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sarkasmo,29.07.2006
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Encontrábase un hombre de madrugada caminando. El sol nacía a sus espaldas y una brisa intemporal congelaba sus pulmones. Pensó en lo maravilloso de la naturaleza y comenzó a observarla. Se enamoro del canto de un pequeño pajarito del cual lamento no saber su nombre. Tanto fue así que paso largos minutos observándolo quietamente. Amo su belleza natural y su libertad en el canto. Vasto pestañar para ver al gato, que con sigilo implacable trago al alado. Y es que quizás el ave canto tanto que no pudo percibir la llegada de su destino. | |
maecita,30.07.2006
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Me asome a tu orilla
y extasiada contemple
cómo la reseca espumosa
envuelve y se lleva
el rescoldo de mis penas | |
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