Esta vez responderemos a una de las preguntas o a las dos pero no en el mismo texto
SE PERMITEN DOS TEXTOS PARA CADA AUTOR con la restriccipon de superar las 150 palabras en uno de ellos y el otro no debe superar las 1000 palabras
Las preguntas son:
1¿ qué te recuerda esta música ?
(PreferentementeDIÁLOGO)
2 Y USTEDES ¿POR QUÉ SE SEPARARON?
Los textos se envían al EL_RETO_GANADORES en Privado.hasta el 30 de julio
AAAA
Sofocada por el llanto, me contaba su gran equivocación.
-Todo fue mi culpa, me decía-Todo fue mi culpa, pero la desconfianza me dominaba, desde el día que se instaló en mi casa
Todo cambió.
Carlos, que acostumbraba a salir de noche, para reunirse con sus amigos, empezó a ser más casero y a prestarle
Atención a las cuitas de su prima.
Se quedaban de sobremesa, hasta altas horas, mientras yo me encargaba de la limpieza.
A lo que surgían mis reclamos.
-Es mi prima y está atravesando una crisis, me explicaba. Vio a su novio una semana antes del casamiento con otra mujer,
De la mano y soltando carcajadas. Lo que ella ignoraba que era una compañera de oficina y le contaba travesuras de su hijo
Y sin aclarar nada, se marchó y llegó hasta acá. Desde chico fui su confidente.
Aludí un dolor de cabeza, le serví la cena a mis hijos y me fui a la cama.
No alcanzaba a escuchar lo que hablaban.
Bajé por un vaso de agua y en la penumbra de la cocina, los vi, apretaditos en lo que parecía un beso.
Cerré con fuerzas la heladera, ella arrinconada y él tratando de explicarme.
-No es lo que parece; déjame explicarte, dijo Carlos.
Tomé lo necesario, desperté a mis hijos, que no entendían nada, y me fui a mi departamento de soltera, que todavía lo conservaba.
Hablarás con mi abogado, dije dando un portazo.
El teléfono, no paraba de sonar.
Mis hijos preguntaban, yo callaba.
Vi a mi abogado, los que me aconsejaban que me calmara y que habría que estar bien segura de lo que hacía.
Me llegó una notificación, en la cual decía que el padre reclamaba ver a los niños, a la que no debería negarme. No había causa alguna.
Mis amigas me contaban que la prima, había vuelto a su pueblo y se murmuraba de los grandes preparativos para la boda y que según Carlos, el tal beso era un
Abrazo de contención.
Mi confianza en él se había perdido.
No volvería a ser la misma de antes.
Pasaron dos largos años y me vi envuelta en la tenencia de mis hijos.
Había sacado a flote la pequeña empresa heredada de mi padre y teníamos un buen pasar, pero los niños decidieron vivir con el padre
Una vez obtenido el divorcio.
Y ahora soy yo la que pasea sola, sin sonrisa y esperando los fines de semana para verlos.
Por eso me separé, cegada por unos tontos celos y por no querer escuchar las razones de los demás y me estoy consumiendo con días vacíos
En esta triste vida que solo existen los recuerdos.
BBBB
Era el día de mi graduación.
Eduardo yo habíamos obtenidos los dos primeros promedios.
Se sentía obligado.¿O eren ideas mías, llevarme a la fiesta?
En el transcurso de todos los años compartidos, muy pocas veces cruzamos conversación.
Y eran de cosas triviales. Salvo aquella vez que tocamos el tema de la música,
Me gustaría bailar el día de mi graduación con alguien tierno y dulce, y la que elegiría, sería “TU PROMESA”
“AQUÍ ESTOY A TU LADO,
MI PROMESA CUMPLÍ
ESTE ES EL MOMENTO
QUE TE PROMETÍ”
Sentí un soplo en el estómago y una amplia sonrisa en la cara, cuando la música, inundó el ambiente.
Todo despareció. Era él y yo, envueltos por la misma melodía.
Hoy cumplimos cincuenta años de casados.
Atrás quedaron los sinsabores.
Cierro los ojos y me veo niña otra vez, con la misma música y él
Rodeada de toda la familia, hasta ni los biznietos faltaron
LA HISTORIA QUE OLVIDE
Cuando la vio por primera vez, pensó en cómo era posible que una mujer como aquella tuviera el tipo de historial mental que tenía en sus manos. Cómo una mujer tan hermosa y calmada podría haber olvidado su violento pasado y fingir tal paz. Su trabajo sería conseguir una confesión, certificar su arrepentimiento y aptitud para vivir de nuevo en sociedad, o determinar que era una psicópata y que, por tanto, no debía volver a la sociedad.
Se sentó frente a ella, y se quedó observándola por unos breves momentos, ella parecía absorta en pensamientos; un dejo de sonrisa se escapaba de sus labios, la luz de la ventana la iluminaba de una manera maravillosa; parecía una alucinación; era la visión exacta de la perfección femenina. Transmitía al verla calma, seguridad e inocencia. Debía tener cuidado de no dejarse influenciar por su belleza y sus modos inusualmente delicados y suaves.
Ella volteó a verlo, sonrió y se levantó del diván del consultorio:
- Buenos Días Doctor, tiene usted una oficina hermosa, no entiendo cómo logra trabajar en este lugar, dudo que yo pudiera lograr tan hazaña, me quedaría todo el día contemplando la belleza del jardín junto a su ventana…
- Es un buen lugar, efectivamente. Tome asiento por favor. ¿Cómo ha estado el día de hoy?.
- Todo lo bien que se puede estar en un lugar como este. Me siento maravillosamente bien aunque no recuerde como llegue aquí.
- Mi trabajo es que usted pueda recordar todo lo que ha olvidado. ¿Le molesta si pongo algo de música?
- Para nada, me deleita la música…
- Es River flows in you, interpretada por Yiruma
- La reconozco, de hecho conozco esa composición muy bien – se escapó de ella una sonrisa que delataba una conexión profunda con la melodía.
- ¿Qué te recuerda esta música?
- Conocí a Andrés, mi novio en el lanzamiento de esta canción en 2001. Es casi poético, cada persona que he conocido mientras escucho esta canción juega un papel determinante en mi vida…
Estuvieron hablando por un par de horas sobre la infancia, adolescencia y los primeros años luego de graduarse de la escuela. Sus amores escondidos, sus recuerdos más profundos, lo bueno y lo malo de su vida. Al terminar la sesión, los dos tenían la imperiosa necesidad de volver a hablar pronto.
Al día siguiente él no estuvo en el consultorio en todo el día, estuvo caminando por las calles que ella había citado el día anterior, comprobando cada detalle que ella había mencionado. La claridad de su memoria era algo sorprendente teniendo en cuenta que afirmaba no recordar las causas de su ingreso al sanatorio. Ella, estuvo paseando frente al consultorio todo el día, se le notaba la expectativa de encontrarlo casualmente en algún momento.
Empezaron citas cada tres días durante seis meses, en cada una ella hablaba por horas de sus recuerdos importantes y al día siguiente él recorría cada recuerdo de ella buscando un error que nunca encontró, su memoria era más diáfana que la de cualquier persona que hubiese conocido antes.
Tras meses de terapia llegó el día de la cita final, ese día terminaría su diagnóstico y se decidiría si ella volvería a estar en sociedad, o si debería permanecer toda su vida en el sanatorio.
- Hola Doctor! Qué bien me hace verle hoy!
- Buenas Tardes Elizabeth, ¿quiere que coloquemos un poco de música hoy?
- Por supuesto! Todo es mas placentero con música…
- Elizabeth, quiero que hoy me cuentes el último día que recuerdas antes de ingresar al hospital, ¿lo recuerdas?
- Si, recuerdo que mi novio y yo paseábamos en su coche nuevo, bueno, teniendo en cuenta estos meses que me ha abandonado supongo que es mejor llamarlo ex novio – bajo la mirada e intento ocultar una mirada nostálgica – su padre le regalo un Porsche 911 plata, es hermoso, y siempre me han gustado los autos veloces y elegantes. Dimos un par de vueltas en la carretera, cenamos, fuimos a mi casa; ese día él se quedaría conmigo a dormir. Supongo que me quede dormida en el auto porque lo siguiente que recuerdo es haber despertado aquí, metida en una bata blanca y luego esta ropa tan poco… llamativa…
- Elizabeth, ¿Recuerdas lo que pasó?, ¿tuvieron un accidente?, ¿alguien los atacó en el auto?… ¿Recuerdas algo de eso?, ¿a el agresor? ¿El ataque?
- No, nada de eso, no puede ser cierto… ¿dónde está Andrés?!!!
- Él ya no está, no sobrevivió al ataque, tu solo sufriste un golpe en la cabeza…. Él fue torturado y no resistió.
Ella lloraba, no podía creer que estuviera pasándole algo así, no concebía haber estado dormida todo el tiempo mientras su novio, Andrés, sufría a su lado… El diagnostico estaba terminado. Él se encargaría de que ella retomara su vida y le ayudaría a superar el trauma.
Casi un año después él se había enamorado por completo de ella, fue a recogerla para salir a cenar; esa noche le pediría que fuera su esposa. Al subir al auto ella le dijo “tengo una sorpresa para ti” y coloco la primera canción que escucharon en su consultorio. Minutos más tarde la policía rodeaba el coche, no habían rastros de ella, y él había sido horriblemente torturado, River flows in you seguía sonando repetidamente en el radio del auto…
Crecieron juntos en Omsk, una pequeña ciudad Rusa, fueron juntos al conservatorio de Samara y decidieron rentar un piso en Moscú al terminar sus estudios, eran los mejores cada uno en su área. Albert había estado a punto de renunciar a la carrera por una lesión en la mano, David lo animo por meses y cada día le obligaba a ensayar en el piano, practicaban en el gimnasio de Omsk, “donde suelen morir los románticos que renuncian al amor”. Es casi una maldición.
David era un apasionado del violín. Sus dedos bailaban por las cuerdas con singular precisión y destreza, siempre sonreía cuando tocaba. Albert cerraba los ojos de vez en cuando mientras tocaba el piano, parecía transportarse a otro planeta. Empezaron tocando en pequeñas celebraciones y en restaurantes finos, fueron avanzando hasta donde estaban, el Teatro de Estonia. Al finalizar cada uno encontraría una chica con la cual divertirse y se encontrarían al día siguiente para ensayar, era la costumbre de cada concierto.
Toda la sala de conciertos estaba en éxtasis, la unión del violín y el piano eran exquisitas, las notas flotaban en el aire en un suave movimiento en sol mayor, todos temblaban al escucharlos tocar juntos. Terminaron la última nota de la pieza al tiempo se miraron con complicidad y todo auditorio se levantó al unánime para aplaudirles. La química y simetría entre los dos era perfecta.
Al pasar al centro a saludar al público que aplaudía desenfrenado los dos la vieron al mismo tiempo, era su sonrisa y su mirada lo que iluminaba el auditorio desde ese momento. Tocaron la siguiente pieza con singular pasión, la multitud enloqueció, pero ellos seguían absortos en la mirada de ella. David y Albert habían entregado sus corazones a la misma mujer sin darse cuenta. Al finalizar la función fueron al camerino, pidieron averiguar quién era la chica a su personal de servicio y llevarla al restaurante para invitarle una copa luego del concierto. En pocos minutos uno de los encargados subió al camerino y pronunció las palabras que los dos estaban esperando “está hecho…”
-David, ella será mi esposa, cuando la veas estarás seguro que no hay nadie mejor
- Jajajaja, ¡Encontrar esposa al tiempo era lo que nos faltaba!, cuando pongas tus ojos sobre la mujer que mandé llamar pensaras dos veces sobre tu elección…
Bajaron juntos al bar y la vieron sentada en la mesa esperándolos. Albert bajo la mirada, y susurro, no era posible que estuviéramos más conectados amigo mío. Salió a la calle y jamás fue visto de nuevo. Lo buscaron en cada lugar posible. Solo David podía saber dónde se encontraba, el viejo gimnasio de Omsk, era el sitio al que huían todos los románticos cuando decidían renunciar al verdadero amor.
-b¿Qué te recuerda esta música?/b me preguntó.
Estábamos sentados en el barcito donde solía encontrarme con Pablo. Llovía torrencialmente; ella se cerró aún más el abrigo. Hacía frío, o quizás nosotros sentíamos frío.
Supongo que la pregunta se le ocurrió al ver mi mirada perdida y la triste expresión que debía mostrar mi cara.
-Tantas cosas -dije yo, y continué ensimismado en mis pensamientos y en la canción de Silvio Rodríguez y su Unicornio Azul.
-Contame algunas -me pidió Laura mirándome con sus ojos grises.
No tuve otra alternativa que repetir lo que otros ya habían comentado sobre esa canción.
-Lo que pasa es que me quedé pensando...¿A qué se habrá referido Silvio cuando decía que había perdido a su unicornio? ¿Sería la libertad? ¿Un amor? ¿Vos qué opinás?
-Y...no sé -contestó ella -la verdad que yo tomé esas letras como fantasías, nada más, pero ahora que me lo preguntas...tal vez...también pudo referirse a una amistad -dijo con su voz dulce de siempre.
Recordé al flaco. Había fallecido seis meses antes. Mi amigo de toda la vida; en las buenas y en las malas, como se suele decir.
Durante años nos habíamos encontrado todos los sábados para tomar un café y charlar de nuestras cosas. Yo le contaba hasta el más íntimo detalle de mi vida. El flaco sí que sabía escuchar; pero ahora ya no estaba, y yo lo esperaba, como antes, como si por arte de magia él pudiera volver.
No quería ni pensar en lo que le pasaba a ella.
-Sí -le contesté -el unicornio pudo ser un amigo; no se me había ocurrido.
-Es muy triste -dijo Laura, y me tomó la mano.
Sentí un escalofrío. Ese contacto me retrotrajo a días que no podía olvidar.
-Decime Laura, ¿vos te acordás de cuando hace veinte años nos juntábamos todos en lo de Pablo? Para escuchar música, conversar; éramos diez o doce.
-Sí- respondió ella -me acuerdo; él y yo ya soñábamos casarnos en esa época. Eran lindos tiempos, yo tenía dieciséis, ¿y vos?
-Dieciocho, igual que él -dije recordando la envidia que me había provocado verlo con la mina más linda, y que luego se casara con ella.
Ahora estaba muerto.
- ¿Sabés una cosa?
-No, decime…
-Nunca te lo dije, pero el flaco me pidió que no te dejara sola.
-No me extraña, él era así; y a vos te quería mucho; lo sabés.
Laura se despidió, salió a la calle, y se mezcló entre la gente que caminaba rumbo a sus tareas habituales.
Miré el cielo. Seguía nublado, pero ahora la lluvia torrencial solo era una tenue llovizna.
b-¿Y por qué se separaron?/b -pregunté.
Ella no contestó.
Yo estaba acostumbrado a los pacientes que se tomaban un tiempo para pensar las respuestas. Los prefería a esos otros que no paraban de hablar pasando de un tema a otro con desenfrenado ímpetu.
-Por mi culpa –dijo por fin.
La observé con calma. Casi todos los pacientes mencionaban la palabra culpa de vez en cuando.
Me di cuenta que había cierta resistencia que obstaculizaba el análisis. Sin embargo ella había dejado bien claro en la sesión anterior que necesitaba hablar en detalle de su problema.
-¿Qué está pensando? -le pregunté.
-Pienso en él. No es una mala persona.
-¿Y qué pasó? -dije con delicadeza.
-Nada, lo de siempre –respondió. Volvió a quedarse callada. Miré mi reloj; veinte minutos, ya. Hice otro intento.
-Ana, usted me dijo que le era imprescindible tratar este tema. Avancemos ¿quiere?
-No me siento muy bien.
-¿Le gustaría tomar un vaso de agua?
Algunas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. Le alcancé la caja con los pañuelos de papel. Se secó los ojos, trató de recomponerse y dijo:
-No, gracias. ¿Sabe lo que pasa? Lo extraño; todo esto no debió ocurrir.
-¿Qué cosa Ana? ¿Qué fue lo que pasó?
-Las discusiones, los intentos frustrados de reconciliación; todo eso.
-Cuénteme más Ana, siga, la escucho.
-Él me engañaba... ¿sabe lo que se siente cuando la persona que uno ama es infiel?
-Me gustaría que me lo diga, Ana - propuse con amabilidad.
Hizo una pausa; parecía buscar una respuesta que explicara a la perfección su situación.
-Se siente un gran dolor por la traición... y sorpresa ¿entiende? por algo que no se espera. Además está en juego la autoestima. Usted de eso sabe bastante ¿no?
-Si, algo sé; y dígame, Ana. Ustedes ¿hablaron acerca de lo que había pasado?
-No; él se fue con ella. Y no volvió.
-¿De un momento para el otro? ¿No le dio ninguna explicación?
-Dijo que no soportaba más mi desvarío.
-A ver, Ana ¿A qué se refería él cuando hablaba de su desvarío?
-Decía que mis celos lo estaban volviendo loco; que todo ese asunto de su amante era un invento mío.
-¿y usted qué le contestó?
-Que estaba cansada de sus mentiras.
-¿Alguna vez vio a esa mujer con la que su marido la engañaba? ¿Sabe su nombre, o algo acerca de ella? ¿Hubo algún mensaje que lo delatara, u otra señal importante de esa infidelidad? -Le pregunté esperando su reacción.
Otra vez se quedó en silencio. No me pareció prudente instarla a continuar. Noté que su mente intentaba asir una realidad que se le escapaba.
Cuando finalmente habló supe que habíamos logrado un gran paso. Las siguientes sesiones serían cruciales para su recuperación.
-A veces, doctor, pienso que él tenía razón. Que tal vez no había otra mujer. ¿Usted puede ayudarme? –pidió con un hilo de voz.
-Por supuesto, Ana ¿Seguimos el lunes? La espero a la misma hora.
Nuestro matrimonio estaba arruinado. En un último intento por salvarlo acudimos a un psicoanalista. En esa nuestra primera entrevista, los dos estábamos nerviosos, ante la atenta mirada del doctor.
Nos escudriñó de pies a cabeza y espetó sin avisar:
(¿Y USTEDES, PORQUÉ SE SEPARARON?)
Mi marido no sabía dónde mirar, ni cómo empezar a hablar. Tomé la iniciativa.
“Me volví loca” dije:
El galeno me invitó a que me relajara, tomara aire y continuase.
“Hace un tiempo me encontré cansada, muy cansada y me hice unos controles médicos muy exhaustivos. El dictamen me dejó estupefacta.
Tenía hepatitis C, y mi hígado estaba tan deteriorado que no se podía hacer biopsia. Había un tratamiento, pero estaba en experimentación. Si me sometía a su coste (Más de 1.000 dólares) podría salvarme.
Me sometí a ese tratamiento feroz, que me dejó sin cabello, estropeó mi dentadura, me hizo perder más de treinta kilos. (Me miraba al espejo y me asustaba, parecía una adicta).
Lo peor estaba por llegar. Por lo general tranquila, me volví odiosa, gritando por todo, histérica y lo que es peor: agredía físicamente a Félix, mi marido. El todo lo callaba. Hasta que no pudo más y me denunció por violencia de género. Fue a buscarme la policía, tuvimos un juicio y estuvimos alejados por dos años.
Tuve un intento auto lítico, y me tuvieron que ingresar en el Psiquiátrico. No podía vivir sin él.
Y aquí estamos, intentando que nuestro matrimonio se arregle.
¿Qué me dice, doctor?
Soy el capitán de la expedición Kepler- 16B. Paso a describir el informe de situación, a la fecha:
Como ya lo hemos manifestado en anteriores envíos, el paisaje es sorprendente, las sensaciones, vertiginosas y prácticamente hemos perdido, el uso terrestre del tiempo. También, conseguimos adaptarnos a ver amanecer dos veces, en el plazo acostumbrado para una y a la duplicada puesta de sol. Acorde a las nuevas circunstancias, ya está el proyecto de un calendario apropiado y el cálculo de la duración de los días. Se ha hecho realidad La vieja fantasía de algunas películas de ciencia ficción. Acomodarnos al nuevo hábitat, fue larga y complicada tarea. En un planeta que gira alrededor de dos estrellas, en un territorio inhóspito, la misión no es fácil. La tierra se halla a doscientos años luz de viaje. A pesar de los dos soles, hace frío. Lejos está el cálido astro que entibia vuestras mañanas hogareñas y el verde que resplandece en la campiña. Lejos, aquellas épocas en que no existían, entre los pioneros de esta urbanización, diferencias de criterio.
Para no desarraigarnos por completo de la condición humana y de los hábitos terrestres, aunque ya no las escuchamos con la ansiedad de los primeros tiempos, esperamos las noticias del mundo que llegan, con retraso pero llegan. En el desarrollo de la misión empezamos a ver los primeros frutos. La vida, hasta ahora, comenzaba a ser menos dura y la nostalgia, a ocupar el lugar previsto, en los entrenamientos previos a la partida. No nos desmoralizaba la certeza de no regresar jamás a nuestro planeta.
Vivíamos tranquilos, nos aseguraron que en cien galaxias examinadas, las sondas no habían encontrado rastro alguno, excepto nosotros, de existencia de seres vivos.
Aún en la distancia y en los cambios, habíamos acordado mantener ciertas rutinas de convivencia, especialmente la de conservar la serenidad ante los obstáculos, por difíciles que se presentaran. A pesar de ello, no alcanza el éxito, tampoco el esfuerzo por armonizar, las medidas a tomar en el futuro cercano. La falta de asidero adonde descargar la angustia, amenaza dividirnos.
No sabemos exactamente a que estamos expuestos ni cuánto, tampoco en qué momento, podremos volver a enviar mensajes a la tierra.
Cuando sucedan los hechos que aparentemente se avecinan, ustedes, los científicos que pensaron esta propuesta y el mundo entero, querrán saber de nuestras desavenencias y habrán de preguntar:
-bY ustedes, ¿por qué se separaron?/b ¿Cómo es que no consiguieron mantenerse unidos en la adversidad? Buena pregunta luego del estricto aleccionamiento en ese sentido.
No hay tiempo de entrar en explicaciones pormenorizadas y mucho menos de pedir ayuda. Por el momento nada ha sucedido pero estamos rodeados por cientos de ellas. Son naves desconocidas que se aproximan y luego se pierden, en la contumaz infinitud del espacio.
- Escucha, cariño,b ¿¡qué te recuerda esa música!?/b
-He estado acompañado por muchas mujeres, ninguna con tu carisma y encanto. Ninguna más glamorosa ni más acorde con mis sensibilidades financieras y aspiraciones últimas.-No hay dudas, querida, mi vida ha sido y es un continuo escalar hacia el éxito. Ahora estoy enamorado y mi futura esposa es la culminación, el broche de jadeíta que engalanará mi buena estrella. María Gracia, tú eres como ese mineral, misteriosa, fina y la piedra, copia exactamente el color de tus ojos. Disculpa mi grosería pero los envidiosos dirían que contigo he pegado el “braguetazo”.-Mi amor, ha llegado el momento de formar la familia y establecernos, todo exitoso necesita herederos y estoy seguro de que vendrán. Eres exquisita, sutil, nadie sabe hacer los mohines de complacencia que en este momento adornan tu rostro, ni besarme la mejilla en agradecimiento como lo haces, ni envolverme en tu fresco perfume mañanero.
-Ah, mi cielo, ¡mira que eres jocoso y adulador! Exageras, como haces siempre que persigues algo.
-No necesitas que yo lo diga, cuando te miras en el doble espejo del vestidor, devuelve esa imagen que no me canso de elogiar: elegante, sobria, femenina, el aspecto que hace que todos te admiren tanto en las reuniones de esparcimiento como en la de negocio, en la que acabo de presentarte como mi futura cónyuge.
-¿Recuerdas? Me conquistaste bailando la melodía que ahora se oye por los altoparlantes de la sucursal. ¿No crees que suena fuera de ámbito, como si no se hubiese creado para esta hora, ni para este lugar repleto de gente común?
-¿Te refieres a los clientes que gastan su dinero con voracidad?
-¡Sí tú lo dices amor!
- No olvides que el desembolso generoso de estas personas, contribuye a abultar las cuentas bancarias personales que pronto también serán las tuyas. Solo es cuestión de endulzarles los ojos y los oídos, lo demás viene por añadidura.
-Es temprano, ¿qué te parece si para acortar los minutos que nos faltan, antes de que llegue la hora de la cita para comprar los anillos, bebemos un café en las instalaciones del centro comercial? Ya no hay tiempo de ir a otro lugar.
-Sé que la puntualidad es otra de tus virtudes indeclinables, casi una obsesión, cariño. Acá nadie sabe quién eres y conociéndote, lo que deseas en verdad, es usar la ocasión para observar el rendimiento del personal. Te acompañaré pero debes prometerme que no se hará un hábito, sabes que me agobian los lugares multitudinarios.
-Buenos días señores-¿qué les sirvo? ¿Ya miraron la carta?
-Café bien cargado por favor- No traiga azúcar.
Me siento complacido. Acércate para que puedas oírme mejor: la vida me ha hecho un privilegiado, yo soy el único hacedor de mi fortuna y tú eres la joya que faltaba en mi tesoro.
- El café huele apetitoso, revuelve con cuidado. Trata de disolver la abundante espuma y aspira el aroma que viene de la taza ¿no es delicioso?
-Tienes razón y el sabor es el justo, ideal para este sitio.
-Estoy satisfecho. Como calculamos, el producto es el adecuado y también el servicio. -Este año volveré a motivar el trabajo, reactivando el premio “Empleado del Mes”.
-Si ves que da resultado, todo lo que se haga es bien venido. Una vez que nos casemos, yo misma te ayudaré a pensar en otros incentivos. ¿Qué hora es?
-No tengas prisa, bebe tranquila, todavía hay tiempo, mientras observo el movimiento de la cafetería. ¿Qué te ha parecido el personal ejecutivo de la empresa?
- Muy agradable, me han recibido con amabilidad como era de esperar. Ya llegará el momento de conocerlos mejor.
-¿Deseas algo más?
-No tesoro, gracias.
- ¡Mozo! ¿Me cobra por favor?
-Ven, vámonos, ahora contamos con el tiempo justo para llegar al estacionamiento y partir velozmente hacia el atelier de la entrevista. -Debemos caminar primero hasta la calle y luego unos pasos hacia la derecha. Allí se encuentra estacionado el automóvil y podremos mostrar la tarjeta de exento al cuidador.
-Tómate de mi brazo y deja que abra paso entre los mendigos que se ubican en las puertas de acceso. No les está permitido ingresar a las galerías pero tampoco puede mi influencia hacerlos desaparecer de las veredas. Odio verlos con esa mirada suplicante pidiendo limosna ¿es que no tienen dignidad? ¿No tienen una familia que se haga cargo de su miseria?-Me molesta que entorpezcan el camino, justo a la salida de nuestros centros de compras y que nadie se haga eco y los obliguen a retirarse.
-Serénate cariño, desplázate rápido y veras como pronto los dejamos atrás.
-Mira ese anciano, parece una momia, más muerto que vivo. Da asco esa mano arrugada, extendida hacia nosotros. El mismo rechazo que me dio tomar la de mi padre, en su lecho de muerte, en el momento de hacerle firmar el testamento. Le tiraré una moneda, no quiero morir con recargo de conciencia. Después de todo mis negocios en parte, se avientan en lo que a ellos les falta.
Sentado en un confortable sillón, próximo a una ventana con vista al Rio de la Plata, el diseñador y modisto Rafael Costa, escucha "Aída" y recuerda el día de Ferragosto cuando conoció y se enamoró de Andrea Dalla Líbera. Inesperadamente, se incorpora y se dirige al estudio. Enciende la computadora y sin dejar de escuchar a Verdi y comienza a escribir:
.......................................
"En estos tiempos, en que la sinceridad es una medicina que debe suministrarse con precausión y en pequeñas dosis, quiero contarles una vivencia personal que cambio mi destino. Para ello, es necesario que conozcan pormenores de mi vida.
Nací y viví en un edificio de planta alta en la ciudad de Mar del Plata, a dos cuadras de la estación del ferrocarril. En la planta baja funcionaba una sastrería cuyo dueño era un señor, llamado Samuel Jaison. Allí, a los nueve años comencé a trabajar como cadete, y Alberto, mi hermano mellizo, a picar solapas a mano. Un buen día, don Samuel, nos dijo que tomaramos una aguja, un dedal y una tela. Nos quería enseñar a coser porque; "El día de mañana, el oficio les servirá para vivir". Terminado el bachillerato y gracias a una recomendación de nuestro maestro, comenzamos a adaptar trajes de confección y a diseñar- montar escaparates en la tienda "Los gallegos". En Julio de 1978, la casa central, situada en la esquina de Luro y San Juan, quedo totalmente destruída por un incendio. Alberto y yo nos quedamos sin trabajo.
Otra vez, con la ayuda de don Samuel, y ya convencidos que "la aguja, el dedal y las telas nos darian de comer", nos trasladamos a La Capital Federal. Comenzamos a trabajar de modistos en la "Sastreria de Buenos Aires" en Palermo viejo. Una sastreria teatral que ha perdurado décadas por su seriedad y el reconocimiento del ambiente artistico.
Nuestra vida cambió radicalmente. Diseñabamos y confeccionabamos ropa para aquellos que serían nuestros futuros clientes. Fascinado por el vestuario de uno sus espectaculos teatrales, diseñado y confeccionado por nuestras manos, Pepito Cibrián nos alienta a lanzarnos en propio. Con Pepito de garantía, alquilamos y restauramos un pequeño local con el taller al fondo, a pasos del negocio de Gino Bogani. Así nace "Costa", una casa dedicada exclusivamente a la moda masculina. De a poco, casi de forma cronológica, teniendo como caballito de batalla una bombacha de campo (que ya fabricabamos en Mar del Plata bajo la estricta supervisión de don Samuel), nos convertimos en la pareja de modistos más popular y conocida de Buenos Aires.
Eramos demasiado jóvenes e inexpertos. El trabajo, el éxito y el dinero nos estaban mareando. Debíamos alejarnos un tiempo de nuestro pequeño mundo y tomar distancia para poder dar un salto de calidad. El momento había llegado. En el verano europeo, decidimos hacer una maestría intensiva en diseño de ropa para caballeros en el "Istituto Maragoni" de Milán, una de las mejores escuelas de moda a nivel mundial. Corría el 2001, año del centenario de la muerte de Giuseppe Verdi.
La noche de Ferragosto, acompañados de un grupo de compañeros del curso, nos trasladamos a Bergamo Alta, ciudad medieval amurallada, enclava en una colina a escasos kilometros de Milán. En la Piazza del Duomo, la orquesta filarmónica de la Scala di Milano, acompañaba al coro de Bergamo en la ejecución de Verdi.
El destino quiso que me sentara junto a Andrea, que apenas conocía. Después de las dos horas que dura la magnífica ópera "Aida", nos descubrimos abrazados, besándonos y llorando de emoción. El amor nació en esa noche de verano italiano. No nos separamos ni un instante durante los doce días que restaban para terminar el curso y volver a Buenos Aires. Sin promesas ni compromiso alguno, nos despedimos con un cálido beso sin pasión en el aeropuerto de Malpensa.
Pasaron quince días de nuestro regreso. Ya reintegrados a la actividad, Alberto muere de overdosis. El dolor insoportable por la pérdida de mi querido hermano, hace que entre en estado depresivo. En sólo dos semanas perdí las personas que más había querido en mi vida. Me encierro en mi departamento, no quiero ver ni hablar con nadie. Una Noche, tarde, el portero eléctrico sonó con insistencia. Atiendo y una voz me dice:
"Ciao Raffaele... sono Andrea mio caro, vengo a lavorare e vivere con te... e non dirmi di no. Solo ne ho con me un zaino mezzo vuoto e tanto amore da darti... apri la porta per cortesia, che nella tua città fa troppo freddo."
Andrea posee astucia natural para hacer negocios, los huele y también una habilidad particular para modular la creatividad de acuerdo a las necesidades del mercado de la moda masculina de nuestro país. La experiencia adquirida diseñando en famosas casas de moda masculina de la vía Montenapoleone, le dieron un nuevo impulso a "Costa". Hoy, nuestras prendas; cómodas, de líneas rectas, confeccionadas con materiales selectos sin abusar del color, son consideradas una garantía de elegancia masculina.
Después de sancionada la ley de Matrimonio Igualitario y completar los trámites de residencia debido a su ciudadania italiana, en marzo del 2012, Andrea y yo nos casamos legalmente consolidando nuestra unión de más de diez años. Lo festejamos en un restaurant del Tigre con nuestros padrinos, Pepito Cibrián y su pareja y un reducido grupo de amigos íntimos.
Ambos somos concientes que el matrimonio entre dos hombres, no puede seguir los cánones de uno hombre-mujer. Consideramos lógico que ninguno de los dos adopte un rol determinado dentro de la pareja. Dos hombres como nosotros, con formación similar, acostumbrados a impartir órdenes y tener una vida social activa, no se adaptarán a tomar un rol que no les corresponde. Fue necesario darle forma al matrimonio sin ajustarnos a modelos preexistentes. Si bién los prejuicios de la familia no interfirieron en la relación, tomamos en cuenta las interferencias que puedan producirse por parte de las personas que culpan la homosexualidad y puedan lastimarnos.
N.B. en italiano el nombre Andrea es masculino y Andreína femenino
En nuestra clase del liceo había otro Pablo y para evitar confusiones, me llamaban Pablo Amado o Amado a secas. Después del bachillerato todos tomamos diversos rumbos. Ella se fue a estudiar cine en la Sorbone y yo me quedé en Madrid. Estudié física. Nos volvimos a ver cuando asistí a un congreso en París. Habían pasado ocho años desde que terminamos el Liceo.
Al reconocernos nos emocionamos como los adolescentes que habiamos sido, ella se había convertido en una hermosa mujer. Comenzó entre nosotros una historia de amor encuadrada en la inmejorable escenografía de París, la eterna, la mágica ciudad que nos acunó con su explosión de luces hechiceras. En primavera París renace con perfume a jazmines y se hace perdonar la rigidez de sus penosos inviernos. Ella, enamorada y feliz, me siguió llamando Amado como en el Liceo y en su voz adquirió su real significado.
Volvimos juntos a Madrid y nos casanos después de una feliz convivencia de cinco años; esperábamos un hijo. Nunca la escuché llamarme por nombre, ni en los momentos de mayor intimidad.
El niño que llevaba en su seno bailó la canción de “Love story” con nosotros en la boda, decidió no nacer. Se fue en un torrente de sangre
Después de la pérdida,supimos que no habría otra espera. Sufrimos los dos,y desde entonces,poco a poco algo se fue quebrando entre nosotros. Nos sobrevino un gran cansancio, éramos impacientes y hasta agresivos el uno con el otro Nos dejamos llevar por el vacío de la rutina y por la incomprensión...
En una penosa conversación que nos tuvo despiertos hasta la madrugada,reconocimos que nuestro amor se había ido con el niño y que debíamos poner un civilizado punto final a nuestra relación.Yo me ocuparía de todo lo legal, no poseíamos casi nada y lo que había lo repartiríamos mitad y mitad. Ella deseaba volver a París.
Al día siguiente, al salir para la oficina,ella aún dormía. Cerré la puerta sabiendo que no encontraría a mi esposa al volver a casa. Así lo habíamos establecido.
Al regresar, más tarde de lo habitual, vi en el ingreso una nota que decía:
”¡Qué pena Pablo, nos amábamos tanto...!” Suerte .
Me pasé la vida imaginándote, no es momento para ser cobarde.
(Gustavo Cerati)
Tendió una mano para ayudarme a bajar del vaporetto, me miró fijamente a los ojos y me dijo todo en su mirada. Y yo lo miré como un animal enceguecido y alerta. Pero me sentía un ángel, un pájaro volando entre las nubes. El tiempo en Venecia transcurrió demasiado rápido. Sólo pude ver a él y al Canal Grande desde una pequeña ventana del atelier. Una enorme postal de colores en movimiento, al amanecer, al ataredecer y en la noche. Semanas más tarde, cuando regresé a Buenos Aires, no me atreví a desarmar la valija. Solo atinaba a observar mi ropa impregnada de su olor como si contemplase una catedral inconclusa levantada con mis sueños.
Mi madre, abrazándome fuerte me preguntó:
Hoy, 12 de julio de 2015, es mi último día de trabajo, y me asusta pensar que ya haya pasado tantos años. Si parece que fue ayer que recibí el llamado telefónico de la oficina de personal del banco para anunciarme que debía concurrir a tomar posesión del cargo. ¡Había salvado el concurso! ¿Cómo no voy a recordar ese momento? que quedó nítidamente engarzado con la música que escuchaba en ese instante: “Serenata a la luz de la luna” de Glenn Miller.
Muchas cosas han cambiado desde aquella época, pero curiosamente la oficina de personal sigue en el mismo piso, y en el mismo lugar.
Tenía planeado no despedirme para evitar emociones fuertes que pudieran perjudicarme. Mis compañeros entenderían si luego los llamaba por teléfono y les explicaba el porqué de mi ida subrepticia.
Pero quería cumplir con algo que para mí era todo un desafío. Ir a la Sección Personal cerrar los ojos por un momento, sólo un segundo, para apretar 50 años de trabajo, 50 años de vida en un instante.
No pude hacerlo, sencillamente no me animé.
A medida que se acercaba la hora de salida, una infinita angustia y desolación me invadía. Ya los compañeros de trabajo parecían ajenos a todo mi entorno. Los veía como figuras extrañas que ya no pertenecían a mi mundo, a mi nuevo mundo. Ellos seguían con su rutina, que ya no sería la mía. ¿Qué extraña sensación es esta, que hace que durante años deseemos este momento, y cuando llega nos produce angustia?
Me fui antes, como a escondidas, con miedo, como si estuviera haciendo algo malo. No me despedí de nadie por el temor de quebrarme en ese momento.
Llegué al auto, prendí la radio, y la sintonicé en una emisora cualquiera.
Alcancé a escuchar las inconfundibles trompetas con sordina de la orquesta de Glenn Miller y los últimos acordes de: “Serenata a la luz de la luna”.
Me faltaba poco para entregar mi tesis, vivía en París en casa de una anciana que alquilaba cuartos a los estudiantes extranjeros. La casa estaba ubicada cerca de La Sorbonne y el precio incluía un buen desayuno en el cual nunca faltaban los deliciosos “croissants” franceses.
Por las tardes, un músico ambulante llegaba a la placita de enfrente y se quedaba allí unas dos horas. El hombre transportaba el pianito sobre una tabla con ruedas pintadas de verde blanco y rojo . El instrumento tenía sus años pero no desafinaba y siendo automático, el hombre se limitaba a apretar botones para cambiar las melodías o ajustar el volumen. Cuando me tomaba un alto de descanso, iba a sentarme en un banco de la plaza para fumar (la vieja me tenía prohibido hacerlo en la habitación) y empecé a saludar al hombre que me respondía con una especie de reverencia. Pasaba mucha gente, la mayor parte eran jóvenes estudiantes y pocos se detenían a dejarle unas monedas en la caja de lata que tenía en el suelo.
Compadecía al hombre. Debe ser muy triste ,pensaba, reducirse a ganar la vida de esa manera, soportando veranos calurosos e inviernos rígidos como el que estábamos pasando. E hombre vestía una desgastada chaqueta rompevientos y un gorro de lana que calaba hasta los ojos dando realce a la abultada nariz enrojecida por el frío. Una tarde cuando bajé al darle unas monedas en la mano le pregunté si tenía ”O sole mio” en su repertorio. Desde entonces cada vez que me veía en mi ventana me hacía su elegante reverencia y ponía “mi “ canción. Intercambiábamos algunas palabras, porque él era italiano como yo y nos unían el idioma y las nostalgias.
Estaba daba los toques finales a mi tesis y pronto me marcharía, cuando noté que el viejo del pianito no venía desde hacía días. No puedo decir que le extrañara pero su ausencia marcó el momento de dejar a mis amigos y a París. Una noche, al salir de un bar vi a un muchachito que hacía sonar un piano automático.Era seguramente el del viejo, lo reconocí por los colores de la bandera italiana de las ruedas,
-¿Eres el dueño del instrumento? le pregunté y el jovencito titubeó y miró de un lado a otro antes de contestar, probablemente temía que yo fuera un policía en civil ya que a los menores no se les permitía trabajar por las calles y aún menos de noche.
Agregué en mi claudicante francés que yo había conocido al viejo que tocaba ese pianito frente a mi casa todas las tardes. El chico se relajó y dijo que el piano era de su abuelo que estaba en el hospital, porque se había caído y que él trataba de ganar algo para poderle comprar un abrigo cuando volviera.
Al día siguiente volví a la esquina del bar, El viejo y yo éramos más o menos del mismo talle y le dí al muchacho un gran bolsón en el que había puesto el dinero suficiente para comprar un buen abrigo y gran parte de mi ropa invernal.
“ Dile a tu abuelo que deseo que se reponga y se acuerde de tocar de vez en cuando mi canción.”
El chico quiso saber cuál era y me marché de allí al son de “O sole mío”… debió ser que debido al frio los ojos se me llenaron de lágrimas.
-¿Que te recuerda esa música?
-A su locura supongo -Respondió con la mirada perdida y una sonrisa tierna.
-Loco lindo, siempre con sus ocurrencias. Ademas era un melómano -Comenté en complicidad.
-¿Sabes? me enseñó a escuchar esa canción con su método.
-Ah mirá vos, nunca supe de un método para escuchar canciones.
-El tenia uno, lo tengo anotado por ahí, si me das un minuto lo busco y leo.
-Dale! parece interesante.
Abrió el cajón de la mesita, sacó una pequeña caja y de ella; un papel, luego leyó.
"Método para escuchar la musiquita"
El procedimiento deberá realizarse por la noche en la cama y un momento antes a dormir.
Paso 1: Comprar un colchón nuevo, nada ostentoso, tenderlo con sabanas perfumadas del aroma que más guste y acostarse. Si no pudo comprar el colchón usted puede seguir usando el viejo. (En realidad lo del colchón fue una casualidad, había comprado uno nuevo cuando descubrí el método)
Paso 2: Usar auriculares y poner la musiquita a medio volumen. Este paso debe hacerlo convencida de dormirse.
Paso 3: Ejecutar la canción y disfrutar de la misma.
Efectos del procedimiento
La musiquita en las primeras melodías logrará dormirte pero podrás escucharla mientras sueñas, en ese estado se proyectarán imágenes en tu mente. Tu cerebro recordara sentidos, aromas, colores formas y creará el universo de esa canción, la experiencia puede ser conmovedora y maravillosa, según la capacidad de imaginar, en mi caso suelo escuchar "Soñar contigo", me funciona de maravillas.
Nota: Si te gustó, repetir el método cada noche, de lo contrario en la caja también están mis orejas para que las uses, doy fe de que funcionan.
-Por eso siempre las uso - Dijo- Pontelas te van a encantar. - Me las ofreció mientras se las quitaba, estuve por usarlas, pero, en ese momento entró la enfermera y dijo que el horario de visitas había terminado.
Mañana comienza la apreciación de textos.
Se comentan un texto de cada propuesta= DOS COMENTARIOS de los textos más apreciados
1 comentario a la pregunta ¿por qué se separaron?
1 comentario a la pregunta ¿qué te recuerda esta música?
Se puede señalar valores y también faltas. Este reto es constructivo un buen comentario, aunque señale defectos ,es estimulante y permite el crecimiento.
Se deja el comentario aquí, los lectores no participantes están invitados a participar
Se apreciará un comentario general del reto (no es obligatorio)
joset,01.08.2015
EL ENGAÑO (por qué se separaron)
es un texto que contiene varios valores. Si bien algunos otros me impactaron, este es mi preferido. En primer lugar se respetó lo pedido en la consigna que era usar el diálogo. A veces es muy forzado de parte del psicólogo pero cumple con su función de hacer avanzar el relato. Buena redacción, personajes creíbles ,situación bien planteada.Podría haber sido más elaborado. Fue mi preferido
joset,01.08.2015
JUBILACIÖN ¿qué te recuerda esta música)
Jubilación fue mi elegido y baso mi preferencia en lo verídico de la situación relatada y la sensación de "no pertenecer" más al ambiente que fue la rutina de años del personaje .Este cuento encontrará eco en muchos que conocen esa situación. Podría haber sido más aprovechado el pseudo monólogo interior . La primera parte tiene algunos defectos . El ambiente está logrado, el personaje también. otros me gustaron mucho pero elijo este .
La historia que olvidé .Excelente. Si bien no es diálogo según lo requería (preferiblemente) el reto, es una buena historia. Muy entretenida desde el principio y ni hablar del final. Cuento bien pensado, bien escrito. El personaje femenino es una psicópata: lograda. Habría que pulir la prosa, hay entre otras cosas alguna palabra repetida en el mismo párrafo. Cambiaría, por ejemplo, “coloquemos” un poco de música pero son pequeñeces propias de un trabajo reciente que no ha sido lo suficientemente “madurado”.
El pianito automático: Tampoco es un diálogo pero es una linda historia, bien narrada y amena de leer. El personaje del anciano es verosímil. No sé si me parece pero creo que el estudiante no debería tener en su condición, dinero suficiente como para comprar un “buen” abrigo, ya es bastante generoso desprendiéndose de su propia ropa.
El método: Muy bueno, el final le da el toque que necesitaba.
Love story: La frase final es lo que me convenció de que era de las opciones, el cuento que me gustaba. Bien escrito, humano, bien de la época en que vivimos.
Un texto breve que me atrajo porque en pocas palabras refleja una situación de la vida real: el temor a correr riesgos.
JADEÍTA (Qué te recuerda esta música)
Este relato es excelente. Muestra el tema del egoísmo descarnado, sin reservas, provoca reacciones de rechazo en el lector. Atrapa el diálogo bien construído. El final es muy bueno. Nada para objetar.
En cuanto a mi opinión sobre este tipo de retos: me gustan, ayudan a que se disparen ideas. Gracias, ninive.
Abrazos para todos.
Invierno,01.08.2015
Cobardía: Excelente inicio. Puntual, directo y claro. La extensión del cuento es muy corta, pero no hay palabras que sobren o falte. Este me encantó. Doy mi voto!!!!
El Método: Excelente narración. Final inesperado, muy creativo.
Fue un reto bastante interesante! Muchas gracias a todos!
TuNorte,01.08.2015
Dejo mis votos
1_¿Qué te recuerda esta música?
El Flaco: Muy buena narración. Un momento breve de una ultima conversación (o no), donde la revelación de un sentimiento oprimido, libera al personaje de una carga. El valor de la "lealtad" tiene sus méritos. Muy bien logrado.
2_¿Ustedes por que se separaron?
Informe de situación: Este texto me parece simplemente excelente. Muy bien narrado, la medida justa, la pregunta tiene naturalidad (¿Ustedes por que se separaron?) y es oportuna en el contexto de ciencia ficción con un futuro donde la humanidad busca supervivencia.
Respecto de los de más textos mi elección no ha sido fácil, todos tienen sus méritos en igual medida. Felicitaciones a todos.
Saludos!
Mi historia preferida en (¿Qué te recuerda esta música?) es LA HISTORIA QUE OLVIDÉ pero con alguna sugerencia para el autor/a.
No se entiende esta parte: “fuimos a mi casa, ese día él se quedaría a dormir”. Inmediatamente dice: “supongo que me quedé dormida en el auto…”
¿Estaba en la casa o en el auto?, debería mejorar este pasaje.
El relato es muy bueno más allá de esa observación.
En (¿Porqué se separaron?), mi inclino por ENGAÑO. Con una redacción prolija y cuidada. Tal vez faltó contundencia en el remate pero esa es una apreciación muy subjetiva.
Mi voto para este texto.
queridos amigos . les doy el nombre de los autores de los textos y el resultado de los votos de preferencia que recibieron:
EL ENGAÑO de glori tuvo 4 apreciaciones
JUBILLACIÓN de Gustavo Alberto 3
LA HISTORIA QUE OLVIDÉ DE jordifront 2
COBARDÍA de jordifront 2
El MÉTODO de Tu Norte 2
iNFORME DE SITUACIÓN de filiberto 1
JADEÍTA de filiberto 1
El PIANITO AUTOMÁTICO de Joset 1
LOVE STORY de joset 1
EL FLACO de glori 1
lOS TEXTOS: cONFESIÓN de jordifront y
MARCHA en sol mayor de invierno no recibieron comentarios
Ustedes pueden comprobar el resultado. Me disculpo si cometí algún error y espero que lo señalen.
Si desean aclaraciones sobre el comentario recibido pueden pedirlo y publicar aquí el pedido.
El próximo reto será el RETO COMPARTIDO
Daré temas para 3 equipos de tres cuenteros cada uno
pueden ir anotándose el primero que lo haga es el director del equipo y debe buscar entre sus conocidos las dos perd´sobas que necesita par completar el equipo.
CON CUATRO equipos de 3 personasca da uno comenzamos, Daré entonces tema y fechas. Suerte