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el_espejo,09.04.2012
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Reglas:
* Este reto está abierto a cualquier usuario registrado en la
página.
* Sólo se participará con un texto por cuentero.
* Se debe respetar el número de palabras y el tema propuesto, que
siempre irá encaminado a relatos de índole
fantástica.
* Se tendrá en cuenta para los envíos de trabajos y
votaciones la fecha y hora de la página.
* Los textos participantes se enviarán en privado al nick
[u:el_espejo], desde el que se colgarán en este foro al vencer
el plazo.
Votación:
* Se fijarán los días de votaciones al inicio de cada
convocatoria. En las fechas estipuladas, cada participante asignará
las puntuaciones pertinentes a los relatos en concurso, atendiendo a la
adecuación de las consignas, corrección, originalidad, etc.
* Se votará en privado en el nick [u:el_espejo]. El voto de
los participantes en el Reto es obligatorio; pudiendo hacerlo
también cualquier cuentero que lo desee.
* No está permitido votar al propio texto.
* El número de votos a emitir será por defecto de un
tercio de los trabajos presentados. Ejemplo: si se presentan 6 relatos,
cada cuentero votará por dos de ellos, dando 2 puntos al favorito y
1 al segundo. A nueve trabajos corresponderían 3 votos, siendo 3 la
mayor puntuación y 1 la menor, y así sucesivamente.
* Se considerará ganador al texto que más puntuación
obtenga, haciendo especial mención a los tres primeros puestos.
* Las votaciones serán revisadas por un mínimo de dos
cuenteros.
Críticas y comentarios:
* Una vez realizadas las votaciones, los participantes del reto tienen la
posibilidad de hacer una crítica sobre los demás textos
presentados a concurso o solicitar que algún compañero
analice su relato si así lo desean, siempre llevados a cabo con
respeto y corrección. En ningún caso se tendrán en
cuenta apreciaciones durante las votaciones.
* Una vez finalizada cada convocatoria, se pueden proponer temas para
futuras consignas en el Libro de visitas de [u:El_espejo]. | |
el_espejo,09.04.2012
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Reto literatura fantástica.
Esta convocatoria está abierta desde hoy hasta el miércoles 25 de Abril
a las 20:00. Las lecturas y votaciones se realizarán desde el
día 25 hasta el lunes 30 de Abril a las 20:00, hora de la página.
Los textos se envían al nick el_espejo en Privado.
Se establece un mínimo de 300 palabras y un máximo de 1000.
Los textos atenderán a la modalidad de PROSA FANTÁSTICA.
Tema: b El ojo en la nuca /b
Propuesta recibida en el libro de visitas. A reinterpretar en clave fantástica esa expresión. ¡Suerte! | |
kone,09.04.2012
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Está raro el tema. Todo un reto. | |
Egon,09.04.2012
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Habrá que andar con tres ojos para sacar un buen relato (espero que sea más ingenioso que este chiste de mierda que me ha salido). Contad conmigo. | |
abulorio,10.04.2012
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Gracias por la invitación.
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hippie80,10.04.2012
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ojo en la nuca ?
Es todo un reto. | |
granada,11.04.2012
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Muchas gracias por invitarme. | |
cuenterodeilusiones,13.04.2012
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ok, vamos a ver que nos sale ...
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el_espejo,18.04.2012
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Aún queda una semana para la recepción de textos.
¡Ánimo! | |
kone,24.04.2012
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Y mañana el gran día. | |
el_espejo,26.04.2012
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Perdón por el retraso. A continuación los textos participantes. | |
el_espejo,26.04.2012
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La higuera del Santo
Saburna Guterna , era un niño gitano llamado Yanus Martesku.
La madre lo llevaba todos los días al centro de la ciudad para mendigar. Él debía fingir ser medio paralítico y agitar el brazo en un desconsolado pedido de caridad. Cuando las monedas caían en la palma de su mano, la mujer las ocultaba dentro de un bolsón de arpillera. A los siete años, el aspecto sano y vigoroso del niño no movía a piedad. Sustituído por su hermanita , el chico tuvo que arreglárselas solo, mendigando y robando aquí o allá. Le gustaba caminar y tomó la costumbre de alejarse cada vez más del campamento. Se habían acostumbrado a no verlo regresar durante días y cierta vez que no regresó lo dieron por perdido.
Yanus, en realidad, llegó a un valle cruzado por un arroyo cuando oscurecía. Decidió pasar la noche en el cercano bosquecillo de higueras. Se hartó de higos, que en esa estación maduraban dulces y embriagadores. El niño durmió sin temor toda la noche.
Al abrir los ojos, se vio circundado por un grupo de personas que entonaban extrañas letanías en las que predominaba un suave murmullo de ommmm y hummmmm. Un anciano le propuso que los imitara. Yanus se sentó automáticamente en la posición del loto, pero pronto su cuerpo fue recorrido por violentos temblores y perdió el conocimiento.
Cuando volvió en sí, varios días más tarde, se hallaba en la cama de una pequeña habitación.
Un hombre de mediana edad estaba sentado a su vera. Yanus lo llamó por nombre. El anciano se sorprendió y le respondió en un idioma que el niño nunca había escuchado, pero que comprendía, como si tuviera en su mente un sistema de traducción simultáneo. Se sentía liviano y feliz. Quiso levantarse.
El hombre lo llevó a una fuente y Yanus dejó gozoso que los chorros de agua helada resbalaran por su cuerpo. Se dejó vestir y siguió al hombre hasta una sala donde algunos jóvenes vestidos con una túnica amarilla como la suya, comían y bebían. Le resultó extraño que las personas mayores se le acercaran para observar la cicatriz que tenía en la nuca. A causa de esa marca que no dejaba de supurar y sangrar, los chicos del campamento solían llamarlo “el marcado”. Yanus no hablaba. Su mente comenzaba a desdoblarse. Pensaba en paralelo. Yanus el gitano sabía que esa cicatriz era el resultado de una mala caída en el lecho de un rio seco, y la otra parte de su mente reconocía la importancia mística de esa señal que lo hacía superior a todos los que lo rodeaban a pesar de sus 10 años. Decidió dejar que las cosas siguieran su rumbo y tuvo la clara sensación de que estaba por comenzar una forma nueva de vida que provenía de una existencia muy antigua.
Los jóvenes salieron de la habitación y quedó solo en compañía de tres ancianos que le preguntaron su nombre en rumano. Dijo que se llamabaYanus…y agregó ”el del ojo en la nuca”. Los presentes se hincaron ante él y fue entonces que comprendió que se había convertido en otra persona. Supo con certeza que su transformación tenía que ver con los higos que había comido la noche anterior.
Los hombres llevaban una túnica anaranjada, se expresaban en ese otro idioma entre ellos y aunque Yanus los comprendía no lo dejó notar. Así supo muchos cosas sobre esa personalidad que convivía con la de él. Notaba la alegría y exaltación de los monjes, pero prefirió callar por el momento. Sabía que estaba siguiendo un proceso de adaptación que se manifestaba exteriormente en sus gestos pausados, en su callar reflexivo y en su mirada penetrante que hacía bajar los ojos de quienes la sostenían. Yanus se sentía sereno y lleno de luz interior.
Permaneció en la congregación durante siete años. Aprendió a expresarse en el idioma sagrado y memorizó con facilidad los Sutras y las mantras de las meditaciones, sabiendo que una vez, hacía mucho tiempo, las había recitado. Al cumplir los diecisiete años le cambiaron el nombre. Desde entonces fue Saburna Guterna, el Santo del ojo en la nuca.
Ese mismo año lo llevaron a la India donde comenzó una nueva vida. La secta exhultaba de alegría; hacía más de cuatrocientos años que esperaban la reencarnación del Santo del ojo en la nuca.
Su personalidad anterior había quedado cristalizada en el recuerdo de un niño que pedía limosna. Los años de juventud y madurez lo vieron escribiendo textos, impartiendo enseñanzas y presidiendo los congresos de la secta. A menudo se aislaba para consagrarse exclusivamente a profundas meditaciones.
La congregación respetaba con reverencia esas épocas de retiro y se organizaban congresos mundiales de meditación para captar las vibraciones espirituales del Santo.
Se transladaba a menudo a otras localidades en compañía de sus acólitos y era el único que vestía la túnica morada con ribetes plateados. Alto y fuerte, su presencia imponía, devoción y respeto.
La cicatriz de la nuca, siempre visible, había obscurecido con el tiempo adquiriendo una extraña forma oval.
En una de sus visitas a un país europeo, vió desde el coche un típico campamento de gitanos. Algo despertó en su interior. Quiso visitarlo. Caminó entre la gente, recordando en un destello de memoria, el rostro de sus padres y de sus hermanos. La gente reunida a su alrededor le miraba asombrada. No pudo detener el llanto y dejó que las lágrimas resbalaran por su cara.
El llanto de depuración borró su memoria junto con el recuerdo de la caída en el río cuando era un gitanito mendicante.
El Santo Saburna Guterna tuvo una larga vida, en su vejez ya no abandonó el monasterio principal de la secta en la India. Murió a la edad de noventa y tres años y la higuera que había velado su sueño de reencarnación fue meta de peregrinajes. | |
el_espejo,26.04.2012
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La Caída del Titán
El amanecer del séptimo día en batalla, recibió a los guerreros con su luz raquítica y apática. La boscosa oscuridad desafiaba una vez más, a los valientes que se atrevían a internarse en sus dominios. El terrible dios Balar, “el del ojo maligno” les sonreía con la media luna sangrienta de sus labios en espera del primer movimiento. Rodeado de su ejército de brujas y hechiceros, que sostenían el carmesí de las antorchas, esperaban la nueva acometida, mientras el púrpura de las sombras daba paso al dorado sol, mudo testigo de la campaña.
Lugh el Fomoré, corre por el acantilado, blandiendo su lanza. En sus oídos, el firme tambor de su corazón, retumba constante. De reojo observa a sus compañeros, atacando amparados en el grito de guerra de Hibernia.
Afuera de las grutas Valois, Balar, advierte la agitación de sus enemigos, encabezados por su nieto Lugh. Con mirada siniestra, ordena el ataque a los valientes y pronto, todo se convierte en otra encarnizada batalla. Repele el ataque Figols, el druida, cuya mortal lluvia de fuego solo alcanza a herirlo, Sin embargo, origina un terrible incendio que lo rodea peligrosamente. Sus esbirros intentan defenderlo y mediante la magia primigenia de las brujas, provocan una terrible tormenta intentando apagar el fuego.
Al mismo tiempo, entre las enlutadas nubes de humo, el guerrero Ogma, arremete contra la deidad. Alzando su espada, que refulge indómita. Se abalanza ataviado en la templada hoja de su espada. Su cuerpo refulge con cada movimiento, con cada estocada fatal. Brujas y hechiceros que caen en horrendos gritos, lanzando maleficios con su último aliento y derribando finalmente al poderoso Ogma. Su espada en dos partida y gritando herido bajo la fulminación.
Sin embargo, surgiendo del profundo infierno de la batalla, Danececht el sanador y Golbiu el herrero, ambos de habilidades magnificas, restauraron la salud del guerrero y la impávida templanza de la hoja.
Más allá, apartado de la tierra sacudida, Lugh avanzaba oculto entre las rocas de la profunda vertical. Una escarpada saliente le dio la oportunidad de ver la batalla desde una inmejorable vista. Hibernia se estremecía.
Ambos bandos luchaban con verdadera determinación y hasta ese momento no era posible predecir el final, pero él estaba listo en el sitio indicado para el momento en que Balar cometiera un error. Hasta ese momento, el gigantesco titán, rugía órdenes que eran cumplidas de inmediato. Sintiéndose protegido por las inmensas grutas Valois, Balar disponía los movimientos de su ejército, esperando el momento oportuno para acabar con su enemigo de una vez por todas.
Rodeada de una horda de brujas, que mediante magia liberaban a los árboles de su inmovilidad, Morrigan, la madre y tumba de los que andaban en esa tierra, se transformó en un gigantesco cuervo y batiendo sus alas provocó una funesta ventisca, cosechando las almas de las brujas, cuyos cuerpos despatarrados, se hundieron absorbidos por la espesura del bosque. Con encono, se elevó por lo aires evadiendo las nudosas ramas de los embrujados robles, surcando el cielo y consumiendo las almas del enemigo que la seguía. La guerrera mortal, sonrió satisfecha de ver los cuerpos derribados proyectándose al vacío.
Balar la observa, en busca de la oportunidad de abrir el ojo maligno colocado en su nuca y extinguir la vida de Morrigan que se acerca rauda.
¿Acaso se oscureció el rostro del sol? ¿O era el odio ignominioso que extendió sus alas con perversidad, ensañándose en la omisión de uno?
El rey Nuada, el de la Mano de Plata, supo que cometió un error al rodear a Balar. Ahora se encontraba solo, al descubierto y muy alejado de sus compañeros. Reparó en la sonrisa mordaz de su enemigo, que pedía a sus hombres ayuda para abrir el inmenso ojo colocado en su nuca. La nefasta rendija ensanchándose poco a poco hasta estar completamente abierto y fijo en él.
La jornada terminó para el héroe cuando la mirada mortal lo envolvió en un festín humeante y lo extinguió en exiguas cenizas que se alzaron al cielo.
El corazón de Lugh, lloró la muerte de su querido amigo. De pie en el otro extremo del acantilado, escuchó la voz de los tiempos, que descendieron girando y reclamando el final de su vida.
Si bien, el corazón de los guerreros estaba maltrecho, su voluntad fue más fuerte que nunca. Impasible, Morrigan remontó nuevamente el vuelo, dirigiéndose rauda en terrible asalto, llamando la atención de Balar. Las alas umbrosas se batían resueltas, se aceraban, evadían, rodeaban, se alejaban y nuevamente regresaban irrumpiendo desatadas.
Dulce momento cuando la espuma del mar detuvo su andar, el viento dejó de soplar y las voces de los exacerbados impíos fueron temporalmente silenciadas. Un instante después, el aire hendido por el golpe certero de la lanza de Lugh, traspasando los quietos nubarrones y sepultando la pértiga justo en el ojo de su nuca, tan poderoso y tan certero, que éste salio de su órbita y en fatídica caída, rodó nocivamente entre sus seguidores que se desvanecieron en virulento polvo hasta llegar al filo del acantilado donde se despeño, destruyéndose en los arrecifes.
El cuerpo exánime se derrumbó y descendió por la pendiente en burlesca persecución de su maldito ojo y terminando de la misma manera.
El suave viento volvió a soplar llevándose los últimos vestigios de humo, lo árboles volvieron a enterrar las raíces en su hogar y las olas del mar, volvieron a estrellarse muy abajo, tragándose y llevándose a sus profundidades a la destronada deidad. | |
el_espejo,26.04.2012
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Humanidad
El silencio era lo que peor llevábamos. El constante zumbido de los tubos de neón era lo único que podíamos escuchar. Una vez superada la tragedia, habíamos sido capaces de hablar entre nosotros, incluso algún día las risas, que todos pensábamos no volver a escuchar nunca más, resonaron entre las paredes de hormigón, bajo el mismo zumbido de unos tubos de neón que por entonces aún pasaban desapercibidos. Pero con el tiempo, la reclusión y la pérdida de toda esperanza de salir de allí, las conversaciones y las risas dieron paso a agrias discusiones, incluso a veces a encarnizadas peleas. Había comida más que suficiente para los que habitábamos el refugio, medicamentos, energía, calor, libros pero la humanidad ahí dentro poco a poco se fue apagando. Finalmente sólo nos quedó el silencio, un silencio constante que sólo era perturbado por el zumbido de los tubos de neón.
Los golpes en la puerta se extendieron como un temblor sísmico por el búnker. Cada uno de nosotros, encerrado en cada uno de nuestros cubículos, los escuchamos con una nítida claridad que nos heló la sangre. Nadie osó moverse. Pasados unos segundos volvieron a repetirse y tímidamente fuimos asomando las cabezas al pasillo, interrogándonos con la mirada para comprobar que no era una alucinación, o que al menos, la estábamos compartiendo. Durante más de una década no se había recibido señal alguna por ninguno de los diferentes canales que habían sido diseñados para comunicarse cuando el desastre sobreviniera, lo cual nos había conducido a pensar que no habría nadie más fuera, que éramos los últimos o que en cualquier caso, sería imposible encontrar a otros. De nuevo los golpes en la puerta nos arrancaban de cuajo esa idea. Algo había sobrevivido y nos estaba llamando a la puerta.
Nos agolpamos todos atropelladamente junto a la compuerta de acero que nos separaba del mundo y con un objeto metálico respondimos al ruido con la misma intermitencia. Nos resultó imposible refrenar los gritos de alegría. Nos abrazamos, nos besamos y volvimos a reír a carcajadas. Un humano al otro lado de la puerta era una señal de esperanza que ya no esperábamos encontrar. El más cauto de nosotros dijo que quizás fuera un animal, que antes de abrir tratáramos de variar la cadencia para comprobar si lo que fuera que estuviera al otro lado realmente se estaba comunicando con nosotros. Dimos dos golpes, silencio, tres golpes, silencio, dos golpes. Pasaron unos instantes en los que nuestra esperanza vaciló, algún animal, algo que no fuera humano podía estar al otro lado tomándonos el pelo, pero llegaron dos golpes, silencio, tres golpes, silencio, dos golpes y antes de que acabara nos apresuramos a abrir la compuerta.
Su angelical sonrisa nos desarmó. Era increíble que algo tan puro y hermoso hubiera podido sobrevivir en la superficie mientras nosotros sobrevivíamos como ratas en aquel agujero. El pelo rapado realzaba sus angulosas facciones y resaltaba unos enormes ojos que no paraban de sonreír. Nos fuimos apartando de la entrada para dejarla pasar como si estuviéramos hechizados por un encantamiento. Manteniendo un corro a su alrededor la fuimos acompañando al interior y fue al darse la vuelta para abrir la puerta de par en par cuando me percaté del tercer ojo en la nuca que nos observaba con rabia. Enseguida entraron el resto de sus compañeros en tromba.
Ahora de nuevo estamos en silencio pero es el desgarro de la carne humana devorada por los triojos lo que peor llevamos. | |
el_espejo,26.04.2012
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El ojo en la nuca 1
El partido se termina. Los noventa minutos no han sido suficientes para definir un ganador y el marcador se mantiene parejo a un gol por bando. El árbitro añade tres minutos.
Tres minutos son suficientes para glorificar el destino de un equipo que aspira a la copa, o para enterrar una ilusión fanática.
Angel de Badía dribla la defensa, encara al portero y se dispone a soltar un zapatazo con la pierna de palo. Jorge Valadez, el portero, se lanza en picada sobre los botines del delantero y le muerde la pantorrilla. Angelito cae, retorciéndose de dolor mientras se sujeta la pierna de la que brota un chorrito húmedo y colorado que sería la envidia del otro chorrito, el de la fuente que tenía calor. (Pero ese fue otro campeonato. Además hay que rellenar para llegar a las trescientas palabras)
-¡Pénalti!- grita la fanaticada y el colegiado lo concede.
Cristiano Romualdo espera que los camilleros se lleven al lesionado. En realidad la espera forma parte de la estrategia para demorar el cobro de la falta y permitir que los niveles de ansiedad suban y nublen la vista del portero y herrumbren sus reflejos.
Coloca con parsimonia bien calculada el esférico en la mancha penal y retrocede unos veinte pasos. El árbitro le muestra el silbato, moviéndolo frente a su cara. En la tribuna alguien le explica a un aficionado novato que no, no es que se lo esté mostrando para vendérselo. No. Le está indicando que no dispare hasta que él de la señal.
Romualdo se para con las piernas abiertas en franca actitud desafiante y ostentosa. Clava su mirada en la pelota y luego en Valadez. Respira. Parpadea un par de veces. El arco de la portería le parece más lejano que nunca y mentalmente se programa para redoblar la potencia de su músculo. El nivel de energía se acrecienta en respuesta a la orden de su cerebro. Se decide y patea con una fuerza sobrehumana jamás vista.
La pelota parte a velocidad dos veces y tres cuartos semejante a la velocidad de la luz.
Valadez no tiene ni tiempo de reaccionar. El balón le da en plena cara y lo hunde contra la red del fondo.
La gente extasiada no grita gol, grita:
“¡Le ha dejado los ojos en la nuca!”
Un espectador, moderador de un concurso, corrige: fue solo un ojo. Si fueran los dos, este cuento no llenaría los requisitos.
Mouziño en declaración de prensa dice, en su mal español, que si este cuento no gana, la culpa es de los árbitros de este concurso. Por esas declaraciones, se le castiga a tres meses sin poder subir un nuevo cuento.
Amén. | |
el_espejo,26.04.2012
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El ojo en la nuca 2
Al ojo en la nuca le consume la inquietud. Debería ver y sólo escucha ruidos polvorientos, se remueve en el centro de su pelo y algo le dice que no debería estar allí. Cuando el gigante se acuesta se humedece de lágrimas oscuras. Encerrado en su cuenca sueña dentro del sueño del cíclope. A veces teme que le despierten sus sueños porque a estos gigantes les asustan los colores, les irritan los ecos de las voces que perviven en las fantasías, y entonces las bestias enloquecen y arrancan los ojos de las nucas y los colocan en urnas viscosas y sangrientas. Los cíclopes son pavorosos y tristes, se alimentan de cachorros sin ojos y procrean sin amor y sin lujuria, dentro de salas grises con cubetas metálicas. En su mundo de oscuridad ni temen la ceguera ni les importa. Por eso el ojo en la nuca está siempre vigilante, si acaso sueña, sueña quedo y en clave. Él sabe que ya son pocos y que perviven rozando el exterminio, que ellos son la conciencia del pasado y la única esperanza de regresar al aire y abandonar la negrura. Desde hace varias generaciones son los únicos guardianes de la vida. Sabe el ojo, porque se lo han contado (y porque a veces sus antepasados también vieron), que antes los ojos veían estrellas, que los ojos iluminaban rostros menos crueles, que encandilaban hembras menos ciclópeas y más gráciles, y miraban por pares, fueron parte de una especie menos adusta pero no menos sangrienta que incomprensiblemente conocía el amor, el don que les hacía libres y perdurables, reyes de reyes. Sabe que antes miraban y que hubo un tiempo en que el tiempo se medía por días y era día o noche según la luz de un astro que llamaban sol, sabe también que antes los ojos podían ser hermosos o contemplar la belleza, que se iluminaban por dentro como antorchas ardientes, que eran parte de un alma que lloraba lágrimas cuando le conmovía la alegría o la pena, o cuando los machos miraban a sus hembras, o las hembras a sus machos y a sus cachorros de cuencas llenas. Hay otros ojos que no creen, que dicen que son leyendas. Pero yo provengo de la estirpe más antigua del ojo en la nuca, sé que hay de verdad lo que hay de verdad, por eso espero impaciente a otros ojos, vamos a rebelarnos ante los cíclopes, estamos preparados para la guerra, La historia se repite. | |
el_espejo,26.04.2012
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Extraña patología
Mi nombre es Pablo, soy oftalmólogo. Me considero un profesional competente, que nunca ha dejado de perfeccionarse. Intento estar al tanto de las novedades y de las avanzadas técnicas en mi especialidad. Sin embargo hace unos días, cuando atendí a aquel paciente, me sentí desorientado. Lo malo es que no fue el único que se acercó a mi consultorio, víctima de tan extraña patología. Gran parte de la población manifestó idénticos síntomas. Yo mismo comencé a experimentarlos. Son varias las personas a las que se les ha abierto un tercer ojo en la parte posterior de sus cabezas. En la nuca, para ser más preciso. El tema ha conmovido a la opinión pública, y a las autoridades, debido a que, hasta el momento, no hallan explicación para este fenómeno. Como era de esperarse, los primeros casos fueron presentados en circos y programas televisivos. Confieso que al principio no creí en nada de lo que mostraban las imágenes; pensé que se trataba de un fraude.
El asunto no hubiera tenido mayor repercusión si todo hubiera quedado allí. En realidad la gente ya se estaba acostumbrando, y hasta gozaba de los beneficios de poder observar lo que ocurría a sus espaldas. El problema surgió cuando paulatinamente comenzaron a perder la visión de sus otros dos ojos. Esto trajo muchas dificultades. En los cines y demás espectáculos decidieron colocar los escenarios y pantallas en la parte posterior de las salas. Muchos se abocaron al diseño de nuevos automóviles, adaptados a esta extraña forma de ver la vida. Algunas personas optaron por caminar hacia atrás. Esta mañana, mientras colocaba convenientemente un espejo en mi nuca, y otro frente a mi rostro para poder afeitarme, tuve una especie de déjà vu. Entonces comencé a recordar la importante misión que se espera de mí y mis compañeros.
Mi tercer ojo parece recibir órdenes de mentes superiores, aunque todavía no he logrado descifrarlas. Es increíble lo útil que resulta en algunos casos. Hace un rato, por ejemplo, evité que la enfermera me sorprendiera por la espalda para inyectarme uno de sus tranquilizantes. Creo que la golpeé demasiado fuerte. No era esa mi intención, sólo quería defenderme. Tal vez he abducido a un ser algo violento.
El problema es que ahora me colocaron un chaleco de fuerza. Me mantengo tranquilo; no quiero despertar demasiadas sospechas. Si descubren mis tentáculos extensibles, la situación puede complicarse. | |
el_espejo,26.04.2012
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El ojo en la nuca 3
-Recuerde que, una vez de oprimido el botón “Despegue”- sentenció Lotwer, Segundo Jefe de Operaciones, - su mente comenzará a retroceder en el tiempo. Adaptado a la medida Pársec, el viaje alcanzará con exactitud cincuenta de sus años biológicos. Recuerde también que el Pársec es una medida de distancia y que el año es una medida de tiempo. Concluido el programa efectivizaremos el regreso.
-¿Está preparado?- Preguntó antes de mi partida, Stugger, Primer Ayudante de Aplicaciones ¿se siente cómodo? Insistió, volviendo a arreglar el almohadón que sostenía mi cabeza.
- Por las dudas de que falle la tecnología, espero que la teoría del tiempo cíclico resulte verdadera- Bromeé. Luego, ante la intranquila mirada de mi joven esposa, simplemente cerré los ojos.
Desde que fui seleccionado para ser la vía mediante la cual, se lleva a cabo el experimento “El ojo en la nuca”, todo es vertiginoso.
Se trata de una investigación de altísima pericia, proyectada y ejecutada por el conjunto de autoridades científicas mundiales. El proceso tiende a descifrar el desarrollo del universo y a confirmar el comportamiento acomodaticio, de las particularidades que aspiran a cubrir las necesidades de supervivencia de las especies. Mi participación consiste en transitar mentalmente y en reversa, millones y millones de años luz en el tiempo, desmenuzando los vericuetos del pasado. Los primeros avances hacia atrás, demostraron el ya conocido que los años que transcurren, irreversiblemente, están impresos en cada vértice de la naturaleza, que sus efectos se observan en todos los seres que la forman, vivos o no vivos, y que cada variación que altera o conforma la vida en el universo, ha sido determinada por circunstancias y necesidades.
La huella del sucederse de los siglos se deja ver también en nosotros, los seres vivientes de este planeta que orbita alrededor del sol, y ha moldeado cada conformación que nos constituye. Esa es la base de la investigación que, sin importar la disciplina a la que pertenezcan, se propusieron nuestros científicos. Mientras que el objeto último, es observar el pasado más lejano para comprender el presente y poder manipular el futuro (abarcando el ambicioso “más allá de la muerte”).
-El tiempo es intangible y no se puede ver-se opusieron algunos. Otros apreciaron que el único modo de “atraparlo” es a través de grabaciones cinematográficas, fotografías, de audio y que el reloj es sólo un “pasatiempo”.
Los arqueólogos sostuvieron que el tiempo puede ser leído en los restos que la naturaleza se encarga de bien guardar y basaron su teoría en los fósiles que los planetas conservan.
Los historiadores se prestaron a colaborar en lo que respecta al pasado de corta duración y los astrónomos, los más entusiastas, unieron sus vítores para la investigación de larga data.
El experimento “El ojo en la nuca” reúne, aún en medio de agudas controversias, conocimientos científicos de todas las disciplinas, de unas más que de otras, tendientes a descifrar, en pos del futuro, el pasado del universo.
Insertaron en mi cerebro, una cantidad de adminículos de mecanismos complejos que, a partir del momento de activados y sirviéndose de la radiación electromagnética, me han permitido, minuto a minuto, navegar hacia el Big Bang sin desplazar mi cuerpo. Me garantizaron a cambio atención médica permanente, alimentación de primera calidad y comodidades propias de un príncipe, haciendo extensivas tales delicias a mi familia, durante y después del proyecto.
En lo que cabe para mis hoy sesenta y tres años biológicos y sin moverme de la confortable camilla de laboratorio, he viajado hacia el pasado según el diseño. He superado ampliamente los márgenes en que comenzó la vida en el universo, almacenando en mi memoria, la información más asombrosa y esclarecedora jamás imaginada, la que, según lo planeado, podré develar únicamente luego de mi “retorno”.
Mi salud es óptima pero, como resultado de un desequilibrio emocional fuera de cálculo, producto de la sofocante y desgarradora soledad en que estoy inmerso, he comenzado a sufrir de amnesia funcional. Hecho imposible de ser advertido por la tecnología que manipula, el ahora avanzado transcurrir del programa. Lamentablemente, no existen probabilidades de que mi súplica por volver antes de lo previsto sea “escuchada” y, por lo tanto, modificada mi situación antes de que finalice el experimento y antes de que olvide hasta el último dato acumulado. | |
el_espejo,26.04.2012
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El ojo en la nuca 4
Yo creo que ellos no entienden ¿Quiénes? Los demás ¿Cuáles? Los otros, los mirones, los prejuiciosos, los que escogieron la otra vida, la vida de las cosas. Y esa, al fin, es la pregunta que me hago ahora, la más importante. Al principio es fácil pensarlo al contrario. Es como en todo lo demás. La vida avanza en retroceso. Esto es: Uno siempre coge la punta más sobresaliente, y cree que esa punta es un círculo, y la ve y dice, las cosas son así: un círculo. Es mentira. Las cosas no son un círculo, sino una cuerda de la que siempre cogemos primero el extremo sobresaliente. Y después, si uno se atreve, se pone a halar y halar y va mirando de repente que atrás de ese círculo hay profundidad y cuerda, y sobre todo más cuerda y más cuerda. Y uno se enseña a mirar así, a través de los círculos por la profundidad de la cuerda. Avanzando en retroceso. Buscando el otro extremo, la luz al final del hilo, el principio de todo, quizá el fin de todo. Se acostumbra uno a mirar así. Y ya después no es fácil mirar atrás. ¿Qué es atrás? ¿Qué es adelante? Esa es la cuestión.
El problema es el siguiente: Yo soy un ojo. Ya sé que suena fácil o difícil de creer. Intente no darle vueltas al asunto. Simplemente crea que lo yo digo es verdad. Algo tan irrebatible y comprobable como cuando usted dice: yo soy un hombre, o yo soy una mujer. O este es mi salario. Son cosas sobre las que no se hacen preguntas no sé si por la simpleza o la complejidad del concepto. Personalmente –porque los ojos también somos personas- yo también me asombro de los humanos cuando dicen: yo soy un humano. No es verdad. Está bien, sí es verdad, pero no es tan sencillo. Los humanos sí son humanos, pero son también muchas cosas más. Son sobre todo cosas impronunciables. Y no me vaya a creer ahora un ojo puritano. Uno de esos que se abren y se asombran ante cualquier singularidad. No. Digo impronunciables porque las palabras no alcanzan. Tal vez algún día: Al final, todo es culpa del tiempo. Lo importante lo digo yo, y eso ahora es que usted sepa que yo soy un ojo, y sobre todo, que es verdad.
Hay hombres que creen que por decir esto es un ojo ya lo han dicho todo. Creen que si enumeran las partes de los ojos y dicen: iris, cornea, retina y otras cosas más, es como si lo hubieran dicho todo. No es así. Es como si por decir universo, galaxia, planeta, estrella ya usted comprendiera por completo al universo. No es así. Hay cosas que se escapan de las palabras, y peor aún, cosas que se escapan de las cosas. Yo soy un ojo. Como yo hay billones –iba decir millones pero la mayoría de ojos se cuenta por dos-, mucho más que billones, cuatrillones y hasta más. Pero en realidad como yo, solo hay uno. O muy pocos. Y esto es verdad en más de un sentido.
El problema es el siguiente: Yo soy un ojo en la nuca. Si me creyó lo del ojo ahora debe estar usted algo más cerca de creerme mi ubicación pero aún así lejos de en realidad creerme lo que le digo. Dirá usted, los ojos pueden ser personas, suena raro, pero puede ser así. Pero eso sí, los ojos no crecen en la nuca. Usted se equivoca. Los ojos crecen en todas partes. Solo los ojos de los humanos están casi siempre ubicados debajo de su frente. Los demás ojos de las demás cosas crecen en cualquier parte. Yo soy un ojo en la nunca de un humano. Ahora sí, dirá usted: esto es mentira. Se equivoca. Es verdad. Pero el humano donde nací es un tipo muy aislado, que ha preferido esconderme en vez de mostrarme. Y al final siempre me termina tapando. Para que los demás no me vean. Y ese, precisamente, es mi problema. O quizá sea mi solución. Pensará que me contradigo pero eso es a la vez verdad y mentira. Lo que yo le digo es mi verdad y tiene lógica en una sola dirección y quizá si usted me prestara verdadera atención con detenimiento sí lograra entenderme.
Mi problema es este: Yo, al igual que usted hace unos pocos instantes, no sabía en realidad mucho sobre los ojos. Ni que eran personas, ni que crecían en todas partes. Yo no sabía en realidad que era un ojo. A diferencia de los demás ojos, a mí nunca me mostraban ante un espejo, entonces yo solo miraba hacia adelante. Pero hubo un error. O quizá una oportunidad. En una ocasión en que mi humano entró a un sitio con espejo en la pared de atrás y adelante y olvidó taparme correctamente yo giré mi lente hacia el rabillo y por fin me vi. Al principio, como le pasó a usted y como sucede en todos los principios pensé que la verdad no era esa. Yo no era un ojo, eso no era un espejo. Pero la realidad es así, ni siquiera cruel, quizá indiferente. Lo cierto es que yo soy un ojo y que las cosas son más que las cosas. Peor aún: una cosa, así sea la misma, no es siempre la misma cosa. Y eso es lo que los otros ojos, con los que he logrado comunicarme a parpadeos, no me quieren creer. Les tocó creer en las cosas que ven, las cosas de frente. Sin profundidad. Y como siempre son dos, o más, o mayoría, no me quieren creer, ni reconocer, ni aceptar lo que le digo. Y me siento solo. Y ese es mi problema. Mi pregunta. La respuesta no está. | |
el_espejo,26.04.2012
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El ojo en la nuca 5
Señores lectores:
Esto no es un cuento; ni una novela; esto es un hecho de la vida real, acerca del cual deseo alertarlos, para que no sufran las mismas consecuencias que yo.
Todo sucedió en muy poco tiempo; No nos dieron tiempo a nada; comencé a darme cuenta en esas ocasiones en que sobreviene ese tremendo dolor; o los mareos, o tal vez cuando pierdo el uso de la conciencia durante prolongados periodos, y no se realmente qué hice, o dónde estuve. O cuando comienzo a ver las cosas de manera extraña, hacia adelante y atrás al mismo tiempo...
Al principio, la humanidad no tenía ni idea de lo que iba a ocurrir, no estábamos preparados para ellos... los “Tri-focales”. Ese es el nombre más aproximado que pudimos encontrar en nuestro mundo; ya que en el suyo no existe nada parecido a un lenguaje.
Los Tri-focales no eran habitantes de ningún planeta conocido, o desconocido; simplemente vivían en un universo intermedio entre la materia y la energía del nuestro.
Ellos se caracterizaban por una particularidad muy extraña para nosotros: no tenían forma, en cuanto a cuerpo se refiere; o sea, no tenían cuerpo, ni nada que se le parezca; ni una pizca de materia, ni siquiera un poco de energía, simplemente no existían para nosotros... hasta ahora.
El hecho es que el universo de los Tri-focales estaba agotándose, y no encontraron mejor esperanza de sobrevivir que la de invadir el nuestro. Pero esto no era fácil para seres sin cuerpo; así que, como eran extremadamente inteligentes, idearon la manera de tener interacción con los metales; a través del magnetismo; y utilizando este sistema, fabricaron robots.
No sería tan malo, si hubieran llegado sólo hasta ahí, pero desgraciadamente, una vez que descubrieron nuestras transmisiones radiofónicas, aprendieron tanto de nosotros, que no sólo nos conocían lo suficiente como para apoderarse de nuestro planeta; en ese caso hubiéramos luchado hasta el final; sino que sabían lo suficiente como para comprender lo que significaban los sentimientos humanos. Tan bien lo habían aprendido, que aprendieron a desear fervientemente. Y lo primero que desearon fue experimentar otros sentimientos, pero al no tener forma, (terrible contrariedad), se les dificultaba muchísimo.
Así que durante largos años, nos estudiaron ante nuestra inocencia; sin que nosotros nos diésemos cuenta... casi. Sí, hubo algunos casos de personas que decían haber sido abducidas (secuestradas por extraterrestres), y de otras que decían haber visto luces, y naves en el cielo, pero muy pocos les prestaron atención; ya que nunca se conseguían pruebas contundentes. Esto habla de la habilidad de nuestros invasores, ya que sabían muy bien como solucionar este tipo de problemas; estaban alertas ante estos casos, y actuaban rápidamente, ya que se habían preparado durante años.
Con el tiempo, fueron aprendiendo más y más de nosotros; al punto en que lograron lo que buscaban: Luego de estudiar a conciencia el cuerpo humano, descubrieron que a través de una pequeña operación quirúrgica, se podía modificar el estado electrónico de una de las neuronas del cerebro (como un chip); de forma que ellos podían ingresar al mismo sin ningún problema, (ya que el inconsciente no ofrecía ninguna resistencia), y luego controlaban el cuerpo a su antojo. Como efecto secundario, a cada "invadido", le aparecía un muy molesto tercer ojo ubicado en la nuca. De ahí que comenzáramos a llamar a los invasores "Tri-focales".
La nueva cirujía se convirtió muy pronto en un grandioso descubrimiento para ellos; pero no se imaginan lo que significó para nosotros: No perdimos del todo la conciencia, eso hubiera sido un cambio completo; no, simplemente compartimos el cuerpo con ellos; pero ellos tienen el control casi todo el tiempo; salvo cuando duermen, que es el momento en que nosotros podemos recuperar el control, y operar casi sin que lo noten. Sólo se deben utilizar cuellos altos. Utilizando un cuello alto cuando ellos duermen, se tapa bastante el tercer ojo, y se puede uno permitir utilizar el cuerpo durante un tiempo.
Al principio, era muy desconcertante… Las piernas no responden, el cuerpo se mueve involuntariamente, se levanta y camina sin que sepamos por qué... Pero después se fue convirtiendo en algo verdaderamente trágico; los invasores pretendían sentir todo tipo de emociones, y digo TODO, porque experimentaron dolor, angustia, peligro, violencia... Fue simplemente horrible.
Algunos comenzamos a organizarnos por las noches, (el único momento propio), para ver si podíamos recuperar nuestros cuerpos y salvar a la humanidad de alguna manera. Contábamos con que los Tri-focales, tenían que “convertirnos” de a uno, lo cual les lentificaba bastante la tarea. Pero entonces, en nuestro mejor momento, fuimos atacados exactamente por donde más nos dolía; ellos encontraron una forma de convertirnos en grupos más grandes; y prácticamente sin control. Los invasores se esparcieron como un virus, y la agrupación de los “Anti-Tri-focales”, murió casi instantáneamente.
El nuevo método consistía en “cambiar”, el estado de nuestra famosa neurona, a través de un medio visual; podía ser un dibujo, un cartel, un texto... El caso es que cuando cualquier persona leía un texto escrito especialmente para realizar la conversión, la misma ocurría sin remedio, y sin que la persona se diera cuenta.
Luego de una gran cantidad de estudios, logramos descubrir en lo que consiste: Se trata de escribir textos que contengan algunos puntos suspensivos... ubicados en los lugares correctos... provocan un efecto peculiar... difícil de describir...
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Lo lamento; tengo que informarle que en este momento, ya no queda ningún individuo que no haya sido convertido. Desgraciadamente, los Tri-focales interceptaron nuestro mensaje... A partir de ahora, recuerde utilizar cuellos altos. | |
el_espejo,26.04.2012
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El ojo en la nuca 6
Me contó mamá panchita que a principios del siglo vivía en las riveras del río negro una hermosa joven campesina cuya belleza era el sufrimiento de muchos desdichados que pasaron noches en vela suspirando por sus ojitos negros y ella reticente a todo tipo de halagos amorosos siempre supo mantenerse pura a pesar de que su vida transcurría entre las peonadas de las haciendas a quienes llevaba los almuerzos bajo el inclemente sol de las llanuras. Cuantos poemas le fueron compuestos en su honor y cuantos joropitos llaneros rondaron su casa en infructuoso intento por ganarse sus favores amorosos. En las noches de parranda era el tema principal de los borrachos que embrutecidos por el guarapo de caña deliraban con los besos de la dulce muchacha. Esa mujer no será pa’ ninguno del pueblo’ murmuraban llenos de desconsuelo, se irá para la capital y allá se casará con un rico y nunca se le volverá a ver por estos lados. Y fué en esas mismas noches donde el alcohol de las sabanas pervierte el corazón de los hombres en que el amor platónico e inalcanzable que todos sentían por la joven se transformó en despecho y rabia.
Según relata mamá panchita, una tarde en que la joven regresaba a su rancho por entre los pajonales salvajes se encontró de repente en medio de los vaqueros del hato grande, dicen que intentaron hacerla beber licor a la fuerza y que ella los rechazó y se echó a correr por entre los montes pero la persiguieron en los caballos y la acorralaron en la cañadita de las brujas. Ahí le rasgaron sus ropas y uno por uno le arrancaron su inocencia. Desgarrada en sus entrañas y en su alma con su último aliento la joven se levantó y corrió desesperadamente por la orilla de la barranca pero un bejuco la enredó por sus pies haciéndola caer al vació y se quebró el cuello con las ramas de los árboles. Con la última luz del día vieron horrorizados los jinetes como la que otrora fuera la más bella entre las bellas yacía destrozada en el fondo del barranco y su cabeza que se había torcido totalmente hacía atrás los miraba con el macabro adiós de la muerte. Todos se espantaron y ajilando sus caballos por las llanuras quisieron huir del atroz crimen cometido pero no se puede huir para siempre porque tu pecado siempre te alcanza.
Nadie pagó el crimen de la joven con la justicia de los hombres pero cuenta mamá panchita que pasados dos años de su muerte un vaquero que se había extraviado apareció con el cuello roto por las costas del rio negro. Su tráquea había sido destrozada y su cabeza girada en noventa grados, una expresión terrorífica como un grito congelado en el silencio hizo estremecer a los que vieron su cadáver. Nadie asoció su muerte con nada extraño y todos asumieron que lo más probable es que al intentar enlazar un toro cimarrón este lo habría derribado y luego con sus cuernos y cascos le había producido tan horrenda muerte. Pero seis meses después otro vaquero apareció muerto y las características de su muerte eran similares a la anterior y le siguieron otras tres muertes más repitiendo los mismos patrones por lo que cundió el pánico por todas las costas de la llanura.
-¡Es ella, regresó para vengarse de todos nosotros ¡ entró gritando un peón del hato grande un domingo en la iglesia y confesó ante todos el horrible crimen que habían cometido.
José Alirio un campesino del otro lado del río la escuchó gritar en una noche de luna como tres kilómetros atrás del galope de su caballo y en un instante el potranco levantó sus patas delanteras al sentir una presencia infernal que se había atravesado en la mitad del camino. El muchacho que se había caído del caballo pudo ver la fantasmagórica aparición de una mujer que estando de espaldas a él giró su cabeza sobre sus hombros y sintió que una mirada de ultratumba se clavaba en él, paralizado y sin poder articular palabra ni mover un solo músculo rezó un padre nuestro en su pensamiento, sintió que un sonido como de millones de abejas le pasaban por los oídos, el espectro no se acercaba a él pero el se veía cada vez más cerca del espanto como si la tierra lo arrastrara hacia los mismos infiernos, Una mano que más bien le pareció como raíces vivas de árbol aprisionó su cabeza con tal fuerza que sintió como su cerebro se desintegraba y entonces se desmayó. Al otro día despertó en el cementerio del pueblo al lado de la tumba de la muchacha.
Cuenta mamá panchita que el arzobispo de la capital fue hasta el pueblo para hacer un exorcismo en toda la región pero nada calmó al engendró demoniaco que había matado y desaparecido a más de veinte hombres. Como última esperanza fueron a buscar al indio Jacinto un brujo y curandero muy afamado por las pampas quién se decía conocía todos los secretos de la vida y de la muerte. A cambio de veinte vacas gordas el indio accedió a deshacerse del alma airada de la joven. Más les dijo a los habitantes que él solo les diría lo que deberían hacer y que si no utilizaban la sabiduría nunca podrían deshacerse del espanto.
“No puedes seguir hacía adelante si estás mirando siempre hacía atrás, como podrás descansar en paz si tienes el ojo sobre la nuca que mira al pasado y nunca olvida, si puedes mirar hacia adelante, podrás perdonar y seguir tu camino”.
Esas fueron las palabras del indio Jacinto que a todos les sonó bonito pero no comprendieron y por muchos años más siguieron desapareciendo los vaqueros en las llanuras hasta que un día a alguien se le ocurrió abrir la tumba de la joven y descubrieron que había sido enterrada con la cabeza al revés. | |
el_espejo,26.04.2012
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Queda abierto el plazo de votación desde este momento hasta el Lunes 30 de Abril a las 20:00.
Se vota en el libro de visitas de el_espejo en privado.
Participan 10 relatos. Hay 6 relatos con el mismo título, El ojo en la nuca, por lo que se les ha añadido un número para diferenciarlos. Vigilad a la hora de asignar los votos para no equivocarse.
Los votos a asignar son:
3 puntos al que más les haya gustado
2 puntos al segundo que más les haya gustado
1 punto al tercero que más les agrade
Están invitados a votar todos aquellos que lo deseen siempre que lo hagan en el formato establecido.
Finalizado el recuento de votos, se harán públicos las puntuaciones y el autor de cada texto; así como los votos que emitió cada cuentero. Hasta ese momento, se agradece que no hagan
comentarios o valoraciones al respecto de los textos. Una vez publicada la
lista de votos, pueden comentar sus obras o las de los compañeros, hacer críticas constructivas o lo que crean necesario. Recuerden que
estamos aquí para divertirnos, crecer y compartir. | |
el_espejo,30.04.2012
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Recuerdo que hoy es el último día para las votaciones | |
el_espejo,01.05.2012
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Aun faltan votaciones, se deja hasta mañana el cierre | |
el_espejo,02.05.2012
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Útima prórroga hasta las 23:00 hora de la página de hoy | |
el_espejo,02.05.2012
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Bueno antes de nada pedir disculpas por el retraso. Se estaba esperando a ver votaban todos los participantes.
Y los resultados finales del Reto XV de Literatura fantástica 'El ojo en la nuca' son:
1.- 'Extraña patología' de glori 15 votos
2.- 'El ojo en la nuca 4' de ciertascosas 11 votos
3.- 'El ojo en la nuca 6' de cuenterodeilusione 10 votos
4.- 'El ojo en la nuca 2' de justine 9 votos
5.- 'El ojo en la nuca 1' de zepol 5 votos
6.- 'Humanidad' de egon 3 votos
7.- 'El ojo en la nuca 3' de filiberto 2 votos
8.- 'La higuera del santo' de Yvette27 2 votos
9.- 'El ojo en la nuca 5' de IGnus 2 votos
10.- 'La caida del Titán' de kone 1 voto
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el_espejo,02.05.2012
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Y las votaciones efectuadas (de los participantes faltó por votar cuenterodeilusiones) y tuvimos una votación invitada:
Egon
3 puntos: El ojo en la nuca 4
2 puntos: Extraña patología
1 puntos:El ojo en la nuca 3
ZEPOL
ok
Gracias.
Te dejo mis votos. Si no es acá donde se dejan, pues me haces el favor de colocarlos en la urna correcta. Vale?
Primer lugar: Extraña patología
Segundo lugar: El ojo en la nuca 4
Tercer lugar: El ojo en la nuca 6.
hippie80
voto.
1. estraña paatologia.
2. ojo en la nuca 2
3. humanidad
saludos.
justine
El ojo en la nuca 6: 3 puntos
El ojo en la nuca 1: 2 puntos
Humanidad: 1 punto.
glori
3 puntos: El ojo en la nuca 2
2 puntos: El ojo en la nuca 1
1 punto: La higuera del santo
Yvette27
Mi voto
3 a Extraña patología
2 a el ojo en...número 2
1 a el ojoen....número1
gracias por el espacio tan estimulante
kone
Ojo en la nuca 6 --- 3 puntos
Extraña Patología --- 2 puntos
Ojo en la nuca 3 --- 1 punto.
Saludos.
IGnus
Mi votación:
Para "El ojo en la nuca 4": 3 puntos.
Para "El ojo en la nuca 2": 2 puntos.
Y para "Humanidad": 1 punto.
Muchas gracias por organizar estos retos; y por invitarme, gracias adicionales.
¡Un Abrazo!
filiberto
Ojo en la nuca 4 3
Extraña patología 2
La caída del Titán 1
Saludos
ciertascosas
Votación para el reto de literatura fantástica: Tres puntos al ojo en la nuca 6. Dos puntos al ojo en la nuca 5. Un punto para la higuera del Santo. | |
el_espejo,02.05.2012
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Ha sido un placer y un orgullo esta edición, tanto por la cantidad de textos presentados como por si calidad y diversidad ante un tema que podría ser extrañs en un principio.
De nuevo han superado todas las expectativas.
Ahora sí, crítiquense, feliciténse, y dejen nuevas consignas en mi libro de visitas. ¡Ya ven qué buena salió ésta! | |
yvette27,03.05.2012
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Felicitaciones a glori, contenta de haber votado su texto. Contenta también por mi modesto resultado. Sigamos elercitando las neuronas. Gracias al-espejo que nos da la oportunidad . | |
Egon,03.05.2012
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Me quedo satisfecho con mi puesto en mitad de la tabla ya que coincide con la media de las dos últimas participaciones de kone. Jamás pensé que un tema tan rebuscado pudiera dar tanto de si. Enhorabuena a todo el mundo incluidos aquellos con ojos en la nuca. | |
IGnus,03.05.2012
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Agradecido por la oportunidad de participar. Es un privilegio comparar mis textos con los de gente tan talentosa. Seguiré participando de estos encuentros, que son muy motivantes.
Mis felicitaciones a los ganadores, ¡y hasta el próximo!. | |
justine,03.05.2012
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Enhorabuena a los ganadores y a glori en especial por su primer puesto. Felicitaciones también a todos los participantes y muchas gracias por sus votos. | |
glori,03.05.2012
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Asombrosa la creatividad de todos los que participaron. Gracias Espejo, por organizar estos encuentros. Primera vez que gano, estoy feliz. Un abrazo. | |
kone,03.05.2012
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¡Muchas felicidades glori!!! y coincido con yvette, hay que seguir ejerciando las neuronas. Besos y abrazos a todos. | |
leobrizuela,03.05.2012
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Pese a no haber participado activamente (estoy de viaje), he seguido la contienda literaria con atención, comprobando que los textos superan en cada edición del reto su calidad. Un saludo cordial a todos y en especial a Glori por su distinción y espero subir al cuadrilátero en breve, ya de vuelta en mis pagos. Y una mención para El Espejo, por su tarea y disposición. | |
filiberto,04.05.2012
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FELICITACIONES ganadores y no. Un gustazo participar. Abracito para todos. | |
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