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el_espejo,15.09.2014
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bReto literatura fantástica./b
uReglas:/u
* Este reto está abierto a cualquier usuario registrado en la página.
* Sólo se participará con bun texto por cuentero./b
* Se debe respetar el número de palabras y el tema propuesto, que siempre irá bencaminado a relatos de índole fantástica./b
* Se tendrá en cuenta para los envíos de trabajos y votaciones la fecha y hora de la página.
* Los textos participantes se enviarán ben privado al libro de visitas del nick El_espejo,/b desde el que se colgarán en este foro al vencer el plazo.
uVotación:/u
* Se fijarán los días de votaciones al inicio de cada convocatoria. En las fechas estipuladas, cada participante asignará las puntuaciones pertinentes a los relatos en concurso, atendiendo a la adecuación de las consignas, corrección, originalidad, etc.
* bSe votará en privado en el libro de visitas del nick El_espejo./b El voto de los participantes en el Reto es obligatorio; pudiendo hacerlo también cualquier cuentero que lo desee.
* No está permitido votar al propio texto.
* bEl número de votos a emitir será:/b
2 - 3 textos: 1 texto votado (1 punto)
4 - 5 textos: 2 textos votados (3-1 puntos)
6 - 7 textos: 3 textos votados (4-2-1 puntos)
8 - 9 textos: 4 textos votados (5-3-2-1 puntos)
10 - 12 textos: 5 votos (6-4-3-2-1 puntos)
i(siendo 1 la menor puntuación)./i Al iniciar el periodo de votación, se especificará el número de textos y los votos a asignar.
* Se considerará ganador al texto que más puntuación obtenga, haciendo especial mención a los tres primeros puestos.
* Las votaciones serán publicadas en el foro tras hacer oficial el recuento de las puntuaciones.
uCríticas y comentarios:/u
* Una vez realizadas las votaciones, los participantes del reto tienen la posibilidad de hacer una crítica sobre los demás textos presentados a concurso o solicitar que algún compañero analice su relato si así lo desean, siempre llevados a cabo con respeto y corrección. En ningún caso se tendrán en cuenta apreciaciones durante las votaciones.
* Una vez finalizada cada convocatoria, se pueden proponer temas para futuras consignas en el Libro de visitas de El_espejo.
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Los textos se envían al libro de visitas del nick El_espejo en Privado.
Se establece un mínimo de 300 palabras.
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el_espejo,15.09.2014
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Esta convocatoria está abierta desde hoy hasta el jueves 25 de septiembre a las 20:00, hora de la página.
Las lecturas y votaciones se realizarán desde la publicación de los textos hasta el lunes 29 a las 21:00, hora de la página.
Los textos se envían al nick El_espejo uen Privado/u.
Se establece un mínimo de 300 palabras y un máximo de 1200.
Los textos atenderán a la modalidad de PROSA FANTÁSTICA.
Tema: uEntre fogonones/u
En este reto vamos a elaborar un texto fantástico con el tema bla cocina/b.Nos referimos al arte culinario, no a la cocina como habitáculo de una casa. Se trata de idear un btexto en prosa fantástico/b basado en la alta cocina (o en la cocina tradicional), o que el protagonista sea un cocinero, o que verse, se alguna forma sobre gastronomía. Cualquier duda, preguntad.
Suerte y ¡bon apetite!
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yar,17.09.2014
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¿Qué son fogonones? | |
kasiquenoquiero,17.09.2014
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Yar, donde se guisa la comida...
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AlexandroFaviano,18.09.2014
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Gracias por la invitación. Estoy calentando el horno | |
el_espejo,24.09.2014
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Se reciben textos hasta el sábado 27 a las 21:00, hora de la página. Animáos a participar, aún hay tiempo! | |
el_espejo,28.09.2014
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Finalizado el plazo de recepción, participan 4 relatos en esta convocatoria | |
el_espejo,28.09.2014
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bEn Un Mesón Manchego/b
Aficionado empedernido a la tradición culinaria de la región mediterránea, se decidió por un salpicón manchego y un vino de uva chinche en bota campesina. -Vaya, dijo volviendo la cabeza hacia Doña Angustia Del Páramo, no creo que haya usted comido alguna vez los platillos de estas comarcas como los preparan en nuestro mesón levantino. -Ciertamente, huelen muy bien, Don Casimiro De La Puerta, dijo Doña Angustia, atizando el aire con su olfato, como un pointer en pleno noviembre. Y continuó diciendo: -Sólo que, me confunde un poquitín el descuido con que se visten los meseros. Sus delantales parecen haldas de empacar sobrantes de mercado, cubiertos de grumos de sangre. Sus manos, con esas uñas corvas y largas, me producen asco; oh, no puedo evitar sentirme confundida, molesta e inapetente, dispénseme, Don Casimiro, no puedo evitarlo, es más fuerte que yo. Don Casimiro, al oírla, se repantigó, como si tuviera hormigas en las posaderas, deslizándose e irguiéndose un sinnúmero de veces sobre la banqueta de cuero gastado y pringoso; y, con voz afectada, respondió: -Bah, ya se repondrá de ello, apenas pruebe el salpicón manchego que aquí sirven, le desaparecerán todos esos melindres.
Don Casimiro De La Puerta, como era su costumbre de caballero y señor de las regiones orientales de la estepa manchega; vestía, de punta en blanco, con su traje de casimir inglés agrisado, de amplias solapas; luciendo, en una de ellas, sobre su corazón, un clavel reventón de la China. A sus pies, polainas de color turquesa, cubriendo sus zapatos de capellada entretejida con bigotes de tapir y cuero de serpiente del desierto. Su corbata rompía el clásico negro con rubí en diseño mariposa, sustituyéndola por una imponente, larga y colorida lengua de seda con motivos geométricos de tipo hexagonal, muy semejantes a las celdillas de colmena de abejas, en tonos que iban de los ocres diluidos a los pardos más intensos; todos, haciendo juego con la camisa de color de albaricoque pérsico en ciernes.
El mesón poco a poco fue llenándose de gente. Los que traían herramientas de trabajo las dejaban junto a la puerta. Otros, vestidos con harapos, dejaban caer sus muletas o bastones, al costado de las banquetas, junto a sus gorras pordioseras de color indefinido. Todo ello exhibía un gran desorden que nadie parecía notar. Nadie estaba molesto por nada que se hiciera o se dejara de hacer, antes o después de ahora, en aquel mesón.
De pronto, se acallaron los gritos, las risas y los rumores dentro de aquel mesón levantino. Las puertas, si así pudiera llamárselas, dejaron ver, recortada en su macizo marco, la triste figura del hombre que grita la justicia, el honor y la valentía en todos los rincones de esta mala tierra; tan contumaz, desgraciada e inicua, que gime y tiembla con sólo mencionar su nombre. Sí, la legendaria y esquelética figura del inextinguible muriente de las mil batallas y del incondicional esclavo del sagrado amor por su Dulcinea del Toboso. Aquel, el de los dulces sueños y las enjundiosas aventuras. Allí, frente a los ojos atónitos de Don Casimiro y de Doña Angustia, se erguía la emblemática silueta del Valiente Caballero de la Triste Figura. Sí, con su épica de abolengo febril y desquiciado, y su férrea estirpe peninsular, se elevaba ante todos, el único e inconfundible, Don Quijote De La Mancha.
Don Casimiro tomó la mano de Doña Angustia y, casi en un susurro, preguntó:´-¿Y Sancho Panza? A lo que Doña Angustia, muy angustiada y confusa, respondió: -Shiss, no sé; pero, hagamos silencio, por favor, no quiero que reparen en nosotros. El ruido a chatarra de la armadura, fue todo lo que se pudo oír cuando Don Quijote se introdujo unos pasos hacia el centro del penumbroso mesón; para, finalmente, detenerse junto a unos toneles vacíos, que servían de apoyo a las soleras, llenas de telarañas, que sostenían la negra techumbre de madera y esparto, ennegrecidas por el pesado tufo de los candiles.
Dejando el yelmo sobre uno de los toneles que tenía a su derecha, ese famélico ser, atemporal y único, carraspeó levemente y, su garganta, pareció sonar, grave y acústica, como el gigantesco órgano de tubos de una catedral berlinesa.
Casimiro y Angustia, ya sin sus respectivos “dones”, comenzaron a temblar y a empalidecer. Los hombres y las mujeres que se hallaban a su lado, estaban encogiéndose y estirándose a la vez. Se habían convertido en seres de humo. Algo así como espectros; pero, con diseño y sustancia de seres humanos de carne y hueso. Todos ellos se movían, en una especie de danza misteriosa y grotesca, alrededor de las mesas.
Don Quijote, miró hacia la puerta, afirmando el rostro hacia allí, en un gesto de ir a por algo; y, de inmediato, se hizo presente su inseparable escudero, Sancho Panza. Sus ojos ávidos y temerosos recorrieron el interior del mesón, con la inquietud y la desconfianza de quien espera un garrotazo al doblar de la esquina. Pasó revista a la concurrencia; y, sin disimular un ápice su curiosidad, fijó los ojos en Angustia, con cierto inconfesable interés. Una sonrisa libidinosa se colgó por unos instantes de sus gruesos y ensalivados labios. Angustia apretó la mano de Casimiro con lógica preocupación. Casimiro puso su otra mano sobre la de Angustia y trató de tranquilizarla, con una mirada de “todo está bien”. -¿Qué miras? bellaco. Se oyó esa voz gruesa y soterrada, mordiendo cada una de las sílabas, según el habla de las frías y pálidas llanuras manchegas. Sancho, azorado y confundido, sólo atinó a decir: -Oh, me pareció ver a la señora reina, y mis ojos quedaron cautivos en ella. Eso es todo. -Que te daré reinas, sotas y bastos yo a ti, que jamás olvidarás tal suceso. Le espetó Don Quijote al pícaro Sancho. Y, volviéndose hacia Doña Angustia, inclinándose levemente, le dijo: -Sepa usted perdonar tan impropia y descomedida actitud de mi escudero. Es tan bruto como el asno que monta, sólo lo diferencia la ropa que lo viste. Lo he sacado como a un cascarudo rinoceronte de debajo de unas piedras, en una tierra donde sólo el viento, a ratos, hace saludar a los álamos con cierta reverencia. Todo lo demás es pura vergüenza y afrenta de las buenas costumbres y el respeto. Ruégole, otra vez, gentil señora, dispense usted a semejante animalejo. Al terminar de hablar, se inclinó nuevamente hacia Doña Angustia (aquí le cabe el “Doña”, nobleza obliga), y volvió los ojos; grandes y oscuros, como la noche en el yermo, hacia Sancho Panza, quien, ya se había procurado una banqueta y se había sentado a horcajadas frente a una mesa, a unos pasos de las puertas del mesón.
Nota: Doña Angustia y Don Casimiro, habían aceptado de buen grado, ser los primeros viajeros en el tiempo, para conocer las vidas de los personajes más famosos de la literatura universal. Así, fueron transportados, a una venta de La Mancha, donde se hospedaron. Él, extrañaba su biciclo; ella, su piano.
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el_espejo,28.09.2014
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bBalada para el señor Caracol/b
¿De casi 50.000 especies de moluscos que se deslizan sobre el planeta, justo usted vino a habitarme?
Con su serie de contracciones musculares ondulatorias, ha recorrido mi masa encefálica apropiándose de mis pensamientos. Sí, porque también pienso, aunque la razón no sea mi fuerte, pienso y en tanto lo haga, supongo que existo. Aunque a veces dudo de esa premisa hipotética que constantemente me lleva al razonamiento deductivo de mi existencia… O la suya, obviamente.
Es usted un gasterópodo (sin ofender)… Con su único pie en su panza, sin más oficio que deambular. No es marino, ni de agua dulce, ni terrestre adaptado.
Usted, Señor Caracol, existe sólo en mi imaginación. Y de eso ya me convencí, hasta que mis papilas en huelga me exijan un nuevo sabor, una nueva experiencia.
El soporte mucoso que segrega, deja su huella entre mis sesos y parasita descaradamente alimentándose de mi poca materia gris y de mi materia en descomposición… La que descompongo de sus inocuos códigos de comunicación hasta deshacerme en hilachas de irracionalidad.
Su rádula, esa lengua en forma de cinta contiene muchos miles de dentículos, y se deleita con mis incoherencias. Porque en ellas ha encontrado, la escapada perfecta, el mutis por la derecha, el rincón de invisibilidad infantil que lo protege de usted… ¡De mí!
Carnívoro también, fue capaz de perforar mi carne, taladrando mi cráneo para escapar de la celda donde pagaba su delito. Y fue carcomiendo mis sesos, mis tejidos gelatinososos abriéndose paso por mi tráquea hasta llegar, sin camino, al pericardio de mi aurícula derecha. Pero su concha helicoidal en la que tantas veces se recoge para protegerse de las inexistencias, no lo dejará pasar.
Ya no me habla, ya no lo escucho, solo arde en el infierno de mi hornilla. Escargot para la cena, en vino blanco y finas hierbas.
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el_espejo,28.09.2014
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bAlgo me sabe a ti/b
Leonardo era un chico común de clase media alta. No tenía muchos amigos y era muy solitario. No era una persona que llamara la atención y a simple vista parecía una persona normal, salvo por un detalle. Leonardo practicaba el canibalismo. Durante su corta vida había sido responsable del asesinato y posterior desaparición de varias personas.
El canibalismo que practicaba Leonardo era un ritual. Él no devoraba a sus víctimas crudas, correando sangre y viseras por todos lados, sino que lo hacía de una manera civilizada. Leonardo practicaba el canibalismo culinario. Él tenía la convicción de que al hacerlo no solo satisfacía su instinto, sino que también absorbía los poderes de sus víctimas.
Siempre se tomaba mucho tiempo para prepara sus platos y lo hacía con mucha paciencia y dedicación. Nunca comía solo. Siempre acompañado de sus víctimas, aunque sea en sus últimos momentos de agonía. Justo en ese momento en que se dan cuenta de que el plato principal son ellos.
Una de sus víctimas fue un compañero de futbol llamado Javier. Leonardo lo admiraba por su habilidad. Lamentablemente para Javier esa “sana” envidia termino en una invitación a cenar en su casa. Casi inmediatamente al entrar, Leonardo le inyecto un suero para dormir, dejándolo a su merced. Como lo que admiraba de Javier era su habilidad para el futbol, a Leonardo se le ocurrió cocinar “Piernas de Cordero al Horno”. Con la diferencia que no era cordero sino carne humana. Con la ayuda de un serrucho, comenzó a amputar las piernas de su víctima. Para evitar que esta falleciera desangrada, procedió a cauterizar las heridas con una plancha caliente. Al cabo de una hora, cuando el plato principal estaba servido, Javier se despertó. Este no entendía porque estaba atado a una silla de ruedas. Sin embargo sufrió un ataque de nervios, al ver que sus dos piernas habían sido amputadas. Solo pudo gritar, pero lo más aterrador fue cuando vio a Leonardo saborear algo que parecía ser un dedo de pie humano. Inmediatamente Javier falleció a causa del shock. Esa noche Leonardo se sentía más deportista que nunca.
Otra víctima se llamaba Raúl y fue compañero de la universidad. Leonardo lo admiraba por su inteligencia y era de esperarse, le había preparado una cena “especial”. Cuando Raúl llego, lo primero que hizo fue ofrecerle una copa de vino. Lamentablemente la copa contenía cloroformo provocando que Raúl se desplomara case inmediatamente. Leonardo sabía que podía disponer de su víctima para su arte culinario. Como lo que admiraba de Raúl era su inteligencia, había decidido hacer “Sesos Apanados”. Para ello y con la ayuda de algunas herramientas se dispuso a destapar el cráneo de su víctima, dejando al descubierto su cerebro. Con mucho cuidado tomo el cuchillo de pelar y comenzó a rebanar algunas fetas de su masa encefálica. Lamentablemente no podía comerse todo porque quería que Raúl lo acompañase en su festín caníbal. Al cabo de algunos minutos los platos estaban servidos y Raúl se había despertado. Debido a la falta de masa encefálica, este no parecía comprender lo que estaba sucediendo. No entendía porque tena un aparato ortopédico sujeto a su cuello. Tampoco podía hablar. Simplemente se digno a comer del plato que tenía delante de él. Lamentablemente antes de terminar el segundo bocado, Raúl se desplomó derramando lo que le quedaba de cerebro. Esa noche Leonardo se sentía más inteligente.
Su última víctima fue una chica muy hermosa que él admiraba por su belleza. Su nombre era Lucia. Al momento que entrar a su departamento, Leonardo trato de dormirla por la fuerza. Lamentablemente para él, las cosas no salieron como lo esperaba. En el medio del forcejeo Lucia hizo que ambos cayeran al suelo, con la mala fortuna que la jeringa fue a parar al brazo de Leonardo. Lucia se levantó desesperadamente y empezó a pedir ayuda a gritos. En su desesperación por salir, corrió hacia el lado contrario por donde habían entrado y se topo con una habitación cuadrada. Pensando en la salida, no tuvo mejor idea que abrir una puerta que tenía enfrente. El horror tiño todo de rojo sangre. Lo que había abierto no era una puerta normal, era de un refrigerador tipo comercial. Cuando comprendió lo que estaba viendo sus piernas se desplomaron. En el medio había varios cadáveres humanos colgados como si fueran reces. Algunos no tenían piernas y otros no tenían cabeza. Todos estaban abiertos al medio dejando entrever los pulmones y el estomago. Era como si lo hubieran fileteado para comer. Trato de volver sobre sus pasos pero una cabeza que se hallaba en el suelo le hizo perder el equilibrio. Al principio no quiso mirar pero la curiosidad pudo más que el horror. Al observar con mayor detenimiento noto que la cabeza había sido abierta y le faltaba un ojo. Sin embargo lo reconoció casi de inmediato. Era un novio que había tenido en la universidad. Se llamaba Raúl y había desparecido en circunstancias poco claras. De golpe, como un balde de agua helada, un recuerdo le recobró la memoria. Raúl le había comentado, antes de desaparecer, que tenía una cena con un amigo muy especial. Horrorizada trato de salir, pero con su taco piso el ojo perdido de Raúl. Instintivamente la repulsión la hizo vomitar.
Al salir del refrigerador algo hizo clic en la cabeza de Lucia. Con una furia casi inhumana se dispuso a vengar a su novio. Tomo a Leonardo de los pelos y lo ato a una silla. Aprovechando que estaba inconsciente Lucila empezó su festín de horror. Con la ayuda de un serrucho empezó a separar en partes a su víctima, asegurándose de que no muera desangrada. Al despertar Leonardo se encontró con una cena que distaba mucho de ser culinaria. Frente suyo había una cacerola llena de sangre y en ella nadaban lo que parecían ser sus dedos. Cuando trato de recordar lo que había pasado, vio a Lucia enfrente mirándolo directo a los ojos. Ella estaba comiendo desaforadamente. En su plato tenía algo del tamaño de un puño. Sea lo que fuere se contorsionaba y expulsaba sangre por sus arterias. Un reflejo lo hizo reaccionar y al tratar de ver su pecho, noto que tenía un agujero del tamaño de un plato. Lucila se estaba devorando su corazón con una hambruna caníbal. Mientras Leonardo perdía el conocimiento pudo escuchar una última frase:
–“Algo me sabe a ti”-
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el_espejo,28.09.2014
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bLa tortilla./b
Al terminar la relación sexual con su mujer. Ricardo, siempre le quedaba una sensación vacía que no sabía cómo llenar. La postura del monje era lo tradicional, y con la luz apagada. Consumiendo el acto carnal, que más bien parecía una lucha entre adolescentes. «¡No me toques aquí! ¡Así no! ¡Qué me haces daño! ¡Ahora no, qué tengo la regla!»
Estas frases y otras aptitudes, agobiaban a Ricardo. Él, con toda paciencia se lo achacaba a los turnos de trabajo de su mujer, y a los años de convivencia, pero estas circunstancias combinadas con la edad ya madura de Ricardo, le hicieron buscar una solución a la desesperada. Decidió que: «A grandes males, grandes remedios».
Unos recuerdos de cuando vio algún documental, le vinieron a despertar su memoria. En ellos, y con toda exactitud: los expertos recomendaban no caer en la rutina de pareja, procediendo a usar objetos sexuales.
La solución era bien sencilla: acudiría a una tienda de sexo. La visita fue un fracaso. Entre que todo lo ahí expuesto, con total seguridad sería desagradable, a los ojos de su mujer. Las miradas de curiosidad, junto con el morbo que despertaba ver a un hombre talludo, tartamudeando, llevando sombrero y gabardina en pleno verano. Acabaron acobardando al brioso de Ricardo, resuelto a salvar sus escuetas relaciones.
Deambuló por toda la cuidad, desesperado y cabizbajo andaba sin rumbo fijo. Sin saber cómo, apareció en un extraño barrio, desconocido para él. Estrechas calles, olor a orines, perros ladrando, muchos niños jugando y gritos de tenderos anunciando sus preciadas mercancías.
Un bajo en particular, llamó su atención. El rótulo del mismo, anunciaba mercancías raras traídas del lejano Oriente. Las vitrinas del escaparate despertaron su curiosidad. Tarros de cerámica, con raras etiquetas, multitud de hierbas secas que colgaban a modo de ristras de ajos. Aglomeración de letreros, que anunciaban la cura de todas las enfermedades habidas y por haber.
Ricardo, no sé lo pensó más y entró. El sonido de una campanita al abrir la puerta de cristal y hierro, fue la resonancia de la antesala, a un mundo de vivos colores y raros olores. Con un ambiento sórdido de cajones de madera, ocupando todo lo que era la pared de esa rara botica. A la que, sus esperanzas estaban depositadas en busca de su anhelada solución conyugal.
Un gran mostrador de madera gastado por los años de uso, junto a dos balanzas, completaban la atmosfera de misterio que envolvía el bazar.
—Buenas tardes —el saludo provenía de un esperpéntico personaje: iba de tal guisa que parecía el villano chino, Fu Manchú. Imaginaros una figura clásica de mandarín chino; un hombre de alta estatura; delgado, de miembros recios y penetrante mirada.
—¡No me diga nada! Sé muy bien lo que busca —siguió hablado, no dejando al cliente tiempo a responder—. Su búsqueda terminó, aquí está la solución a su problema —Ricardo con la boca abierta de incredulidad empezó a balbucear:
—Pero… ¿cómo es posible?…
—Sígame por favor, vera lo increíble y maravilloso de mi tienda —el chino que parecía que se divertía a costa de Ricardo, lo tomó del brazo conduciéndole a través de un pasillo que daba a un apartado del establecimiento fuera de la vista de los curiosos, no invitados.
Los dos entraron en un habitáculo repleto de grandes frascos de cristal, que contenían criaturas de las más diversas especies. Uno en particular llamó la atención de Ricardo: los fetos de dos niños estaban unidos por la barriga. El cristal del frasco distorsionaba la imagen haciéndola si cabe más grotesca a los ojos del incrédulo visitante. Ricardo se abstuvo de cualquier pregunta, ya que se temía una respuesta que no quisiera oír, ni loco de curiosidad.
El oriental, siguiendo con su parrafada dialéctica paró frente a un gran baúl, adornado con imágenes talladas en la madera, representando adornos propios de alguna vieja dinastía china. Abriendo el mismo, le dio un frasco de sospechoso color verde esmeralda, diciéndole:
Con este brebaje bien mezclado en la comida, tendrá un éxito garantizado. Cualquier mujer que coma de la comida que previamente esté condimentada con esto, será la mejor amante que pudiera usted soñar. A Ricardo se le pusieron los ojos como platos, ya no pensó en nada más, ni porque este siniestro personaje lo esperaba, ni sí estaba soñando, o cualquier otra cuestión que cualquiera de nosotros se hubiera preguntado, tomó su pócima, pagó con sumo placer, saliendo raudo de la botica.
Esa noche sería su gran bacanal, su cabeza daba vueltas pensando en los acontecimientos venideros. Su entrepierna hasta ahora adormecida, estaba respondiendo a sus lucubres y febriles tendencias sexuales.
Estaba esperando a su esposa, que en acabando su turno se presentaría para la cena. Igual que un niño esperando sus regalos de navidad. Estaba Ricardo expectante a la llegada de su esposa.
¡Por fin!, el sonido de la puerta al abrirse, le indicó la venida de su esperada y anhelada hembra.
Pero, la vida da muchas sorpresas y esta era de las grandes. Su esposa vino acompañada de otra mujer. A la cara de extrañeza de su marido, ella le explicó que: era una compañera de trabajo a la que invitó a cenar. Después de las formales presentaciones de rigor. Ricardo se retiro a la cocina, argumentando que esta noche cocinaría para ellas. A las protestas de su pareja y amiga, ya que dudaban de su arte culinario. A lo que Ricardo se defendió explicando: que las tortillas de patatas se le daban de miedo, y que ella estaría muy cansada para cocinar. Su mujer quedó convencida, a lo que empezó una amigable conversación con su compañera.
«Los cielos me han escuchado, en lugar de una, ahora son dos, haremos un trío, bendita sea mi suerte». Mientras esos pensamientos nublaban la mente de Ricardo, sacó su pócima condimentando los huevos batidos que servirían para la cena.
Al poco, una hermosa tortilla dorada y oliendo a gloria bendita, estaba puesta en la mesa. Las féminas felicitaron al marido cocinero, empezando a dar buena cuenta de esa exquisitez.
Entre bocado y bocado, le preguntaron por su falta de apatito, respondiendo: que ya había picado algo antes de cenar.
Ricardo se maravillaba, mientras las mujeres comían, a cada bocado los suspiros y sudores afloraban a la cara de las féminas, haciendo, lo indecible para disimular los ardores que sentían. El marido ido de deseo sexual, las miraba con autentica mirada de macho cabrío.
—Ricardo —le llamó su esposa, entre agitados jadeos, delatando que estaba más excitada que una mona en celo—, ¿sabes? te lo queríamos contar hace tiempo… pero no sabíamos elegir el momento… nos deseamos más que nunca… no podemos soportarlo más…
Al terminar su confesión, empezó a comerle los morros a su compañera. Mientras, jadeos salían de sus anhelantes bocas, se acariciaban como adolecentes excitados.
A Ricardo aquello le sentó como una patada en la entre pierna. Su cara de pasmo, llegó hasta el suelo. Su libido, bajó a tal velocidad que unas terribles ganas de vomitar acudieron con violencia a su garganta.
Ahora lo entendía todo. No quedándole más remedio que seguir jugando al solitario…
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el_espejo,28.09.2014
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Queda abierto el plazo de votación desde este momento hasta el bmiércoles 1 a las 21:00/b, hora de la página.
bSe vota en el libro de visitas de el_espejo en privado./b
Participan 4 relatos.
Los votos a asignar son:
3 puntos para su relato favorito.
1 punto para el segundo en la lista de preferencias
bEstán invitados a votar todos aquellos que lo deseen siempre que lo hagan en el formato establecido./b
Finalizado el recuento de votos, se harán públicas las puntuaciones y el autor de cada texto; así como los votos que emitió cada cuentero. Hasta ese momento, se agradece que no hagan comentarios o valoraciones al respecto de los textos. Una vez publicada la lista de votos, pueden comentar sus obras o las de los compañeros, hacer críticas constructivas o lo que crean necesario. Recuerden que estamos aquí para divertirnos, crecer y compartir.
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Lacaradelaluna,03.10.2014
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¿Para cuándo publican las votaciones? | |
el_espejo,03.10.2014
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Lamento mucho la tardanza en la publicación de los resultados.
Finalizado el plazo de votación, han emitido sus votos los 4 cuenteros participantes, y los resultados de la actual convocatoria del Reto de Literatura Fantástica son:
Cucharón de madera, ramita perejil y el recetario “Las mil y una formas de batir los huevos (con perdón) y hacerse un solitario después de comerse bLa tortilla/b, de bKasiquenoquiero/b, con 7 votos
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Cucharón de madera, ramita perejil y un libro de recetas, de cuyo nombre no puedo acordarme, a recoger bEn un mesón manchego/b, de bAnnaSayago/b, con 6 votos
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Cucharón de madera, ramita perejil y un libro de recetas con Cd explicativo para bailar al son de una sopa de caracol, o, si se prefiere, dedicarle una bBalada para el señor caracol/b, de bLacaradelaluna/b, con 2 votos
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Cucharón, ramita perejil, orden de alejamiento (ejem) y el recetario “Cómo ser un caníbal y no morir en el intento”, porque bAlgo me sabe a ti/b, de bAlexandroFaviano/b, con 1 voto
 
A continuación, los votos recibidos:
annasayago
La Tortilla, 3 puntos.
Balada para el señor caracol, 1 punto.
Un abrazo.
Nos vemos.
Lacaradelaluna
MI VOTACION PARA EL RETO:
"En un Mesón Manchego" 3 votos
"La Tortilla" 1 voto
kasiquenoquiero
En Un Mesón Manchego: 3 puntos
Algo me sabe a ti: 1 punto.
Un abrazo.
AlexandroFaviano
Buenas tardes:
Aqui van mis votos.
3 puntos para "La tortilla"
1 punto para "Balada para el señor Caracol"
Saludos
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Como siempre, muchas gracias a todos quienes participaron en esta convocatoria, tanto a los que aportaron sus creaciones como a quienes pasaron a leer y votar. Ha sido un placer contar con vosotros, es genial poder sacar adelante estas iniciativas, y es gracias a quienes participáis activamente. Espero que os animéis a escribir en el siguiente y que nuevos nombres aparezcan entre los participantes.
Un saludo a todos y enhorabuena por vuestras obras. Se aceptan sugerencias en el libro de visitas de El_espejo en privado. Podéis invitar a quien deseéis a participar.
¡Hasta la próxima!
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kasiquenoquiero,04.10.2014
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Muchas gracias a todo-as, un placer leeros... | |
Lacaradelaluna,04.10.2014
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Me gusta mucho cocinar con cucharón de madera, es el que mejor sabor le da a todo. Gracias por los dos votos y mas tarde dejaré mis análisis.
Saludos | |
hippie80,04.10.2014
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los grandes maestros utilizan... madera, en el arte culinario. | |
Lacaradelaluna,04.10.2014
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Vamos por partes, como dijo Jack.
"La tortilla" Un humor bastante fino. Tenía el componente de relato fantástico en lo del fumanchú que le dio los polvos, pero me pareció bastante predecible; algo así como un lugar común de los relatos eróticos. Eso no le quita lo divertido y lo ameno.
A "En un mesón Manchego" le reconozco la familiaridad con la historia española, con el Quixote, con el costumbrismo. Pero me sabe mal que el componente fantástico haya sido la nota final en la que el autor/a le explica al lector/a que todo se presentó en un viaje en el tiempo, especialmente porque el Quixote es un personaje ficticio así que el viaje en el tiempo puede llevar al escenario, pero nunca al personaje que jamás existió. Eso me supo a reforzado, a querer tomar un texto viejo y reciclarlo para que califique para el reto. Eso le quita un poco de brillo.
Por último, aunque no menos importante, está "Algo me sabe a tí". Pena me da decirle que por interesante que sea el relato no tiene ni una jota de fantástico. El Canibalismo existe, es una realidad. De hecho, mientras lo leía, recordaba la serie "Hannibal" basada en la saga donde Hannibal Lecter es un asesino serial, caníbal, con una historia infantil muy grotesca. Pero el componente fantástico no aparece en este texto, por bueno que me haya parecido.
Y en cuanto a la "Balada para el señor Caracol" sólo puedo decir que se sale de lo cotidiano, que no se ajusta a la estructura básica aunque tiene un claro Inicio y un desenlace divertido. Lo que no se lee claramente es el nudo. No era fácil comprenderlo así que no me molesta el lugar que ocupó en el reto.
Abrazos para todos y... A LOS FOGONES!!! | |
annasayago,05.10.2014
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No es fácil ni sencillo, en un concurso de cuatro, elegir un ganador. Claro, si uno mismo es parte de los cuatro, se pone más difícil.
Considero que no es mi fuerte este género. Pero, también pudiera ser que ninguno (hablo de los cuatro), fuera un gran narrador de este tipo de literatura.
Estimo que en este género, como es necesario asociar la fantasía con la realidad, la creatividad se halla, o debiera hallarse, como el pez en el agua. La libertad es, prácticamente, total.
Para mí el secreto o la llave de un buen relato fantástico, es encontrar el punto exacto de exigencia que, pienso, tiene este género.
Yo creo que el punto exacto está en que debemos creer en lo que creamos. Parece un juego de palabras, sin embargo; cuando logramos creer, la creación fantástica halla su cauce y fluye libremente.
Ahora, dirán algunos: 'no es fácil creer en la mentira'; pero, sucede que no es una mentira. Es lo que nosotros creemos. Aquí les va un cuentito para ilustrarlo; tal vez sirva para enfrentarnos con posibles imposibles futuras historias fantásticas. A saber: "Entra el niño corriendo a la sala, donde su madre y algunas amigas están tomando el té: -Mamita, mamita, en el jardín hay un tigre enorme echado sobre el pasto. La madre mira a su hijo, sonríe a sus amigas y le dice, en un tono que finge ser severo: vamos, Jorgito; tú sabes que a mí no me gustan las mentiras, y a Jesús tampoco. Jorgito insiste: -No miento mamita; puedes verlo tú misma si quieres. La madre, con un gesto serio, se levanta de su asiento y se dirige a la puerta del jardín, donde Jorgito aún está parado con su inocente cara de asombro. Al acercarse a la puerta, le dice: -Vamos, jovencito, veremos si lo que dices es cierto. Lo toma de la mano y salen al jardín. Jorgito señala un gato barcino que duerme entre dos canteros: -Ahí está, ahí está; ¿lo puedes ver, mamita? -Ah, suelta la madre, censurando la inocencia del niño; -¿Conque ese es tu tigre? -No, responde el niño, mío no es. Entonces, la madre; ante la insistencia infantil de Jorgito para que ella vea un tigre en vez de un gato, lo apunta con el dedo y le dice: -Bien, ahora vas a ir a tu habitación, y le dirás a Jesús la verdad de todo esto; veremos si te atreves a mentirle a Jesús. El niño, que dentro de sus cinco años y medio, siempre sintió la seriedad de la fe en su hogar, se dirigió cabizbajo y en silencio a su habitación para hablar con Jesús, tal como había aprendido a hacerlo de sus padres. Pasados unos cuantos minutos, el niño volvió y se presentó ante su madre en la sala, donde aún ésta seguía de tertulia con sus amigas. -¿Y? le preguntó la madre al verlo, mientras dirigía un gesto cómplice a sus amigas, ¿Puedes decirnos, qué te dijo Jesús?
El niño, levantando la cabeza y mirándola a los ojos tranquilo, veraz e inocente, respondió: -Jesús me dijo que Él también creyó que era un tigre."
La narración fantástica urde los contenidos de la imaginación dentro del marco de la realidad. Esos contenidos logran manifestarse mediante la magia de la palabra que, como una barca luminosa, va y viene, llevando y trayendo sus tesoros desde y hasta nosotros, visitando las dos orillas.
Gracias Ninive y colaboradores por el gran trabajo del concurso.
Gracias a cada uno de los participantes por compartir este espacio.
Gracias por tomarte el trabajo de comentar mi trabajo, Lacaradelaluna.
Gracias a todos. | |
EL_RETO_GANADORES,05.10.2014
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Excelente tu aporte ,annasayago, pero quiero puntualizar que este Foro es creación de "el-espejo".
Yo no participo porque estoy demasiado aferrada a la realidad y no puedo crear lo que no creo | |
ninive,05.10.2014
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El posteo anterior es mio, doy fe. | |
walas,05.10.2014
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Saludos a todos los fantásticos.
En esta ocasión no participé ni como cuentero ni como votante ya que participaba mi esposa.
Dicho esto, quiero decir que la tortilla me parece un justo ganador, puesto que es el único que realmente mezcló la gastronomía con el género fantástico con esa tortilla calfaburras como dirían en mi tierra y con un gran sentido del humor.
Respecto al cuento del viaje en el tiempo para conocer a Don Quijote coincido con el comentario anterior, el fantástico debe tener también sus reglas, igual que la ciencia ficción. Si se viaja en el tiempo para conocer a Don Quijote, en mi opinión se podría proponer un escenario al estilo la serie Once Upon a Time donde los personajes de los cuentos viven realmente en algún lugar y por tanto se pueden visitar. Al no ser así, queda chocante. Muy detalladas las descripciones del mesón, en exceso en ocasiones.
Para el aprendiz de Hannibal el caníbal, bien escrito y retorcido giro final, lástima que no fuera fantástico.
Y para el señor caracol, pues aunque no se entienda muy bien el objetivo del texto a menos que uno esté casado con la persona que lo escribió, me pareció una opción diferente a los textos que aquí se publican y original.
¡Hasta la próxima! | |
AlexandroFaviano,05.10.2014
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Buenas tardes:
Gracias a todos por vuestros comentarios y criticas. Son siempre bienvenidas. Los espero en el próximo evento y espero que se anime mas gente.
Saludos,
Alexandro. | |
annasayago,06.10.2014
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Hola Ninive. Debería haber mencionado que aunque no partipás directamente en el concurso de marras, cosa que lamento de veras muchísimo, sí encabezás el equipo de moderadores. Gracias por ello.
Espero que sigas bien y enriqueciendo esta página como siempre lo has hecho.
Un fuerte abrazo. | |
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