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| el_espejo,25.05.2011
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uReglas:/u
* Este reto está abierto a cualquier usuario registrado en la página.
* Sólo se participará con bun texto por cuentero./b
* Se debe respetar el número de palabras y el tema propuesto, que siempre irá bencaminado a relatos de índole fantástica./b
* Se tendrá en cuenta para los envíos de trabajos y votaciones la fecha y hora de la página.
* Los textos participantes se enviarán ben privado al nick El_espejo,/b desde el que se colgarán en este foro al vencer el plazo.
uVotación:/u
* Se fijarán los días de votaciones al inicio de cada convocatoria. En las fechas estipuladas, cada participante asignará las puntuaciones pertinentes a los relatos en concurso, atendiendo a la adecuación de las consignas, corrección, originalidad, etc.
* bSe votará en privado en el nick El_espejo./b El voto de los participantes en el Reto es obligatorio; pudiendo hacerlo también cualquier cuentero que lo desee.
* No está permitido votar al propio texto.
* bEl número de votos a emitir será por defecto de un tercio de los trabajos presentados./b Ejemplo: si se presentan 6 relatos, cada cuentero votará por dos de ellos, dando 2 puntos al favorito y 1 al segundo. A nueve trabajos corresponderían 3 votos, siendo 3 la mayor puntuación y 1 la menor, y así sucesivamente.
* Se considerará ganador al texto que más puntuación obtenga, haciendo especial mención a los tres primeros puestos.
* Las votaciones serán revisadas por un mínimo de dos cuenteros.
uCríticas y comentarios:/u
* Una vez realizadas las votaciones, los participantes del reto tienen la posibilidad de hacer una crítica sobre los demás textos presentados a concurso o solicitar que algún compañero analice su relato si así lo desean, siempre llevados a cabo con respeto y corrección. En ningún caso se tendrán en cuenta apreciaciones durante las votaciones.
* Una vez finalizada cada convocatoria, se pueden proponer temas para futuras consignas en el Libro de visitas de El_espejo.
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| el_espejo,25.05.2011
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Esta convocatoria está abierta desde hoy hasta el viernes 10 Junio a las 15:00. Las lecturas y votaciones se realizarán desde el día 10 a las 18:00 aprox. hasta el martes 14 a las 15:00, hora de la página.
Los textos se envían al nick El_espejo en Privado.
Se establece un mínimo de 300 palabras y un máximo de 800. Los textos atenderán a la modalidad de PROSA FANTÁSTICA.
bTema/b: Interferencias de mi otra vida.
Creer (literariamente hablando) por un momento en la reencarnación, y contar cómo una vida pasada o una futura se deja ver en la vida presente del personaje. A partir de ahí, ¡a imaginar sin límite!
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| walas,25.05.2011
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Vamós allá, aunque creo que en otra vida ya participé en un reto así, tengo ventaja  | | |
| corazonverde,26.05.2011
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| Muchas gracias por la invitación. De aqui a la fecha señalada intentaré crear algo, dejaré volar mi imaginación para ver que ocurre. | | |
| elalquimista,26.05.2011
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Un tema muy imaginativo y da lugar a un mundo creativo muy abierto, las experiencias pueden ser desde hermosas hasta horripilantes.
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| nayru,26.05.2011
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| A poner a funcionar mente y manos! | | |
| leobrizuela,26.05.2011
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| ¿Un primer matrimonio se considera una vida anterior? | | |
| el_espejo,26.05.2011
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| Si tuvo lugar en la Edad Media o en aquella vida en la que fuiste caballo y trató de desposarte un granjero loco...... sí. | | |
| Egon,27.05.2011
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| Mi futura reencarnación se acordará de esto. | | |
| el_espejo,31.05.2011
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| Aún quedan 10 días para participar!! | | |
| flop,02.06.2011
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| Me gusta más que sea una misma en el tiempo la que se encuentre. Hay gente que cambia tanto por tenacidad y empeño que casi se podría decir que logra “otra vida”. Yo conozco un caso muy cercano que logró hacer todo lo que ella misma le gustaba ver en otros, pero pensaba que nunca podría ni siquiera fantasear con llegar a ser.  | | |
| el_espejo,09.06.2011
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Mañana último día para enviar los textos.
¡Aún hay tiempo para jugar! | | |
| glori,09.06.2011
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| Buen tema | | |
| el_espejo,10.06.2011
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LOS TESOROS DEL ALMA
Cuentan los viejos del lugar una historia que pasa de generación en generación.
Hace muchos años tantos que nadie sabe a ciencia cierta cuantos pueden ser. Vivía en aquel remoto lugar una joven llamada Dafne, muy pobre y de extraordinaria belleza. Trabajaba sin descanso labrando los campos ya que había quedado huérfana cuando aún era una niña y sólo poseía una choza y un trozo de tierra árida y poco productiva.
Un día en que estaba sentada llorando por la mala cosecha recogida y que apenas le permitía subsistir paso un caballero de singular vestiduras que tras contemplarla compadecido le preguntó:
-"¿Por qué lloras mujer?"
-"¿Cuál es la desgracia que hace que tus lágrimas laven la tierra?"
Dafne entre sollozos le contó al caballero su triste destino. Cómo quedó huérfana y cómo pasaba todas las horas de su vida intentando que aquellas tierras produjeran algo para llevarse a la boca. Cómo el invierno helaba su cuerpo y su estómago gritaba de hambre.
Cuando terminó sus palabras el caballero apuntó con el bastón hacia el cielo del anochecer diciendo:
-”¿Ves aquella primera estrella que empieza a asomar anunciando la noche?”.
Dafne contempló una débil luz allá en el firmamento.
Mientras él proseguía hablando:
-“Te aseguro que cada una de tus lágrimas serán como esa estrella y alumbraran cada partícula de tierra árida que labran tus cansadas manos“.
-“Jamás olvides una cosa, nada pasa por casualidad en esta vida, las pruebas son necesarias para formar el alma de cada uno de nosotros. Cuanto más dura son, más afortunados son los mortales por tener la oportunidad de aprender mucho más de ellas.
El caballero tomó asiento en una piedra al lado de Dafne sacando un pequeño y antiguo espejo que guardaba en uno de sus bolsillos:
-“Mira el cristal Dafne”
-¿Que ves en él?
La muchacha contempló la pulimentada superficie. Al principio sólo podía distinguir, luego lentamente pudo contemplar la silueta de una pequeña niña en los brazos de una mujer de ropa raída con la expresión más dulce que jamás había visto en toda su vida.
-“Esa eres tú y tu madre, tuviste la mayor riqueza de este mundo: la ternura y el amor de ella“.
-“Sigue mirando y comprenderás“.
Dafne volvió a fijar las pupilas en el espejo que le mostraba el caballero.
El continuó hablando:
-¿Y ahora que ves?
-La joven no podía salir de su asombro, habían desaparecido las anteriores imágenes y ahora se dibujaban otras completamente distintas.
Una niña de rico ropaje y de corta edad. Una pequeña princesa que lloraba desconsoladamente.
Parecía tenerlo todo pero sus ojos reflejaban una tristeza infinita.
-¿Quién es esa niña?
Preguntó enternecida por las lágrimas y el dolor de la pequeña.
El caballero volvió a hablar:
-Esa también eres tú, hace mucho tiempo, quizás siglos. En esa vida pasada que ya no puedes recordar, fuiste una princesa con todos los tesoros de este mundo entre las manos. Pero te faltó el mayor de todos ellos. El cariño, ese tesoro que guarda el alma humana y que es el más hermoso y preciado que puede recibir un niño.
-Pobre niña, dijo sollozando al recordar los tiernos besos y abrazos de su madre que llevaba para siempre en el alma.
-¿Y ahora que piensas eres desgraciada o afortunada?
-¿Crees que posees algún tesoro?,
preguntó el caballero mirándola fijamente a los ojos..
Dafne casi no podía hablar de la emoción:
-Soy muy afortunada señor, tengo en mi alma un cofre con el tesoro más valioso que existe en este mundo “el cariño verdadero, ése que sólo se da cuando sale del alma sin esperar nada a cambio”
-¿Te cambiarías por esa pequeña a pesar de toda las riquezas?
-No, no, dijo horrorizada. -"A ella le falta todo y yo a pesar de tener el alma dolorida la tengo llena de ternura y de amor.
-Ya ves que no estás pagando ningún castigo que la vida tuviera reservado para ti. Has recibido una bendición sin ser consciente de ella. Ahora ya puedes entenderlo. La vida no castiga sólo compensa aunque no seas consciente de ello. Después de estas palabras el caballero se despidió de Dafne y desapareció tan misteriosamente como había aparecido.
Aquél año en los campos brotó la mejor cosecha de todas: La felicidad de Dafne, "apreció aquello que la vida le entregó un día y que jamás había podido ver". Al mismo tiempo que florecía la felicidad en su corazón crecía todo aquello que había sembrado con tanto esfuerzo convirtiendo cada una de sus lágrimas en hermosos frutos.
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| el_espejo,10.06.2011
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Efectos de la anestesia
Siento que un extraño olor penetra en mis narices en olas cada vez más intensas.
Sonidos confusos de gritos, hierros, fragor de batalla, se entrechocan en mi cabeza y me aturden.
Tengo la extraña sensación de estar suspendida en el aire.
De golpe cesa el ruido y el silencio que ocupa su lugar. penetra con fuerza en mis oídos.
-“Está abriendo los ojos”-escucho. Después pronuncian un nombre y tardo en comprender que ese nombre es el mío. Miro a los que rodean mi lecho; están allí mis padres y mis hermanas.Rostros queridos de expresiones cariñosas y preocupadas.
Les sonrío apenas.
Comprendo que acabo de salir del tunel vertiginoso de la anestesia y al tratar de hablarles brotan confusas palabras de mis labios resecos.
-¿Qué dices? ¿Desde cuándo hablas ese idioma?– es la voz de mi padre.
Se acerca un hombre de blanco que me toma la mano.
-Está aún bajo los últimos efluvios de la anesthesia- dice- soy tu cirujano, Kostas Katsiguis. No sabía que eras griega.
De pronto me siento completamente lúcida.
-¿Griega?
-No comprendí lo que decías pero hablabas en griego,en griego antiguo diría. Mis padres son de Salónica.
Sonreí con estupor.
Dije con la lengua empastada, pero en perfecto español: yo no sé hablar griego.
-Bien, bien…Dentro de pocos días podrás volver a caminar sin ningún problema
La operación había sido un éxito.
Esa noche me dieron un calmante porque seguía agitada, borbotando palabras ininteligibles. Dormí profundamente y en mi sueño vi a un guerrero del ejército de Alejandro Magno de Macedonia que corría hacia el mar. Tenía una flecha incrustada en la espalda y gritaba de dolor.
Al día siguiente, al referirles el sueño a mis padres, vi que se miraban estupefactos.
Más tarde supe que habían extraído un objeto de hierro de una de mis vértebras.
Me lo dieron como recuerdo.
Nadie podía explicarse cómo había llegado esa punta de flecha hasta allí.
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| el_espejo,10.06.2011
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En un palacio de Mérida
Me despierto. Noto otra vez ese maldito sabor a sangre en la boca. Otra vez. Me resisto a abrir los ojos. Me aterroriza. Voy repasando mentalmente cada parte de mi cuerpo. Mis pies, las piernas, el pecho, los brazos, mi cara, el sabor a sangre de mi boca. Parece que estoy desnuda. Otra vez.
Al intentar moverme noto dolor en la vagina. Otra vez. Decido permanecer quieta mientras entreabro los párpados. Lo que parece luz del sol entra por algún lado de la habitación en penumbras. Ladeo ligeramente la cabeza y veo el rostro abotargado de un hombre dormido a escasos centímetros. Su cara me resulta familiar. Cierro los ojos de nuevo. Con sumo cuidado me retiro para no despertarle, buscando a tientas un lado de la cama que se me antoja infinita. Abro los ojos cuando mi pie topa con otro cuerpo. Se trata de una adolescente que yace a mis pies, también dormida, que emite una leve queja para darse la vuelta y continuar con su sueño, con su plácido sueño. Recuerdo entonces qué he soñado. Pesadillas ominosas en las que un mar de infinita bondad me desgarraba el cuerpo, en las que un hombre de mirada afable me llamaba a su lado y yo me acercaba con mirada lasciva para escucharle decir, “tú no tendrás perdón”, antes de destruirme.
Me levanto sigilosa y contemplo la habitación. En la enorme cama, junto al hombre de la cara abotargada y de la adolescente distingo también a un chico joven, todos ellos con algún resto de sangre. Me miro y yo misma tengo manchas rojas. Busco alarmada alguna herida y no encuentro nada, pero otro agudo pinchazo en la vagina atrae mi atención. La parte interior de mis muslos está cubierta de sangre. Retengo difícilmente una arcada.
Me viene a la cabeza mi marido, mi noble marido que sin duda se estará preguntando si su esposa continúa viva. Y conservar la vida en estos tiempos no resulta sencillo. El General Yagüe parecía una plaga aniquilando cuanto se le oponía en su camino a Madrid, aplicando una política de destrucción en los territorios que iba conquistando y suponíamos que Mérida sufriría la misma suerte tras llegar a nuestros oídos la masacre perpetrada en Badajoz. Cuando entró en nuestra ciudad, todo el mundo temía lo peor, sin embargo, mi marido consiguió hacer valer sus buenas relaciones con la cúpula de los sublevados para contener la brutalidad del general fascista.
Sangre, apesta a sangre, sudor y sexo en la habitación. Aprecio varios cuerpos más, algunos en sillones, otros sobre la alfombra, todos ellos desnudos, todos ellos de diferentes edades. Mi vista se detiene en una caja cerrada que descansa sobre una mesa y un terror me embarga.
“Tu marido es un santo”, decía mi madre humillándome, “tú sin embargo eres una puta”, solía callar. Por más veces que le explicara que no recordaba cuanto había sucedido nunca servía de nada. Sólo mi marido me creía. Sólo mi marido llegaba siempre a tiempo para impedirme entrar en alguna sucia taberna o en alguna cabaña de barro junto a un hombre borracho. En esas ocasiones él se limitaba a lanzar una mirada reprobatoria al pobre desgraciado mientras me tomaba del brazo para llevarme a casa. Yo despertaba a la mañana siguiente sin saber qué había ocurrido, recordando tan sólo una infinita orgía envuelta por gasas en un desconocido palacio oriental. Pero con el estallido de la guerra, mi marido no siempre tuvo tiempo para llegar, y las mañanas siguientes yo me consumía en un infierno de impotencia y lloros mientras notaba cómo él se iba alejando de mí, cómo tan sólo toda la actividad política que debía desarrollar le impedía repudiarme.
Repudiarme. El general. Me viene a la cabeza las imágenes de los periódicos donde aparece Yagüe y alarmada reconozco a uno de sus hombres en el rostro abotargado que he visto antes. Pero es la caja ahora la que atrae de nuevo mi atención, aquella caja con manchas de humedad en sus bordes a la que me aproximo por encima de los cuerpos yacientes, cuerpos que semejan a los de los fusilados que consiguió evitar mi marido, mi marido Juan. “Mi marido Juan es un santo” pienso justo antes de abrir la caja y ver horrorizada su cabeza cortada. “Y yo soy Salomé” grito contra mi voluntad antes de desvanecerme en un viejo palacio de Mérida.
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| el_espejo,10.06.2011
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Celebridad.
Recordaba a Marina. En la primera ocasión fracasaron. Cuando regresaron, agotados, casi alcanzaron la cima del amor. Y allí la dejó... suspendida. Se volvió sobre la cama y soñó con el volcán. A la mañana siguiente ella no estaba. En su lugar una nota, decía:
“No hay porqué obsesionarse.”
No comprendió que más que a ella él deseaba la cumbre. De aquella fuerza natural lo enloquecía su imprevisibilidad, su fortaleza y sobre todo, su obscena sensualidad. Pasó meses adivinando su cima apuntalada como un pezón afilado. Qué habría en su cráter, qué le transmitiría. Lo presentía. Haría derramarse su cuerpo en un edén de sensaciones...
Se llamaba Walter Sachs y no era fácil hacerlo cambiar cuando algo se le metía entre ceja y ceja. Por allí deambulaban un par de hermanos suizos y lo animaron a unirse, pretendían filmar la escalada.
Salieron sin dar parte a las autoridades, querían sorprender a la prensa y al mundo. Los sorprendidos fueron ellos. A los seis mil los inmovilizó una ventisca.
Murieron de noche, arrollados por un alud. Que Walter resultara ileso fue cuestión de suerte. Jan murió al instante, Basil, con la espalda fracturada, no cesó de exhalar sibilantes jadeos y suplicar por su vida. Sachs optó por abrirle la garganta; falleció gorgoteando como una vieja cafetera.
Permaneció semanas con temperaturas bajo cero y los cadáveres de los hermanos a su lado. En aquella gruta glaciar se estaba bien. Sin duda ver la película “¡Viven!” le resultó útil. Cuando consumió carne humana lo tenía asumido. Nada le impediría coronar. Con el proyector rodaría un metraje. Nuevas sensaciones lo embargaban, como descubrir que un par de dedos del pie se le habían congelado, los cercenó con la navaja mientras filmaba, no sintió dolor, como tampoco advirtió el instante en que su corazón dejó de latir. Cubiertos bajo el glaciar, los cuerpos no fueron hallados.
Dos inviernos después, cuando de nuevo comenzó a latir, el tiempo no había pasado para él.
Nada más despejarse prosiguió su ascenso a la cima, dándose cuenta de su estado. Se sentía débil, le costaba avanzar y a menudo se desplomaba agotado. Tardó cuarenta y ocho horas en alcanzar la cota de los siete mil. Caminaba resollando, debía llegar antes que anocheciera. Se preguntó. ¿Y si el volcán era una estafa de la naturaleza? Le entró pánico, pues el montaje y la película no servirían. Hasta la cámara resultaba de pronto tan... pesada. De pronto se halló a quince metros de hacer cumbre y se detuvo temblando, maldiciendo. ¡Lo sabía! Si el final era previsible la película sería un fracaso. Había que idear un revulsivo. La imagen brotó con claridad. Ante un final así nadie podría salir defraudado. Se propuso marcar con profundidad en la nieve los veinte últimos pasos. Con solemne rotundidad, enumerándolos, cubrió la distancia. Cuando llegó suspiró emocionado. Dejó caer el piolet y profiriendo una exclamación de júbilo, se arrojó sobre la nieve; un dolor mordió su tórax, un alarido surgió como un infierno de sus entrañas. Se dio cuenta. De forma despreocupada había ido a caer sobre el filo del utensilio. La punta atravesaba su pecho y lo empalaba de través.
Asustado, permaneció mudo de pavor y comprendió. ¡Era la obra de un maestro! Arrastrándose tomó la cámara y se filmó, vomitaba sangre y tenía convulsiones, pero el rodaje estaba completo. Quiso revisarlo, pulsó el botón: Play, la vista se le nubló, los ojos se entornaron y se paralizaron entumecidos y abiertos, la cámara se deslizó entre sus dedos, rodó, y cayó boca abajo. En el recuadro una imagen se empezó a proyectar. Quien progresaba dando tumbos sobre la nieve no era Walter Sachs, sino un niño ¡el muchacho de apenas ocho años en quien se había reencarnado! Su mente siempre estuvo en su interior, nunca dobló la rodilla ni abandonó su proyecto, y había triunfado. Falleció con una risita infantil entre dientes, reflejo de su categórico estado de euforia...
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| el_espejo,10.06.2011
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El velo de Maya
Cuando sonó el teléfono, Christopher Brown no tenía ni idea de quien podría ser a esas horas. Descolgó y contestó con voz somnolienta:
-¿Sí?
- Hola Doc. Perdona que te moleste a estas horas.
- ¡Mike! ¡Dios, cuanto tiempo! ¿Qué pasa?
- Mmmm preferiría no hablarlo por teléfono. ¿Crees que podríamos vernos?
- Este fin de semana lo tengo libre. Si quieres voy para allá y comemos juntos.
- Gracias Chris, te lo agradezco de veras. Llámame cuando llegues.
- Ok, buenas noches.
Al doctor Brown, afamado neurólogo, le costó mucho volver a conciliar el sueño. Se le amontonaban las preguntas sobre su amigo. ¿Qué sería lo que quería contarle? Siguió dándole vueltas hasta que se quedó dormido. Al día siguiente pensó incluso que lo había soñado todo hasta que recibió un email de Mike para quedar el sábado, pidiéndole la máxima discreción.
Aquella comida fue la más extraña de su vida. Mike estaba muy nervioso, las ojeras se le marcaban visiblemente y apenas había probado bocado. A punto de llegar al postre y tras cientos de banalidades, Christopher decidió sacar el tema.
-Y bien, ¿me lo vas a contar o no?
-Se trata de Desiree, mi hija. Tiene unas pesadillas espantosas en las que sueña que se ahoga. No sabe exactamente donde, si es el mar o la piscina o lo que sea. Lo único que recuerda es que se hunde en el agua, no puede respirar y todo se vuelve oscuro.
-¿Un sueño recurrente?
-Es más curioso que eso. Solo tiene estos sueños cuando se aproxima su cumpleaños. Al principio no le dábamos importancia, pero según se iba haciendo mayor la cosa fue empeorando. La noche que te llamé estaba con ella, velándola, y te juro que se estaba ahogando. La cara se le puso morada y no podía respirar. Yo la llamaba y la sacudía pero no había forma de despertarla. No sé qué hacer. Los psicólogos y psiquiatras no han servido de nada y he pensado que…
-Que tal vez se trate de otra cosa ¿no?
-Ya sabes que no creo en eso, pero tú sí. Siempre me has hablado de ello, gente con fobias o traumas que provienen de alguna vida pasada y que tratas mediante regresiones.
-Bueno, algunas personas pueden descorrer el velo de Maya y recordar espontáneamente vidas pasadas.
-¿Me ayudarás?
-Tranquilo, esta misma tarde le echaré un vistazo.
El doctor Brown quedó fascinado con la mirada de Desiree. A sus 11 años tenía unos enormes ojos negros que mostraban una curiosidad infinita. No le costó demasiado ponerla bajo hipnosis, retrotraerla en el tiempo hasta el momento de nacer, y luego un poco más allá… Sin embargo no obtuvo resultado alguno. Probó entonces a hacerle revivir uno de los sueños. Inmediatamente la niña se puso a temblar y gritar.
-¡Tengo frío!
-No te preocupes, estás a salvo conmigo. Dime, ¿quién eres?
-Me llamo Lisa Lloyd, tengo 12 años y no debo hablar con extraños.
-Lisa, ¿dónde vives?
-Hay mucha agua. ¡No puedo nadar!
-Lisa, estás en un sueño, no puede pasarte nada. ¿Dónde viven tus papás?
-Vivimos en una casita preciosa en Portland. No… ¡no puedo respirar!
-Bien, ahora contaré hasta tres y despertarás tranquila y descansada. No recordarás nada de esto. Uno, dos, ¡tres!
Los meses siguientes fueron de una actividad frenética. Usó todos los recursos a su alcance para investigar posibles ahogamientos en Portland pero ninguno cuadraba. Buscó entonces correspondencias del apellido Lloyd con una hija llamada Lisa. Una de las veces pensó que lo había conseguido. Viajó a Portland y se entrevistó con un matrimonio. Habían tenido dos hijos, Lisa y Robert. Y sí, Lisa había fallecido años atrás, pero de leucemia. Agotadas todas las posibilidades ya no supo como continuar y lo dejó estar.
Una noche, cuando sonó el teléfono, Christopher Brown no tuvo ninguna duda de quien llamaba a esas horas y por qué…
-¿Mike?
Al otro lado del teléfono se escuchaban sollozos y entre ellos como una letanía repitiéndose:
- Doc… no he podido hacer nada…
El doctor Brown ya no pudo dormir en toda la noche. En cuanto cerraba los ojos veía los de Desiree: grandes, negros, curiosos, y después, sin vida…
Años después la señora Brown estaba limpiando la cocina cuando oyó el estrépito de una taza hacerse añicos contra el suelo. Fue corriendo al comedor y allí vio a su marido mirando fijamente el periódico sobre la mesa.
-¿Chris? Cariño, ¿qué pasa?
Irremediablemente sus ojos se posaron en el periódico, abierto por la sección de sucesos y con un titular destacado:
‘Fallece en desgraciado accidente el actor Robert Lloyd. Al parecer perdió el control del vehículo en el que viajaba y se precipitó al río Columbia. Cabe lamentar también la muerte de su mujer Lorraine y de su hija Lisa de 12 años…’
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| el_espejo,10.06.2011
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¿Tor qué?
La expresión de Aguirre resultaba tragicómica. Era evidente que el escepticismo lo desbordaba, pero se mostraba respetuoso ante el hombre del turbante -dueño de una mirada congeladora-, y se hallaba convertido en un sumiso cordero, incapaz de un mínimo disenso. Escuchó sin chistar todo el discurso de aquel individuo estrafalario, con aspecto de hechicero medieval.
Cuando salieron, en la vereda misma, fue la explosión. Tomando del brazo a su esposa, le escupió:
-¿Para esto me hiciste venir? ¿Para que un disfrazado me diga que tuve otra vida anterior, donde fui… ¿Quién dijo que era yo? ¿Tor…qué, dijo?
-Tor…Torquemada… -contestó la mujer, tratando de tranquilizarlo al tiempo que hacía memoria.
-¿Y ése quien fue, se puede saber?
-¿No oíste? Fue un fraile español muy importante hace como cinco siglos. Eso dijo el maestro -aclaró ella, sin ocultar el desencanto ante la ignorancia de su marido. -Además, es algo interesante; lo que una persona fue tiene ingerencia en su vida actual. Si vos fuiste un religioso, sin duda que algo de eso te debe quedar en algún rincón del alma.
-Muy bien, sensacional. ¿Y eso de que sirve? Seguramente es un invento. ¿No viste la pinta de embaucador que tenía ese hombre?
- A mi me pareció un parasicólogo serio. Vos no crees en nada, eso es lo que pasa. Ya ves que, en mi caso, mis vidas anteriores no fueron vividas por personajes famosos; gente del pueblo, nomás, y me lo dijo. En cambio vos… ¡un fraile del siglo XV, nada menos! Recordemos el nombre: Torquemada. Cuando lleguemos a casa lo buscaremos en la enciclopedia.
- No entiendo cómo se puede dar fe a esas estupideces. Primero: ¿quien asegura que existe la reencarnación? Y segundo, no veo que importa quien haya sido uno en otra vida. ¿A vos te parece que puede haber una relación…? ¡Por favor!
Pero la mujer hizo silencio y juntos caminaron calle abajo hasta la parada del ómnibus.
Llegó a la oficina con un enorme paquete y cara feliz. Eran las nueve y su compañero Aldao lo esperaba con el mate.
- ¡Te veo demasiado dichoso, Aguirre, por ser lunes!
- Vengo de comprarle el regalo a la nena. Hoy cumple cinco.
Mientras hablaba, abría el paquete. Sacó una muñeca rubia,
enorme, y el otro hizo un gesto empinado de asombro.
- ¡Qué linda, che! Te habrá salido una barbaridad…
- Bastante, pero... ¡la mocosa merece todo! Es la alegría de la casa. ¡Cómo se extraña, no veo el momento de llegar! Ya me pidió para Navidad que le compre el establo, con todos los animales. Falta un mes, pero ya estoy armando, en secreto, el arbolito. ¿Si vieras? El niñito Dios es una maravilla de porcelana. Una belleza. Lo tengo en el galpón del fondo. Me faltan las luces, nomás. Y los regalitos, claro. Eso a último momento... Vos sabés que mi mujer está esperando para esa fecha, así que, en una de esas, para Navidad seamos cuatro. Cinco, contando a mi viejita, que siempre nos acompaña.
- Qué bueno, ché, que te ocupes tanto de la familia.
- Y... la familia es el apoyo nuestro. A la familia, igual que a las tradiciones, la moral, la cultura de uno, hay que defenderlas a muerte. Si no fuera así, ¿para qué estamos en la lucha, no?
- Tenés razón, Aguirre. No tendría sentido. Cambiando de tema: preparate porque hay laburo urgente.
- ¿Qué hubo?
- Cayeron tres, amigos del Cabeza Goñi. Dicen que hace como un año que no lo ven. Lo conocen del café, dicen…
- Macanas, seguro. Deben ser zurdos, del Partido -exclamó Aguirre.
- No sé. Los engancharon por separado. Hasta ahora sólo soltaron la dirección de la hermana del Cabeza, en la provincia.
- Despachá un grupo y que traigan a los que encuentren en la casa. Hay que apretarlos a todos a ver que se saca. Hay que encontrar al Cabeza, como sea.
- Mirá, Aguirre, que uno de los presos está jodido, tiene fiebre. Está tirado, pero el tordo dijo que puede seguir.
- ¿Quién está hoy?
- El Doctor Mendía. Buen tipo.
- Pero se asusta mucho, es cagón. Empecemos con ése, con el palmado. Será el primero en cantar. Dale, prepará la cosquillosa portátil que le damos ahí mismo donde está. Que el tordo lo controle. Y los otros, al patio. Fijate que el submarino esté listo. ¡Y ya no me llames Aguirre! Acordate: soy el Capitán América.
- De acuerdo. Ya mando, entonces, a buscar a la hermana. Che, ¿y si hay pibes en la casa?
- Que los traigan también. Por ahí, algunos de los pendejos sabe algo. Alcanzame la capucha y los guantes. Vamos a enseñarles a estos comunistas antipatria quienes somos nosotros.
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| el_espejo,10.06.2011
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Queda abierto el plazo de votación desde este momento hasta el Martes 14 a las 16:00.
uSe vota en el libro de visitas de el_espejo ben privado/b./u
En esta edición participan 6 relatos.
Los votos a asignar son:
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Finalizado el recuento de votos, se harán públicos las puntuaciones y el autor de cada texto; así como los votos que emitió cada cuentero. Hasta ese momento, se agradece que no hagan comentarios o valoraciones al respecto de los textos. Una vez publicada la lista de votos, pueden comentar sus obras o las de los compañeros, hacer críticas constructivas o lo que crean necesario. Recuerden que estamos aquí para divertirnos, crecer y compartir.
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| el_espejo,10.06.2011
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Este texto ha llegado fuera de plazo, y por lo tanto, no está expuesto a recibir votos. No obstante, se colgará para que los demás cuenteros puedan disfrutarlo, y al final se dará el nombre del autor junto con los demás. Un saludo
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Me gustaba desgarrar sus cuerpos poco a poco y deleitarme con sus súplicas y lamentos. Arrancaba con infinito placer cada una de sus uñas y hacía pequeños cortes en sus extremidades. A veces, las mantenía vivas mucho tiempo en estados lamentables sin darles agua ni comida. A la mayoría les fallaba el corazón, pero muchas resistían luego de soportar muchos días y finalmente morían desangradas. Los pedidos de piedad solo conseguían estimularme más y gozaba haciéndolas sufrir. Casi todas morían solas, producto de distintas fallas en sus órganos. Pero ella fue especial. No la reconocí enseguida, aunque sentí que hacía mucho que la estaba esperando. Presentí que habíamos estado juntos en vidas anteriores, tal vez en similares circunstancias. Ella también me recordó, estoy seguro. Conversamos mucho y creo que nunca le conté a nadie tantas cosas como le confesé a ella. Durante esos días, supo más de mí que yo mismo e intentó descubrir el por qué de mi conducta. Volví a enamorarme, al tenerla otra vez en cautiverio y repetí los mismos actos que ya había realizado con ella, pero esta vez fueron más intensos y sublimes. También experimenté sentimientos nuevos que en otras oportunidades no me había permitido disfrutar. Entiendo que en cada vida, nuestro encuentro de amor es más profundo. Esta vez, traté de darle comodidad en sus últimos días. Fue a la única a la que le di agua y hasta recosté su cabeza en una almohada cuando dio su último suspiro. No la devoraron las alimañas del bosque, le di una sepultura y hasta oré por su alma inmortal.
La extraño, esta nueva unión fue algo religioso, una comunión espiritual y sé que a su manera ella también lo disfrutó. A partir de su muerte, me siento vacío: creo que algo está cambiando en mí. Nada me satisface, estoy cansado. Ya no me interesa continuar mi vida, no le encuentro sentido a nada, solo pienso en ella. Recuerdo que me preguntó cuando había empezado a matar y escuchó pacientemente mi relato, mientras agonizaba. Su conducta me pareció aún más extraña que la mía. También me preguntó si alguna vez algo cambiará y he pensado mucho en eso. Creo que algo ha cambiado ya, porque a pesar de que los momentos más preciados para mí son cuando la veo exhalar su último aliento, estoy comprendiendo que perderla, siempre acaba con mis deseos de vivir. Es tan contradictorio. Siento que mi final se aproxima, pero tengo la esperanza de reencontrarla nuevamente. Aunque es difícil de entender, somos almas gemelas.
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| el_espejo,13.06.2011
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Último aviso para navegantes rezagados! Mañana último día para votar.
2 puntos a su favorito
1 al segundo preferido
bEn privado/b en el ldv de el_espejo | | |
| el_espejo,14.06.2011
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Resultados Reto VII Cuento Fantástico:
bUna nueva vida de lujo y comodidades en el sistema penitenciario español para:/b
¿Tor qué?, de bLeobrizuela/b, con 9 votos
bUna vida transmutada en pesadilla acuática para:/b
El velo de Maya, de bWalas/b, con 8 votos
bUn par de vidas paralelas entre opiáceos quirúrgicos en lujosos aposentos emeritenses para:/b
En un palacio de Mérida, de bEgon/b, con 7 votos
Efectos de la anestesia, de bYvette27/b, con 7 votos
bUn par de vidas nada despreciables que se debaten entre la magia del anonimato en el rural y la fama de los grandes deportistas para:/b
Los tesoros del alma, de bCorazonverde/b, con 4 votos
Celebridad, de bJosef/b, con 1 voto
Enhorabuena a todos por estos textos. Una edición sin desperdicios sobre vidas pasadas, presentes y futuras, llenas de encanto, unas anónimas, otras más conocidas, pero todas fantásticas a su manera. Un placer contar con su participación a la hora de jugar con nosotros.
¡Hasta la próxima!
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| el_espejo,14.06.2011
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A continuación, el listado de puntuaciones emitidas por los cuenteros. Han votado 12 usuarios: todos los participantes (6) y otros tantos lectores:
leobrizuela
Mis votos:
2 puntos: El velo del Maya
1 punto: Efectos de la anestesia.
zarastustra
2 puntos a: ¿Tor...que?
1Punto a: Efectos de la anestesia.
gaviota2
Mis votos para los cuentos son los sig:
¿TOR...QUE?-2
EN UN PALACIO EN MERIDA-1
¡Mucha suerte a todos!
yvette27
Mis votos:
2 Los tesoros del alma
1 En el Palacio de Mérida
Gracias
josef
Mis votos:
2 Efectos de la anestesia.
1 El velo de Maya.
sajonio
Apúnto mi votación para el Reto.
Tor qué? 2 puntos.
Celebridad 1 punto.
walas
Mis votos para el reto VII:
En un palacio de Mérida: 2
Efectos de la anestesia: 1
Saludos!
elalquimista
El espejo del alma: 2 p
Tor que? : 1 p
unbeso
En un palacio de Mérida:2p
El velo de Maya : 1p
Egon
El velo de Maya - 2 points
Efectos de la anestesia - 1 point
corazonverde
VOTOS:
-2 puntos para:
-El velo de Maya
-1 punto para:
-Efectos de la anestesia
demoniox1000
Dejo mi elección con 2 puntos para tor qué? y 1 punto para En el palacio de Mérida, aunque todos los cuentos me parecen muy buenos.
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| Egon,14.06.2011
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Bieeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnn!!!!! Una lástima el descenso en el número de participantes, a ver si para la próxima volvemos a la decena.
Mi enhorabuena para Leobrizuela, la verdad es que se podía rastrear su estilo en el texto y no me atrevería a animar a Josef por ese único voto porque sé que su diletantismo literario no se va a resentir lo más mínimo.
Felicidades a todos por seguir aquí y nos vemos a la próxima.
Ah, y como siempre gracias al espejo por su exquisita organización :-) | | |
| yvette27,14.06.2011
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| Contenta con el resultado en mi debut en este desafío. Felicitaciones a los ganadores y gracias a la organización. | | |
| josef,14.06.2011
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| Contento con mi punto en este grandioso desafío. Gracias Sajonio, me salvaste la vida! | | |
| walas,14.06.2011
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¡Espléndido reto! Ha sido un placer participar. Felicitaciones a leobrizuela y una calurosa bienvenida a los nuevos participantes y votantes.
Nos vemos en el próximo. ¡Eres grande espejito! | | |
| el_espejo,14.06.2011
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Más o menos votados, eso no dice nada! Dicen que sobre gustos.... Estamos para crear y jugar; todos los participantes ganaron un nuevo cuentín, y todos los lectores ganamos un buen paseo en vuestras mentes y fantásticas vidas intermitentes.
Enhorabuena a todos, esperamos veros en la próxima edición! Y si somos más, mejor, más variedad aún.
Josef, te hubiese regalado igual una vidita literaria, con o sin votos | | |
| leobrizuela,14.06.2011
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Emocionado con la generosidad de los cuenteros, agradezco sus votos para mi cuento. En verdad, pese al reducido nùmero de participantes, se pudieron leer buenas producciones en un tema de consigna que no otorga, a priori, facilidades de escritura y menos acotada en un número de palabras. Una palabra de gratitud a El Espejo, por su desinteresada acitividad y creo que, en lo sucesivo, podría mejorar la calidad de los premios que otorga.
Mi saludo para todos y hasta el próximo Reto. | | |
| corazonverde,15.06.2011
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| Felicidades a los ganadarores. Ha sido un gusto participara. Saludos. | | |
| nayru,15.06.2011
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Una pasada de vidas. La mia anterior la pasé como escarabajo de la patata, así que era absurdo y aburrido escribir sobre ella..........
Norasbuenas a tuttos! | | |
| bellaboo,17.06.2011
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| fascinantes, me gustaron más que las anteriores, creo que algunos superaron mis expectativas sobre el reto, bien narrados, muy buenos cuentos y algunos desenlaces inesperados!! fue un honor leerlos, bon apetit para la proxima | | |
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