres, y esto no le salió tan cuadrado. Yo digo que está comestible.
Hablando de esfínteres, no hay los suficientes textos en el mundo que hablen de ellos. Y es que anteayer, un cabronazo hijodeputa, me decía: Tom Spandahuer, en su libro, el hombre que se enamoró de la luna, escribe sobre un niño que se enamora de su papá y el papá se la deja ir, y el escritor este lo cuenta de una manera que uno no puede dejarlo de leer, sin caer en el morbo o el truco barato.
Lo que digo es que se puede escribir de cualquier cosa, mientras se haga bien y aunque ya se haya escrito mil veces. Ahora, ¿me pueden complacer con un texto de esfínteres?
josejulio,04.12.2008
¿Esfínteres? OK
¿quieres algo etimológico?
¿mítico?
¿místico?
¿pol&iac ute;tico?
Bueno, político:
iLa política es el esfínter de la sociedad. Los políticos son sus heces./i
etimológico:
iesfínter=ligadura./i Deporte favorito de los gays: el ligue.
mítico:
iSe dice que de tanto y tanto madero se aguada el agujero./i
mísitico:
iSi pecas de tragón, tu esfínter sufrírá bien cañón./i
Autor: yo.
josejulio,04.12.2008
HOY MISMO AHORA
Después de que Chavela les pidió a los hombres que mencionaran la edad de su primera masturbación, Ramón no pudo evitar una carcajada nerviosa. Para él aquella charla se tornaba muy divertida... definitivamente que les sugeriría que esas reuniones se hiciera más frecuentes. Al llegar su turno, se puso de pie, era la regla.
- La primera vez que le torcí el cuello al ganzo fue a los trece.
Todos rieron y Chavela se aproximó a él sugestivamente recordando su charla con Ingrid: "Hoy mismo me echo al Ramón, hoy mismo ahora"
- A ver, enséñanos como lo hiciste, danos una muestra.
Y al borde del efecto de los alcoholes, entre manoteos, ella le quitó el pantalón.
Siguieron más preguntas: lás técnicas que ellas usaban para auotcomplacerse, la última película porno, que si has tenido relaciones gay... no era válido esa noche negar respuestas.
Mientras le proporcionaba un delicioso beso al pico de la botella de su cerveza, Ingrid preguntó entre risas: ¿ Y cuando fue la última vez que se cagaron en los calzones? Ramón enmudeció, una sensación fría lo recorrió de pies a cabeza y su estómago reaccionó. Mientras cada uno, iba contando su escatológica anécdota de su vida infantil, él comenzó a sudar, a temblar, le faltaba la respiración y su corazón enloqueció cuando le llegó el turno, prácticamente los ojos de todos lo acribillaban. Se puso de pie con dificultad, mientras Chavela no dejaba de abrazarlo, pero tenía que liberarse de una buena vez, ya no podía seguir con ese peso terrible.
- Yo... yo, bueno, les voy a confesar que... fue hoy... mmmh, por la mañana...
Los ojos de todos se abrieron mucho mientras escuchaban a Ramón hablar con esa expresión de estar haciendo un gran esfuerzo. Chavela, entre cachonda y tierna, lo sentó en su regazo y metió su mano para buscar, según ella, "el ganzo".
- Es que padezco de... o sea, nunca aprendí a controlar mi esfínter y la última vez que me cagué en los calzones fue... es... hoy mismo ahora.
padretoc,04.12.2008
tambien ese esta muy malo jose julio, me gustaba mas como magali mati, garvas dele a leer otralectura gay por favor
rhcastro,05.12.2008
Ahi les dejo los servicios de este muchachito...
Letty, apoyando a los jòvenes en el desempleo.
josejulio,05.12.2008
Hablando de esfínteres, acabo de encontrar algo interesante.
"El esfínter anal es muy complaciente": http://www.paniko... -anal-es-muy-complaciente/
Josejulio, el padretoc tiene razón, eso parece chiste. Entre a www.marqueze.com y lea durante tres horas.
josejulio,05.12.2008
Qué parece chiste Garvas?
padretoc,05.12.2008
pues uste jose julio, uste
josejulio,05.12.2008
TEORIA DEL CUENTO:
Y bien, volviendo a lo serio muy serio. Existe una característica casi nunca dicha entre las diversas teorías sobre el cuento y creo yo es una de las más esenciales.
¿Cuál es esa característica?
Veamos.
Hace mucho tiempo, Chejov (hablo de Anton Chejov), sí sí, del escritor y dramaturgo ruso maestro del cuento corto. Pues, bien, él, en uno de sus tantos cuadernos de notas, apareció el siguiente pre-cuento:
"Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a casa, se suicida".
Es una nota solamente que posteriormente se transformaría con seguridad en una bella mariposa literaria, sin embargo, siendo sólo una nota, en realidad era el núcleo de un futuro relato. Aquí la forma clásica del cuento está condensada.
Contra lo previsible y convencional (jugar-perder-suicidarse), la intriga se plantea como una paradoja. La anécdota tiende a desvincular la historia del juego y la historia del suicidio. Esa escisión es clave para definir bel carácter doble de la forma del cuento. /b
La característica de la que hablé al principio es:
un cuento siempre cuenta dos historias.
El cuento clásico narra en primer plano la historia 1 (el relato del juego) y construye en secreto la historia 2 (el relato del suicidio). El arte del cuentista que sí es chingón consiste en saber cifrar la historia 2 en los intersticios de la historia 1. Un relato visible esconde un relato secreto, narrado de un modo elíptico y fragmentario.
El efecto sorpresa se produce bien cabrón cuando el final de la historia secreta aparece en la superficie.
Cada una de las dos historias se cuenta de un modo distinto. Trabajar con dos historias quiere decir trabajar con dos sistemas diferentes de causalidad. Los mismos acontecimientos entran simultáneamente en dos lógicas narrativas antagónicas. Los elementos esenciales del cuento tienen doble función y son usados de manera distinta en cada una de las dos historias. Los puntos de cruce son el fundamento de la construcción.
La pregunta es: ¿Consideramos esto al momento de escirbir cuentos o escribimos cuentos a lo pendejo?
Luego de una larga discusión con Lio, quedamos en que sí hay obras planeadas, pero no en todos los sentidos de alcance, que llegan a tener, y yo comprendí que aquello que no se planea es cuando uno crea, dentro de la estructura establecida o más o menos establecida. Por eso los neuróticos-obsesivos adoran a Georges Perec, porque él les dijo: si se puede escribir sin inspiración.
Me he tomado el trabajo de leer todo lo que está a mi alcance acerca de la obra y los comentarios de este personaje. Por supuesto que el fulano se la sabe lunga y debe tener una biblioteca de la gran puta, adivino también más títulos en su haber que pelos en la cabeza.
Uno debe creer en lo que escribe, que escribe con un fin, aunque no sepa bien cuál ni por qué, porque si no hace esto termina como todos esos que conozco, que acaban tirando sus textos, porque sus ideas –según esto- alguien más ya las dijo, o si no lo han hecho, seguramente es porque no son tan importantes.
Sí, o por lo menos subirlas a un foro.
josejulio,16.12.2008
ASI ES. Yo creo en lo que escribo. Creo que lo que escribo es algo maravilloso y extraordinario.
Oiga Garvas por fin leo algo logico, las letras llamese literatura, soneto, quizas, no sé, pero nos definen a nosotros mismos tal cual somos, eso de los estilos, que cuando alguien te dice no debes escribir así porque es el estilo de cual o tal, debes buscar tu propio estilo, eso lo encuentro más dificil, los estilos son diversos ya que se lee más se aprende más ya nuestro mismo estilo se va perfeccionando o muestra cambios ¿verdad?
Nose pero algo tenemos que hacer, en esta página estoy pensando en qué?
Yo amo lo que escribo, me gusta ser como soy, amo mis letras, y bueno siempre me encuentro la razón.
Este Loammi ya está como santacannabis, que dice: "por fin algo congruente, bde todo lo dicho/b", pensando que con su declaración dictamina que el resto de lo dicho queda invalidado, por su santa gloria y opinión.
Si escribiera para que me dieran la razón, me pondría a comentar textos a lo bestia.
Usted apesar de su activa participación en los foros de este año como que no sabe mucho de personalidades, no ha estudiado a los comensales ya que en comparación usted ha escogido el ejemplo más nefasto de la historia entre santacannabis y esta servidora nada hay en comun, las faldas puramente, pero entre la señora moderadora y yo, no hay nisiquiera un puente en el desierto (esto último lo teme de otro foro), es como el agua y aceite que nunca se conecta, razones personales, sin gráfica di ningun tipo.
Hablando de bestia, ¿Cómo le ha ido? su link nunca se abrio, que cosas pasan en la vida real.
Por lo menos el padretcococo le habia sacado el perfil sicologico a la gran mayoría de integrantes, debería aprender de él, en fin el ganso o chancho es otro cobarde más, ni lo pesco, pero el está acostumbrado, nada nuevo bajo el sol, me voy al otro foro...
Uf, recibo una de reclamos por mi ensayo: necesidad o aspiración. Pare empezar, ¿quién de ustedes se ha podido sentar y decir voy a escribir y escribe sin que haya una idea que lo mueva? Nada más escribir por planeación.
La cosa es tener esa idea, tener el impulso necesario para desarrollarla y ya cuando está desarrollada los teóricos dirán: mirá, utilizó esta estrategía, para mostrar la sutileza del mundo invisible, bla, bla, bla.
Nunca salen las cosas como uno quiere, eso lo sabe cualquier persona que escribe, mucho menos pudo un autor haberse puesto a pensar a priori qué técnica iba a utilizar para obtener tal o cual resultado. A veces sale algo parecido, pero nunca lo que espera.
Frasecitas que sobresalgan al resto del texto. Gran truco. Tenemos a un Erich Fromm que escribía con redundancias y obviedades, como:
iLa madre ama por igual a todos los hijos, pues todos ellos son, sin excepción, fruto de su vientre/i.
¿Pero qué sucedía en sus libros? Luego de un rato de rollos enormes, como los de aquí en los foros, decía una frase que era muy contundente e importante. Cuando se pone de moda un autor nuevo, surgen varios copy-cats, que utilizan el mismo estilo, pero no se dan cuenta de que el texto debe tener esas frases con poder. i Una buena frase hace que el lector olvide un discurso con errores; a fin de cuentas, eso es lo único que la mayoría va a recordar.
PANTON E 1795 C
Para escribir comentarios debes ingresar al sitio: Ingresar