Inicio / Lista de Foros / General :: Cajón de Sastre / Foro-Taller-Tertulia de payas, chaifús, coplas, relatos, ficciones, discursos, efemérides, requisiciones fiscales, ensayos, historia, poesía y declamación, de Madrobyo, Meaney, Guy, Petrus y angnelbun - [F:15:11123]
He aquí el discurso leído en el evento de presentación de “El Galgo Lento” en Madrid ante mil quinientos oyentes y del que participaron personalidades importantísimas del ambiente artístico hispanoamericano como Lionel Messi, Marcelo Tinelli, Belén Franchesse, Humberto Pérez reverte, Rnahimla y Santacannabis, entre otros.
Hola, España.
Como ya todos sabemos, tengo la facultad honorífica de presentarles el libro El Galgo Lento.
El lenguaje, señores. El lenguaje nos convoca. ¿Alguno de vosotros se ha preguntado para qué sirve y cómo se sirve el lenguaje?
Yo estoy aquí para contároslo. El lenguaje lo es todo. Somos mamíferos del lenguaje.
Los autores de esta gran obra venimos a serviros el lenguaje masticado, regurgitado y templado con las tripas. La palabra como impronta misma de la vida. La palabra que vive. Somos la palabra que vuela hasta donde no habrá horizonte alguno y el nuestro es un libro sin fronteras que respira la lengua de Céfiro a todo pulmón. Este libro es viento. Pero lo que se dice un libro; libro.
Vosotros sois los afortunados que han de leer de las entrañas mismas de la gramática nuestra palabra. Y digo “nuestra” porque somos un grupo de hacedores de historias. Han de saber, por lo tanto, que acá no falta un solo punto a una sola jota; que acá el verbo anda y arrasa con todo a su paso; que acá todo sustantivo nombra. Cada sustantivo nombra.
Señores, “casa” es un sustantivo. ¿Alguien de entre el público sabe qué es “casa”? ¿Alguien de aquí se ha preguntado cuál es el verdadero peso de la palabra casa, carajo? ¡Faltaba más! ¡El objeto prístino de la humanidad nombrado por sólo cuatro letras! ¡Cuatro letras en nuestro idioma! Y cuánta sangre ha de ser necesaria para conformar este pequeño vocablo en su máximo esplendor; cuánta conciencia ha de tomar envión vibrando desde el fondo del intelecto y para que el aire, moldeado en los pulmones llenos andando desde la faringe hasta la lengua forzuda y nerviosa, pueda salir caliente, liberado, a pronunciarse ante la gala de los ojos bien abiertos y la frente alta que requieren la palabra casa, señores, ¡ah! y con el chasquido como de huesos quebrándose en la letra C, la carraspera del caso batiendo la vocal bien abierta en un abanico de grito con los músculos tensos de la mandíbula; luego el puño elevado a media asta y mirar por sobre las cabezas con la solemnidad de quien dice algo demasiado grande como para ser mencionado así nomás; algo que acarrea el mismísimo peso de la vivienda en tiempo y forma de sentido hecho palabra, a viva voz: “ésta es mi casa, señores, carajo”.
¿Y la palabra otorrinolaringólogo? ¡No sean pelotudos! ¿Cómo alguien en sus cabales va a ponerse a comparar “casa” con “otorrinolaringólogo”? ¿La palabra muérdago, señores? ¿La palabra sorete, señores? ¡Ni la mismísima “muerte”, tan asegurada, pendeja y de la que maman los poetas y los religiosos! ¡Y mucho menos “vida”, incapaz de garantizar cosa alguna en este mundo excepto “muerte”!
En nuestro libro el adjetivo también nombra. Quede pues bien claro que estamos al corriente de la diferencia entre el vello y lo bello. Concienzudamente sabemos dónde puntuar “puto”, señores; cuándo decir “imbécil”. Adjetivos para retrasados tales como “sutil”, “etéreo”, “hermoso”, “sublime”, “diáfano”, “méjico” y “bonito” han sido deliberadamente suprimidos de nuestras páginas. No queremos niños retardados entre nuestros lectores. El adjetivo nombra y nosotros sabemos muy bien quién es un pelotudo y quién también. Habrase visto el tupé, la bravuconería y la liviandad propios de cierta clase de intelectuales de cotillón que impunemente hilvanan frases como “el paisaje es bonito” o “mi mamá es mala”. Señores, acá lo único sombrío es el intestino. Basta pues de parásitos de la retórica; basta de sofistas de la poesía; de peleles de la prosa y de piratas del asfalto en esta nuestra carretera de la palabra que hoy día hemos tapizado de voces para que ustedes tengan de aquí en adelante la dicha de comentar con sus seres queridos: “he leído el libro”.
Sólo nos resta comentar que ha nacido un libro de cuentos con proyección a futuro. Bienvenidos a la alfombra roja.
Hoy es san juan, alguien a quien saludar? pusieron la papa debajo de la cama? les apareció el fantasma de gik?
Aristidemo,24.06.2009
¿Alguien me puede decir cómo se le hace para escribir poesía?
Quiero conquistar a una chica de 63 años a la que le gusta leer poemas de amor y necesito ur-gen-te-men-te que alguien me diga cómo escribir uno de esos.
Alguien me habló de usar infinitivos pero no sé qué son los infinitvos...
¡jelp!
CloDia,24.06.2009
guy se parece a los payeros del frente. Definitivamente, este es su foro
Nos comunica el hermano logan69 y la grandilocuente dulcequimera que vuestra respuesta está escondida en uno de los usuarios que actualmente están en el chat.
Algo raro está pasando estos últimos días,
estoy pensado en mi perro, mi dentadura y mis tías,
las noches son frías,
las camas anfibias
y me he enterado de que hay turismo-mágico en Libia,
lo llevan a uno a visitar Antoquía
para dar revisión chamánica a su biografía:
nació y fue la alegría,
creció en pelos, rababas y anatomía,
llegó a los 15 y se hizo cirugía,
conoció al amor en la enfermería.
Luego, por cosas de la vida,
se alistó en el ejército dada su valentía,
llevando un frasquito con semillas de sandía
lo cual lo salvó de contraer disentería.
Pero hablaba de mí, se me olvida.
Algo raro está pasando, les decía,
será que he dejado de tomar mi pastilla
o que los narcos han rebajado mucho la cocaína,
sería mejor dedicarme a la ocarina
y mandarle mensajes eróticos a dulceamiga,
que, según sus fotos vaticinan,
tiene proporciones de fantasía:
buenas tetas, buen culito y entrepierna de niña.
¡Ay, si fuera mía!
Eso es lo raro, que la imagino pervertida,
siendo como es la ternura encarnecida,
siendo como es tan linda tan linda,
siendo, como bien lo afirma, dulce y amiga.
Hasta que la vi, yo sólo pensaba en perros, dientes y tías,
pero he aquí que su fotografía
llegó a mí como epifanía,
con ella me casaría,
hijitos muchos tendría,
a viajar la llevaría,
empezando por Libia.
¿Se llemará Estafanía?
No lo sé, ¡pero que bien estaría!
Con todo mi amor secreto para vos, dulce y linda dulceamiga
Oh. Es un poema precioso, estremecedor, mecedor, enigmático, ático, analgésico, Jésica, tenaz, tenaza, mágico, méjico, terrenal, renal, renacuajo, majo, ajo, perejil, gil, cebolla, centolla, olla. Una verdadera obra de arte posmoderno según la cual el hombre añora a su señora este año, lee a Bolaño y se da un baño. Enhorabuena y gracias, querido cuentero, por compartir esas palabras hechas la vida misma.
Dejo aquí una parte de mi alma, de mis noches solitarias, de mis días cándidos, de mi niñez elocuente, de mis ilusiones marchitas: un soneto dedicado a Fido, un gatito de mi infancia que murió electrocutado en el árbol de navidad.
Sé que ya no hay estrellas para hacer de esta lágrima
una lagaña. Sé que es en el cielo de los gatos
adonde fuiste a dar con tus patitas rosadas
con tus orejas altas, con tu naricita limpia.
Fido querido, mi chido Fido:
¿Sabes por quién preguntan las polillas en el ropero
de tía Emilia? por tu pelo crispado, por tus ojos
llenos del hambre que te hacía pasar ese niño que fui
cuando te encerraba en el lavarropas hasta que mamá
fregara sus calzones hediondos.
¡Fido querido! ¡Cómo nos dejaste!
Tu aprensión por el agua, Fido de los mofletes
se curó con mis fósforos y el licor de mi papi
qué bonitas cabriolas dabas prendido fuego
para bailar la danza del saltamontes hasta la piscina
de los García. ¡Cuánto te extraño, Fido querido!
Y llegó la fatídica, la trágica, la más mala
de las noches buenas. Una orgía de luces
de cables pelados, las bombillas contentas
¿acaso sueñan los gatos, Fido querido?
Recuerdo aquel olor a chamusquina
ese humito blancuzco y mortecino que emanaban
tus orejitas resplandecidas y los niños, ah, los niños
que gritaban “el pájaro de fuego, el pájaro de fuego”
y fuiste ave posada en el alambre de la muerte
fuiste mi mejor bengala, mi pez endemoniado
que colgó del anzuelo más electrificado
tras huir despavorido con un mísero puñado de pirotecnia
que se agitaba en tu cola larga hasta el infinito
Vaya, pues, esta plegaria a mi gato querido, a mi querido Fido y a la abuela
que la diñó de un infarto aquella noche.
Discurso leído en la presentación del libro Al Diablo Adentro, en el museo El Estanquillo, ante una congregación de neo jipis, darketos, funambulistas y homosexuales chic, enviado por Fernandito Paderes, autor, actor y jilguero, ausente por cuestiones expuestas:
Buenas noches tengan todos ustedes.
Antes de comenzar quiero externar un afectuoso saludo a los señores embajadores de los pueblos amigos de Cracovia, Libia y Sudáfrica, que nos honran con su presencia, así como a sus distinguidas esposas; sobre todo a la señora Lita Kurniskaya, primera dama del Estado Libre de Cracovia, quien amablemente nos recibió en su casa de descanso en Las Antillas hace apenas una semana atrás, en compañía de su embajador esposo, Pietr.
Lita: déjeme expresar una vez más mi admirado placer por la exquisita crema de scargots que nos sirvió aquella noche, junto a ese filete de antílope bañado en gravy de cerezas , y la ambrosía que usted llamó vino pero que en mi paladar redunda con el sólo término de Gloria. Para un gourmet del bajío mexicano, como yo, esos manjares significan auténticas epifanías, colapsos en el centro mismo de las certezas, placeres fulminantes de los que jamás se sale indemne y hacen que las cosas cambien para siempre. Aprovecho para disculparme por mi repentina desaparición de la isla, pero bajo esas circunstancias no pude más que obedecer a mi conciencia y partir lo más rápido posible, tomando el primer vuelo hacia cualquier lugar.
La razón por la que esta noche no estoy ahí con todos ustedes tiene mucho que ver con lo acontecido en mi espíritu después de aquella cena inenarrable. Me encuentro en una ciudad de nombre impronunciable, cuya característica principal la conforman sus ciudadanos, todos de estatura pequeña, cabellos largos, dentaduras perfectas y facultades extraordinarias para el canto. No son el pueblo más amable del planeta, pero tienen un alto sentido del servicio. Soy el único hombre en la zona que sobrepasa el 1.50 de estatura y eso parece incomodarles sobremanera. Curiosamente, son las mujeres quienes más descorteses se han mostrado, hasta el punto en que he preferido dirigirme solamente a los maricones, el grupo más numeroso y tolerante del lugar. También soy el único con pelo corto, dientes disparejos y voz destemplada.
Esto de llamarlos maricones no es ofensivo; es ese el fonema que utilizan para sí mismos (“hmairiknes”) y no se refiere tanto a sus preferencias sexuales como a su posición en la jerarquía de clases. Acá, bien diferenciadas, hay tres: los maricones, mayoría conformada por el pueblo trabajador, prestador de servicios; los pecas (“pek’s”), minoría de parias a cargo de la administración pública y el comercio de drogas; y las pachitas (así como se oye), las mujeres, que por ese sólo hecho conforman una clase aparte, como en cualquier otro rincón de la Tierra.
No crean que me he puesto al tanto de todo esto en tan pocos días gracias a una insólita comprensión del medio. Todo lo referente al pueblo está impreso en una hoja tamaño tabloide que me dieron al traspasar el aeropuerto, escrita a mano, en un inglés básico, con tinta color bermellón. Supongo que ésta es la temporada baja de turistas, ya que, como he dicho, no he visto a nadie distinto (en este caso, parecido a mí deambulando por la ciudad. Y aún así no me explico qué tendrían que hacer acá cualquier clase de turistas. Bueno, sí. Los cantos de esta gente son merecedores de un viaje indómito sólo para escucharlos.
La ciudad carece de atractivos naturales, su arquitectura se acerca a lo anodino, el clima es insoportablemente húmedo y un hedor a flores putrefactas envuelve todo el ambiente. No obstante, creo que he llegado al sitio en donde al fin podré ordenar mi vida. Han sido muchos años posponiendo este quehacer ineludible, y ahora, aquí, rodeado de lo ajeno, me encuentro en el estado anímico que antecede a la toma de decisiones trascendentales. Sé que después de mis próximos movimientos, todo aquello que conforma mis patrones de conducta será transformado en algo que, aún sin saber sus características, significará el comienzo de una existencia libre de pretensiones, y por lo mismo, libre de desengaños.
Sé que muchos de los que ahora se encuentran reunidos en esta presentación son hombres y mujeres cultos, artistas y literatos, buceadores del concepto, astronautas de la forma, copilotos de la muerte o verduleros del Parnaso; sé que el guión no escrito de estos eventos apunta, por lo que toca a los asistentes, a una postura acrítica ante lo que el o los autores y comentaristas del libro en cuestión dicen que dice o quisieron decir en su obra, y que ante todo esperan que la pasta de los canapés no tenga ese regusto a producto chino o que el vino dure al menos lo suficiente para ponerse alegres, dicharacheros y ocurrentes; por lo que toca a los autores… bueno, a una seriedad que, cuando es impostada, deviene en disparates casi siempre desafortunados, y cuando es auténtica… pff, es un espectáculo deprimente.
Así que, obedeciendo a esto, dejaré de ponerlos al tanto de mi situación personal y diré lo que tengo que decir acerca de Al Diablo Adentro, libro que, como quinceañera ganosa, se presenta en sociedad con la esperanza de ser manoseada por la mayor cantidad de aficionados a la carne nueva. Aunque en estos tiempos una quinceañera suele no ser tan nueva y un libro nuevo suele ser no tan apetitoso.
El libro es un desmadre, pero un desmadre como esos desmadres en los que subyace un orden, una lógica particular, en el que todo está a la vista, dispuesto a ser tomado, usado según la propia necesidad. Creo que su mayor virtud estriba en no ser un libro homogéneo. Y no es que se trate de uno de esos frankensteins posmodernos con ínfulas deconstructivistas, a los cuales se accede por completo sólo si se considera que lo aburrido es sinónimo de lo profundo y lo inconexo es pariente de lo genial. Acá no hay genios, ni propuestas novedosas, ni asesinos de Carlos Fuentes, ni mucho menos admiradores de Fadanelli o algún otro radical de venta en Samborns. Creo que es disparejo como las calles de Guanajuato, absurdo como sueldo de diputado, obsceno como gasto de campaña, divertido como hablar mal de los ausentes, pendejo como niño pendejo, como vieja pendeja, como pendejo con iniciativa, insoportable como locutor de Tv Azteca, efectista como Luis Miguel, personal como ojo de pescado, plagiador como pasito duranguense; es un libro EMO, punk, pop, RBD; un conjunto de buenos y malos escritos de autores aficionados a la buena y mala literatura, a la buena y mala vida, comprometidos apenas con las letras, más ocupados en el cómo llego, el cuánto traigo o el qué le invento, que en cosas como la teleología, el contexto sociopolítico o las últimas escuelas de literatura japonesa.
Parece que estoy hablando mal de la edición, pero en realidad estoy diciendo que me parece que son todas esas cosas las que lo hacen apreciable, disfrutable. Nada en la vida es parejo, ni totalmente divertido, ni continuamente inteligente, y acá no se hace la excepción. Es como una charla entre varios desconocidos que poco a poco van encontrado similitudes a base de ser ellos mismos, de ser distintos, complementarios.
Entre Alejandra, Carlos, Leonardo, Tonatiuh, Mario, W., y Paredes, no se podrían poner de acuerdo en gustos musicales, ni en películas preferidas, ni en qué se les antoja para cenar, pero no sería nada difícil que todos soltaran una carcajada al mismo tiempo por la misma cosa.
Para el probable lector tengo una consideración mínima. Ojalá les guste el libro entero, porque a mí no. Pero me ha encantado su imprevisibilidad, su desenfado y su clarísima vocación de chingaquedito. Estoy seguro de que será releído después de terminarlo por primera vez; de que creará filias y fobias con los autores; de que los mantendrá despiertos lo mismo que lo usarán como Valium...
Yo, por lo pronto, me desentiendo de lo que ya no está en mis manos. Además, en estos momentos de mi vida, difícil metamorfosis estimulada por una cena anonadante, me da lo mismo la suerte con que corra este o cualquier otro libro en el mundo. Yo ya leí a quien quería leer. Ciertamente no he escrito lo quiero escribir, pero acá estoy deshaciéndome de la pretensión idiota del Autor con Mayor Proyección a la Inmortalidad.
Tengo, ya que estamos, algunas preguntas encerradas en una: ¿Cómo hablamos de literatura?
Sospecho que no podemos referirnos a la literatura en sí o al menos no a priori. En una primera instancia estamos nombrando lo que representa para nosotros la literatura y aquí vale todo. Para algunos, un entretenimiento; para otros, una representación de algo en particular sea lo que fuere; para otros, acaso una manera de arte. No quiero caer en la boludez de preguntar qué es un arte.
¿Qué es hablar de literatura? ¿Es comentar lo que hemos leído? ¿Es decir “me gusta un autor porque esto y esto”? He escuchado a lectores empedernidos decir lo bien que el escritor equis representa tal cosa o cómo están delineados los personajes en tal historia o de la riqueza lingüística que ofrece tal fulano. Entonces, ¿de qué estamos hablando? ¿De personajes? ¿de lenguaje? ¿de escena? ¿Qué sabemos de los personajes de verbigracia Kafka o de los de Shakespeare? ¿Qué buscamos cuando leemos una obra literaria? ¿Realmente deseamos leer?
Si tenemos en cuenta que este sitio está construido para aquellos que gustan de escribir, podríamos asumir pues que acá todos hemos leído. ¿Es la lectura per se generadora de algo bueno? Si esto fuera así, podríamos ir a la biblioteca y leer hasta que algo nos cambie la vida, digamos, o hasta convertirnos en otro, no sé, como cuando uno va a la primaria y aprende.
También podemos ponernos a dudar de si realmente sabemos leer. ¿Qué es saber leer? Y, análogamente, ¿sabemos escribir? y ¿qué es eso de saber escribir?
Mi amigo el lector dice que le gustan las novelas de Sándor Márai. Dice que ante ellas descubre un mundo distinto, nuevo, y que esto le resulta maravilloso. ¿Es mostrar mundos parte de la función de la literatura? Puede ser. Pero también podría ser cierto que nada sabemos del mundo que nos rodea o que este universo contenga un sinnúmero de cosas de las que, aunque estén a unos pasos de distancia, nada sabemos. Y creo que una de las maneras de escribir pasa por registrar estas cosas. No es menester hacer como Hemingway, que recorrió el mundo y se dedicó a contar sus viajes, para ponerse a escribir algo. Si todos viéramos lo mismo, el mismo mundo e hiciéramos el mismo viaje muchos textos dejarían de tener sentido como esas fotos propias del turismo de las playas de Cuba o de Europa que podrían compartir los pasajeros de regreso. ¿Y qué es lo que hace de una simple anécdota algo literario?
Pueden venir a decir que se estudia literatura, que existe una guía para el aprendizaje de técnicas, estilos, historia y cuanta cosa literaria se les ocurra; pero no es tema de interrogante ahora simplemente porque los libros no se imprimen para un selecto público académico o, en otras palabras, no hace falta ser universitario para leer a Márai o a Borges o a cualquiera.
Tiene que haber una relación entre la acción y el lenguaje. ¡Ah, miren qué fácil! Uno, escribiente o lector, sito entre semejantes monstruosidades, babeado, atónito como un tarado largado en una playa enfrentado al mar por primera vez, tiene ante sí un mamotreto imponente de palabras antepuesto a un mundo de conceptos propio, mental, que ha venido cultivando con la propia vida hasta el momento, y con todo va y se mete en el libro; o se mete en la hoja en blanco. Acá empieza el forcejeo entre lo que es uno y lo que está o estará en el texto. Acá empieza el fantasma pajero de la literatura y surge la pregunta de si uno llega o no al fondo de lo escrito; el lenguaje juega sus fichas y uno se pone al servicio del lenguaje. Uno juega.
Ahora vamos a hablar de literatura. Ahora nos ponemos en bolas y nos preguntamos por la palabra. Ahora buscamos el deseo que tenemos apendejado, timorato, oculto, maniatado y vamos a comprenderlo. ¿Qué carajos es eso del deseo? Es una ausencia que necesitamos que se mantenga como tal para cumplir con el rito de intentar aplacarla. Ya estamos podridos de leer y ha llegado el momento de la revancha, de tomar el teclado por las astas y aporrearlo, de darnos la cabeza contra la pared. O bien seguiremos leyendo, leyendo, leyendo sin deseo pero con la melancolía de no tener mejor cosa que hacer y aburriendo a los parientes con saliva culta en las reuniones incultas contando los mundos nuevos que nos han sido revelados por algún delirante en un puñado de papeles.
La primera decisión que toma el escritor es la de dejar de leer; pero este dejar de leer no es por gusto, no; es por sacrificio, por recelo, por desconfianza. Así los escritores pasan a ser el enemigo; sanseacabó. No me vengan con que los escritores quieren leer. Sí, leer; leer el periódico, leer el correo, leerse. Punto. No me vengan con que el escritor mengano elogió la obra literaria de zutano porque en tal caso mengano no es escritor sino un crítico resentido; tal vez lo hizo para impresionar a alguien o por dinero. Los escritores no son amigos entre ellos. Pueden ser amigos del lenguaje, amigos de la literatura muerta, enterrada en una biblioteca y asesinada por una fotocopiadora, machacada lo suficiente como para ser vulgar despanzurrada ante cualquier analfabeto. El idiota de André Gide dijo: “la mala literatura se hace con bellos sentimientos”. Habría que preguntarle a este imbécil qué mierda es un bello sentimiento; mas no cabe duda de que, si la parábola fuera cierta, un buen escritor no puede tener bellos sentimientos y aun menos para con otro escritor. En resumidas cuentas el escritor es quien se atreve a cagarse en lo que está escrito. Ya sé que todos, de algún modo, lo hemos hecho; pero el escritor va más lejos: dice “eso que escribiste es una reverendísima mierda”, dice “ustedes no pueden hacer una ‘o’ abriendo el culo en cuclillas” dice “¿Borges? Ah, sí, algo leí de ese viejo plagiador”. Aquel que sea incapaz de hacer esto más vale que se dedique a leer a los otros y entonces sí a hablar de la literatura.
Marcial Romualdo Madrobyo (1979-2009), Guatemala. Todo debidamente registrado.
meaney,08.08.2009
Oigame, nadie le dice idiota a andre gaid al menos en presencia de maclovio
manndrugo,09.08.2009
Siempre es interesante leer particulares visiones de la literatura, aun cuando se aporree a Borges el eleático.
Aristidemo,10.08.2009
Ciertamente. Como lo que sucede con la nueva caja de Corn Pops.
Si hacen un pequeño esfuerzo, podrán recordar que este producto de la empresa Kellog's nunca ha tenido un personaje logo/identificador – como lo son Melvin con los Choco Krispis; Toño con las Zucaritas; o Snap!, Crackle! y Pop! en los Rice Krispies. De alguna forma, los creativos de la firma no han podido dar con el animal o personaje que contenga las cualidades distintivas del sabor, forma y demás particularidades del producto (maíz inflado y endulzado, de color amarillo huevo), y han dejado pasar el tiempo sin que los Corn Pops posean (o sean poseídos por) un ente bidimensional, susceptible de otras aplicaciones comerciales. Confianza cimentada en la popularidad y las altas ventas, efectivamente. Y aunque es claro que en un tucán silvestre no habrá nada que refiera “naturalmente” a los aritos artificiales de los Frut Loops, creo que no serán pocos los que piensen en Sam (el tucán) y se sientan brevemente decepcionados al comprobar que el pico del animal no lleva los colores distintivos del cereal en cuestión, ni tiene el plumaje azul, ni tampoco sobrinos en busca de un tesoro frutal. (¿Por qué siempre son “sobrinos”? Ahí están Hugo, Paco y Luis, los del Pato Donald, huérfanos y desarraigados. O el extremo de Alvin y las Ardillas, adoptados por su propio productor y explotador. Y luego, ¿por qué siempre son tres? ¿Ah? Cuestiones que en otros tomos desarrollaré…)
Pues bien, ahora los Corn Pops tienen logo y son ellos mismos. En la caja que acabo de comprar aparecen dibujados una serie de círculos irregulares, color amarillo huevo, con “manos” y “piernas” (rayitas parvularias), ojos, cejas, bocas, expresiones y hasta sexos (una boquita pintada lo dice todo), en una especie de intercomunicación a base de diálogos escritos en el lenguaje del chat, todo diseñado con estética claramente inspirada por el graffiti, el stencil y las tendencias de los artistas gráficos contemporáneos, en las que se “imitan” las representaciones hechas por los niños, precisamente (no recuerdo el nombre de dicha tendencia, pero no importa, es una mamada). En pocas palabras, son variaciones de los smileys, lo que ha venido a solucionarles el problema de crear un monito característico, y de paso, dar en el blanco en la onda de la identificación con el consumidor promedio. (No puedo asegurarlo, pero tal vez los Corn Pops sean el cereal que más se consume sin necesidad de leche, y por lo tanto de plato. Se toma un montón directamente de la caja y se comen así, de uno en uno o de a muchos por bocado. Esto a derivado en su perfecta unión con los adolescentes dados a estar tirados horas frente a la tele o la compu, y con miles de marihuanos que los estiman como los niveladores idóneos para el bajón) (Esto último sí puedo asegurarlo, con estadísticas y todo). En el lado frontal de la caja, son ocho los icornis/i (me arrogo ser quien así bautice a los monitos) que “dicen” una serie de mensajes chistosos (cool), poniendo, ora sí que sobre la mesa, el nuevo lenguaje escrito de miles y miles de personas alrededor del mundo, verdadera revolución lingüística, de la cual, seguramente, Borges deploraría su reduccionismo, pero no le quedaría más que aceptar su efectividad y sencillez expresiva. El primero de ellos trae en la boca un termómetro y tiene los ojos irritados; su mensaje es: bx lo – no tngo kolstrl/b. Debajo de éste, una corni de labios rosas, párpados violetas y colita de caballo, nos dice, incitadora: b/ + m pruebs + t gust ;]/b (hasta en el mundo corni las mujeres son usadas en la publicidad como sinónimo de seducción) Luego, un corni con cara de maloso y con puños preparados que, amenazante, avisa; b¿nos vAs a KoMr? ¡tú y QaNtoS +!/b El más grande de ellos, puesto justo en la esquina inferior derecha de la caja, con expresión sorprendida y preocupada, implora: bQ acs? Ni c t oQra tokr la kj!/b, dando entender que son ellos mismos a quienes nos vamos a comer y solicitando nuestra misericordia ante su inminente devastación. Por último, del lado izquierdo, un corni a punto del desmayo, gime abatido: b@Kien PoDrA aYuDrM?/b, sabedor de su destino. Los tres restantes cornis representan otras tantas personalidades, pero sólo parecen como acompañantes referenciales de los otros. El objetivo ha sido logrado: los Corn Pops son la onda, hablan y saben chido, y siguen siendo los mismos maicitos de toda la vida.
Lo mejor está en la parte trasera de la caja. Si vuelven a hacer otro pequeño esfuerzo, recordarán que son estos lados traseros los que todos buscamos al momento de ingerir cualquiera de los cereales Kellog’s, ya que ahí siempre están los juegos de encuentra las figuras ocultas en el bosque, son 10, o los laberintos para llevar a Melvin a su choco platote, o las cinco diferencias entre dos dibujos de Toño jugando basquetbol. Y no importa que uno haya resuelto el enigma o el camino dese la primera sentada; una y otra vez, hasta que la vaciemos, iremos a posar nuestras miradas e intelectos sobre lo mismo. Bien, pues en esta nueva presentación de Corn Pops, la cosa consiste en crear tu propio diseño para la caja: un corni considerablemente más grande que los de enfrente, está apenas delineado, con un par de patitas y el blanco de los ojos sin ojos. Uno es quien debe ponerle manos, boca, cejas, ojos, gesto y hasta mensaje, en otra genialidad de los actuales creativos del consorcio, puesto que nos llevan a otra manía irreprimible y clásica de todo puberto grafitero y/o rayador: ponerle cejas, bigotes, mocos escurriendo, peinados punk, etc., a cualquier foto o imagen impresa y al alcance de nuestro tedio. ¡Quién no ha convertido a cualquier artista de la tele o héroe patrio en un mamarracho lelo o peligroso con una serie de sencillos trazos y añadidos! El mensaje bajo este corni “nuestro” es: bEst s tu C-reaL RyaT Invntnd tu Kja/b. (Este es tu cereal, ráyate inventado tu caja. *Ráyate: diviértete, gózalo, pásala chido). He aquí el epítome de la hueva matutina, para todo aquellos que, gracias a los productos Kellog’s, no hemos abandonado manías y alimentos antes considerados como propios de la infancia, no sólo a la hora del desayuno, sino en diversos aspectos de la vida.
Total, que tengo un problema. Hay un mensaje, en la parte frontal, que no entiendo. Dice: bCORN POPS eL CerAL kon Tu LNwG/b.
¿Tu LNwG?
No entiendo, insisto. Y no es que me preocupe el asunto, pero si alguno de ustedes sabe Q PdO cn eso, le agradecería la info.
Ah, sí. La literatura… claro.
Bueno, me he enterado que en Japón los best seller son escritos y enviados por teléfono celular. No es broma. Hay una serie de escritores jóvenes que está haciendo mucha lana con estas historias por entregas, escritas en lenguaje similar al de los cornis, casi todos ellos entre los 15 y los 20 años de edad. Al parecer hay tanto ciencia ficción como novelitas rosas, y ya se están publicando en libros debido al éxito de ventas. Digo, pa los que sigan asistiendo a los talleres de Maruca Torres y tengan como libro de consulta al diccionario académico Porrúa.
Ya. bTu LNwG/b, es "Tu lenguaje". Jojo. Ejemplo clarísimo de que ese no es mi lenguaje, o que aún me falta comprenderlo del todo. Es decir, de que ya estoy ruco y se me van algunas cosas de este tipo de pendejadas.
(y yo pensé que la pregunta era retórica...)
jejeje
Aristidemo,10.08.2009
Jiji...
snif.
iren, iren, lo que les digo:
iTokio.- Hasta hace poco, las novelas en teléfonos celulares, escritas en los teclados de los teléfonos por jóvenes mujeres con ágiles pulgares y leídos por sus seguidores en las pequeñas pantallas, habían sido vistas simplemente como un sub-género menor en el país que dio al mundo su primera novela "La historia del Genji", hace un milenio. El mes pasado, las cifras revelaron que las novelas de teléfono celular, vueltas a publicar en forma de libro, no solamente se colaron a las listas de popularidad, sino que ahora las dominan./i
Todos queremos ser Obama, oh yea, y decir que sí, mwana
y decir que no, mwana, ora que no, mwana, ora que sí, que si
me carga la chingada no way, viejito, no mames, wey, que no mames
no me ames en el chat, que quiero ser Obama y tener un perro negro,
un floricultor habanero, preocuparme por la chida ecología china,
y por tu ecografía, mi vida; quiero ser un escritor como Bukowski, ebrio
quiero un caza bombardero con la cara de Thalía en el flanco izquierdo,
quiero que digas que sí, Korea, que tú don’t kill me esta semana, hermana
musulmana, ¡have a nice day! ¿Y tú qué miras, mwana? que te digo que no,
que Fidel is not dead, pero qué carajos, quiero my fucking plane.
Estribillo:
Me dispararon en el pene, nene, ¡ay, nene!
Pues mira que mi sexo es una pena, nena, ¡ay, nena!
Que yo tenía semen, que tenía hemoglobina
ya mero meo de sentado como cualquier pinche niña, vida,
pero sin vagina, vida, ¡pero sin vagina, sin! vagina oh, yea.
Todos queremos ser Obama, oh yea, y decir que sí, mwana
y decir que no, mwana, ora que no, mwana, ora que sí, que si
salgo por la ce ene ene, mamá, i’m very beautiful, mommy
y tú, cabrón, you look great, mwana, very fine con tu tequila, con tu chamarra
que huele a chatarra mientras tu jefa friega tus calzones, porque no hay lana, man,
son todos maricones, las niñas on-line calientan weyes barrigones, en la oficina
y por dos pesos tus sesos sin talento se fríen en el miedo por lo que viniere, nene,
y give me another beer, mwana, no tuerzas tus ideas, sigue comiendo mierda,
que pague el güey la crisis y que culpen a la izquierda.
[Estribillo]
Coro:
La tía Coca está que trina, ina; la tía Mary está que huana, mwana; y
quiero a world mejor, con sol, con flor con alca, con alca, con alcanfor.
Todos queremos ser Obama, oh yea, y decir que sí, mwana
y decir que no, mwana, ora que no, mwana, ora que sí, que si
me vale madres un shaved pussy, carnal, es que soy republicano y fumo habanos
caros en mi carro caro y Where is my uzzy, guys?
[Estribillo]
Letra y música de Tiburón Meaney y los marranos narcos. 1968, EMI ODEON S.A.I.C.
Aristidemo,12.08.2009
bCarta abierta a manndrugo/b:
Hola manndrugo, ¿cómo te va? ¿Qué tal todo por tu casa? ¿Sigues con la costumbre de aprenderte una palabra nueva todos los días? Espero que sí, eso siempre te ha dado un halo de alta cultura al expresarte, y es bien sabido que tú, como muchos otros, considera que tener ese halo es importantísimo para no ser confundido con tipos obtusos, banales o absurdos. Ojalá sigas por ese camino.
Creo que gente como tú es la que le hace falta al mundo, porque si todos tomaran tu actitud ante las cosas y las personas, este sería un mundo pacífico y ordenado. Aburrido como la chingada, pero pacífico y ordenado, lleno de lectores cuidadosos, musas con vestido hasta los tobillos y niños que nunca se despeinan. Sería una serie de cafeterías abarrotadas de intelectos sublimes, las personas conversarían de temas trascendetales, y, por qué no, de vez en cuando se darían oportunidad de reír de alguna gracejada fina e incolora.
Sí, sería ideal el mundo de los manndrugos. Bucólicos paisajes como fondo a hordas de tábanos, pipis08 y dulceamigas, todos tomados de las manos, vestidos de blanco, recién bañados siempre, cantado una dulce melodia de Burt Bacharach. Digo, existirían pilluelas como kalamititi, pero el erotismo que en este mundo emanaría, sería tan ingenuo e imaginario como el traje nuevo del emperador. Nada que temer en este paraiso de cultos y considerados ciudadanos.
Insisto, sería de un aburrimiento mortal, pero valdría la pena matar el sarcasmo, la ironía, lo sardónico, lo ofensivo y poco considerado, con tal de disfrutar la antisepsia de tu espíritu humanista, la tersura de tu labia o la impronta de tu calidez.
Pero, ¡oh manndrugo! Este mundo está hecho para que todas esas virtudes sirvan para dos cosas nada más: para nada y para nada. Es difícil de creer cómo el ser humano no ha logrado elevarse a estadios más dignos, más nobles y consecuentes, más espirituales. Seguimos siendo una yunta, una jauría, una grey de pedorros y eructantes, de sádicos-masoquistas, locos por destruir a patadas todo lo que huela a catecismo, todo lo que esté grabado en letras doradas, todo lo que obligue a seguir un dictado de conducta, toda moral. ¡No hay moral, de veras!
Aunque, si bien es cierto que esas terribles actitudes son las que llevan al ser humano a replantear y renovar sus motivos de existencia, a inventar e imaginar otras vidas y otras cosas, a descubrir lo falaz detrás de todo lo impuesto por iglesias o instituciones, a apuntar lo ridículo de aquello que se presenta como trascendente, y por lo tanto a descubrir que el ser humano es ridículo per se, y por lo tanto que uno debe reírse en vez de investigar lo escatológico (entendido esto como lo que sucede después de muertos, no como cuestiones de mierdas y orines, como el vulgo lo comprende) (tú comprendes), y faltarle el respeto a todo lo que pueda mientras viva, porque si no, no vive, nomás está despierto y sigue formas establecidas, normas inflexibles, y se frustra y se le llena el hígado de piedras y acaba domesticado por todo lo artificial que ha creado el ser humano, es decir, por la cultura.
Digo, que si bien es cierto todo eso, lo ideal sería comportarse como tú, delicado y fino amigo, aunque nos quedaramos siempre con ganas de mandar al diablo a dos que tres personajes insoportables y tuvieramos que fingir que todo el mundo nos merece respeto (verdadera monstuosidad) y anular nuestro sentido discriminatorio, a favor de una planice anodina pero segura y confortable.
Sí, sería bellísmo un mundo de manndrugos, insisto.
Bueno, sólo quería saludarte y mandarte un abrazo. Cuídate, amigo entrañable. Sigue luchando porque el mundo sea un salón de clases, una salita de té, un ágape de sutilezas y bendicones.
Yo creo que el que aburre es el tipo que se cree divertido. Pero aclaro que no es tu caso, Aristidemo. No sos ni aburrido ni divertido. Sos boludo.
Lo que antecede es simplemente una demostraciòn práctica de cómo se puede i"mandar al diablo a dos que tres personajes insoportables" /isin tener i"que fingir que todo el mundo nos merece respeto"/i.
manndrugo,12.08.2009
Extraña carta la tuya Aristeo, estás seguro que estás bien?
Confieso que esperaba insultos y gazarras a babor y estribor. No fue así y tomo acto, seguramente me equivoqué contigo, como seguramente, y sin duda alguna, tú andas completamente fuera del sembrado con tu análisis sopor psicológico.
La primera parte pareciera una prédica de un curita de campo, o de alguna pequeña parroquia muy marginal. Algo así como una tarea escolar de algún párvulo que anda al tres y al cuatro en materias de dictado y composición.
Esa alusión al rey desnudo casi produce ternura por lo desventurada.
En la segunda parte no hay nada rescatable, salvo algunos énfasis que no encuentran el camino para materializarse, porque el foco está desfocalizado. Lo siento, y persevera. No todo está perdido.
Atte.
Por la puta madre que os ha parido, conchas de felpa, he leído sus tres mamotretos que no son más que asquerosos amontonamiento de palabras obtusas y sin nada de nada y que no tiene nada que ver con este precioso foro iniciado por el clon de el-rabano.
no jodan, putos a bateria.
Saludos a la aguerrida república de Perú.
Aristidemo,13.08.2009
juas
2 x 1
están en oferta.
Aristidemo,13.08.2009
Alégrome de ver a bel-rábano/b usufructuando las directrices conductuales expuestas en la misiva y a bmenndigo/b poniendo en práctica sus dotes de crítico de página literaria de interné. Aunque no me lo digan, yo sé que me lo agradecen. Agradézcoles yo también la atención prestada a la espontaneidad de mis letras, torpes, sí, pero sinceras y entusiastas, siempre con el afán de coadyuvar a su formación literaria.
En aras de continuar fomentando su gusto por la lecto-escritura, tal como ha sido mi intención desde el principio, a continuación transcribo uno de esos listados puntuales en los que un autor transmite su experiencia en pocas y concisas palabras. He aquí, pues, las ocho reglas para escribir un cuento de Kurt Vonnegut:
b1. Usa el tiempo de un desconocido de manera que no sienta que lo ha desperdiciado.
2. Dale a tu lector por lo menos un personaje al cual pueda aferrarse.
3. Cada personaje debe querer algo, aunque sea un vaso de agua.
4. Cada oración debe cumplir alguna de estas dos condiciones: revelar el carácter de un personaje o hacer avanzar la acción.
5. Comienza tan cerca del final como puedas.
6. Sé un sádico. Sin importar qué tan dulces e inocentes sean tus personajes principales, haz que les sucedan cosas terribles, para que el lector vea de qué están hechos.
7. Escribe para complacer sólo a una persona. Si abres la ventana y haces el amor con el mundo, por así decirlo, tu texto contraerá neumonía.
8. Dale a tus lectores tanta información como sea posible y tan pronto como sea posible. Al diablo con el suspenso. Los lectores deberían tener tal comprensión de lo que sucede, dónde y cuándo sucede, que deberían ser capaces de terminar la historia por ellos mismos; y así las cucuarachas pueden comerse la últimas páginas/b.
Yo, simplemente, vine porque me nombraron. Y sólo con fines pedagógicos: para mostrar que no sigo las idirectrices conductuales/i que se señalaron. Si hace falta, puedo seguir demostrándolo.
Aristidemo,13.08.2009
Sí, ya veo que usted actúa como perro, le chiflan y viene corriendo, meneando la cola.
justamente, los animales inferiores son llamados animales brutos, así que lamento contradecirlo pero el perro sí es un animal bruto.
Todo surgió porque me incluyò en un grupo al que no pertenezco, el del mundo virtual bucólico que se abstiene de opinar. Ya vé que no es así.
También pienso que no hay nadie más estùpido que aquèl que va repartiendo opiniones sobre otros sin que nadie le haya preguntado. Esos son perros que vienen sin que siquiera se les chifle.
Aristidemo,13.08.2009
¿Se fijó en el itan/i de "jamás serían tan brutos"? Creo que no. Es usted muy bruto, oiga.
¿Y opina de otros sólo cuando se le pregunta? Con razón tan poquita iniciativa. Eso de no formar juicios acerca de las personas es propio de las plantas y los minerales. Hum, tal vez usted sea un diamante en bruto, ¿eh?
Veo que le molesta estar junto al pipi08 y dulceamiga. Mire, no se apure, sólo junté a varios sabios de Mensa Reboba, de la cual usted es un Lanzarote singular. Será por bruto, ahora que lo veo.
En fin, ya me dio flojera su caso. Responda lo que quiera, ya vendrá mi clon madrobyo a decir sus famosas últimas palabras.
Sí, me fijé pero se la dejé pasar. Le explico: no va un calificativo de cantidad para el caso del animal porque le está aplicando otra acepción del término que no va para animales, la acepción de alguien grosero y sin educación.
"Eso de no formar juicios acerca de las personas es propio de las plantas y los minerales" Opino de otros cuando los otros me preguntan què opino de ellos. Lo cual no significa que no forme juicios acerca de las personas. Por ejemplo, hace rato que pienso que usted es un idiota, seguido por otro grupo de idiotas, y sin embargo, nunca se lo había dicho.
Y si la mesa le parece Reboba, no participe. A mí me parece que lo que le pasa es que no la entiende.
meaney,13.08.2009
cuanto asunto.
el caso mandrugo siempre ha sido vergonzoso. un hombre tan culto cultivando solamente hongos en los pies es deplorable.
el caso tabano es diferente. ya edicado a los deportes de riesgo nos ofrece el album Aventuras Tabano. Donde podemos pegar las fotos coleccionables en faciculos y mandarlas para ganarnos un poster.
el caso madrobyo es para la siquiatria.
el caso guy, bueno yo no compuse ese rap, el que yo compuse fue el de "a te va la verga ay te va la verga pero la verga es la perla de un ostion convertido en amor... (estribillo) ai te va aite va ai te va"
el caso aristidemo se explica desde la neotanologia masculina, no es tan grave, solo si comienza a vomitar
Ay, dios. Yo no sé de dónde sacan los escritores esa manía de dar instrucciones para escribir cuentos. Hay que estar al pedo. Cualquier pelotudo puede escribir un libreto de instrucciones para lo que fuere y hacerse pasar por interesante, pero lo más lindo es que el escritor obliga al lector a leerlo para comprobar que el prefacio tenga asidero. Entonces tenemos que leer a Kurt Vonnegut para saber si cumple con lo que dice. Esto es estrategia de marketing, la puta madre.
Instrucciones para leer de Hánjel Bun y Eride San
1 Usted usa su tiempo en lo que le da la puta gana. Cuando lea, no espere más de lo que vale su tiempo a no ser que reciba dinero (o sexo, o descuentos en electrodomésticos) por leer.
2 Cuando se encuentre con un pasaje que no entienda, deje de leer. Tómelo como una señal indicadora de que debería hacer algo útil.
3 Si un texto le parece una mierda, no lo dude: es una mierda.
4 Si un texto le parece bueno, consulte a alguien más. Tal vez usted no entienda un carajo de lenguaje y el escritor se esté burlando de sus lectores (entre los que figura usted, no sea pelotudo)
5 Todo lo que está escrito es real. El único capaz de inventar algo es usted que lee.
6 No existe mejor literatura que le técnica; el manual de instrucciones de un secador de pelo es menos literario que el manual de uso del paquete Office de Microsoft. Si Saramago, por ejemplo, hubiese podido describir cómo se hace algo no habría perdido el tiempo en pelotudeces. No olvidemos que el retardado de Cortázar se esmeró en describir cómo dar cuerda a un reloj, pero apenas pudo puntuar una cuartilla.
7 No lea a escritores que hablen de la vida propia. Si esa vida hubiera sido digna de contar, el tipo habría pagado a alguien para que la escribiera mientras él dedicaba a vivirla haciendo algo útil o menos miserable.
8 Si lee en la playa, asegúrese de no hacerse sombra con el libro. No se meta al agua con los anteojos.
9 Si lee durante un viaje, asegúrese de no ser usted el chofer.
10 La mala vida suele producir buena literatura; mas no seamos pelotudos, nadie sabe qué vida es mala ni qué literatura es buena. Mejor es no enterarse.
Santa Ofelia del Monte de los milagros, Perú, 1989.
Cariacontecido, me gusta esa palabra. Prestidigitador, también. Lúbrico Arrebolado Exquisto Funambulesco, sí, igual. No me gusta cariño, ni perfecto, ni pañal. El apellido Gómez echa a perder cualquer nombre y el nombre de Gabriel me parece de putos. Al igual que Adrián. Putos, no me gustan pero de vez en cuando me pongo faldita y zapatos de tacón. No salgo de casa, claro, sólo me gusta hacer las labores del hogar vestido así. Heterosexual siempre me ha sonado a equipo modular sony con bocinas sorround. Zurra, mal. Zorra, bien. Zava, puaj. Me gusta caracol y epitafio. Y creo que hay palabras mal hechas, por ejemplo Heliotropo. Sí, sí, que Helio = sol y Tropo = ... ¿qué era Tropo? Bueno, lo que sea, está mal puesto. Tan mal puesto que todos les llaman girasoles, pues. Nombrar las cosas, bautizarlas, es hacerlas nuestras, adueñarnos de su esencia, de su imagen. Ya quedan pocas cosas por bautizar. Tal vez sería aconsejable cambiarle el nombre a todo cada cierto tiempo. Digamos, cada doce años. Que el río se llame feba y los árboles gretonios. Nuestro nombre también: que de ser Fernando pase a llamarme Günter y mis amigos sean Patrick, Gerónimo y Agamenón. Quiero llamar a mi mujer Ariadna y que en vez de comer huevos revueltos nuestro desayuno sea de grintelas a la porsé. Y que no sea desayuno sino arenzo. Y Dios... Dios, cada doce años, debería quedarse en silencio. Nada, ni una sílaba o una letra que lo traiga a colación. Y que nada sea todo y que todo sea tal vez. Pero también habría que pensar en dejar algunas cuantas cosas con su nombre puesto, por lo bien puestas: Imbécil suena siempre tan bien cuando se dice de corazón que no hay ni por qué buscarle, ni tampoco hay otra palabra tan bien puesta como Haragán. Soy un haragán y un imbécil, sí, sólo por lo bien que se escuchan. Eso, que las ofensas sean halagos: Pinche Tarado Hijo de Puta, vendría siendo: Amigo del Alma eres un Tipazo, o: Guarra Mal Parida Chupa Vergas, sería: Bellísma Mujer Dueña del Universo Todo... del Universo Tal Vez, perdón. Perdón, otra que no me gusta; como Lástima y Plutón. ¿Quién le puso nombre a esto y lo otro? ¿Cómo y por qué? No importa, que chingue a su perra madre, es decir: ¡Qué bien estaría eso de ser quien decida cómo llamar a la piedra, al niño y a la fatiga! Sí, ye sé que es cosa de estudios viejos, que hay lingüistas-historiadores (tredulios-kurcientoz) que han dicho por qué, quién, cuándo y dónde. Me gusta la idea del Poder del Verbo, de la Palabra como Magia Creadora, Puente Directo al Gran Misterio. Así nacieron las palabras, como parte de los ritos mágicos. Nombrar significaba apoderarse de. Como cuando me case y mi mujer sea Gilipollas González bde/b Paredes. Jojo. ¿Eso ya lo dije? Bah. Que también se instituya (¿Instituya?, pf, mejor Debrice), que se debrice la repetición como forma de comunicación única única única única única única única, y que todos los Gabrieles y Adrianes del mundo Recteleen a su Hecterosa Tribona Mermeja.
Hubo una época en que me tragué todo lo que salia de mi hermoso cuerpo (soy hermoso, sí, como el cantante de babasónicos), incluido un probete de semen. Caca, orines, lagañas, cerilla, masita entre las uñas, sudoraciones, mocos, etc. Escribí mis experiencias al respecto y logré completar un legajo de 300 cuartillas en letra new times roman de 9 puntos. Fue un trabajo intenso en el que el autoconocimiento fue total. Llegué al punto de pedirle a un amigo y una amiga que me guardasen sus excreciones, con el único fin de saber más acerca de ellos. Tanto fue lo que así descubri, que a mi amigo no le he vuelto a ver, avergonzado como estuvo al informale yo de todo lo que sus residuos me remitían. A mi amiga la veo de vez en cuando y desde entonces nos vemos con ojos amorosos. Sabemos que tarde o temprano acaberemos viviendo juntos y teniendo hijos, o de perdida en un acostón brutal, pero también sabemos que será nuestra perdición. Sí, esto gracias a sus sabores y texturas purulantes.
Ahora sólo de vez en cuando mastico un moco propio, o una costra, si es que las hay.
Aristidemo,14.08.2009
madrobyo, ¿no será a Toño? Sí, Toño, tu padrino de primera comunión.
No aristimiamor, podría ser el médico y sus canas otoñales, tal vez el estibador que conocimos camino al hospital, pero toño no, toño había muerto un año antes de mí.
Por otro lado, es increible lo que sucede cuando de verdad no sucede nada, todos ralentizan el cerebro, ponen en stand by la aneurisma matinal y escriben mamotretos seudo inteligentes como todos los de este foro. No. Y sí.
También he notado que el cotilleo y basureo femenino ha mermado en la página, ¿es autoverguenza?, ¿miedo al embarazo no deseado?, no lo sé. Yo también tengo mis teorías.
Es que llega un momento en que incluso esos intentos de agresión sicológica con lo escatológico llega a ser aburrido, en que esos intentos de transgredir la norma ya no lo es, entonces solo queda ralentizar el pensamiento y releer a los clasicos, visitar de cuando en cuando proverbia.net y solicitar permiso en la oficina para soleminzar todo lo que requiera solemnidosis isquémica.
Pero luego uno se sienta, se recuesta en una silla que es más cómoda que calzón de señorita treintañera embarazada, entrecierra los ojos con mucha soltura y corre por ese jardín veraniego, con la chica corriendo con su pelo al viento y su vestido blanco y almidonado, y sólo puede uno pensar... hijos de puta, trabajen.
Aristidemo,14.08.2009
Será, mi hermano, porque confundes las cosas. Uno no busca agredir a nadie, sino mover los dedos y practicar la verborragia.
Escribir, de cualquier forma, es siempre una manera de llamar la atención. Aunque hables de rosas y muchachas con cabelleras doradas. Aunque lo guardes debajo de tu almohada y no se lo enseñes a nadie. Aunque seas el-rábano o menndigo y jures que no escribes por exhibicionismo.
Me extraña que salgas con esas cosas, tú, párvulo envejecido, viejo infantiloide, guano de mil sabores.
Por dios.... el niñito aristienfermo postulandose para un puesto de modulador.
ohhhh por dios!!!!!
ohhhhhh por dioooooooossss!!!
zzzzZZZ.
Kafkahuamilpa,14.08.2009
Malditos pseudo escritores de pacotilla.
La intención de este foro era la de crear espontáneamente, sobre el recuadro de texto, sin revisión y con emoción, no darle cabida a sus traumas y pedos.
ayer vi volar una cigüeña negra casi a ras de la carretera, dicen los que entienden que es imposible poder apreciar tales bichos por el cielo. Entonces pensé, algo bueno me ha de suceder. Me fui a casa maravillada por ser tan privilegiada y dormí. Y soñé con una cigüeña negra gigante que comía cuenteros de los que se dictan geniales en todas las banalidades que escupen a los cuatro vientos, qué digo, a los catorce vientos. Vino Espronceda, el josé y me dijo que los cañones por banda se los mandaba con cariño al aristiwey, que tiene ahora en su poder la inspiración, se la robo por medio de don ramón un día de otoño. En el sombrero la escondió. Y yo que no sabía como engañar a la serafina en sus llantos por las agujas en sus brazos le dije en su sofocada ecolalia, repite María de la O y me llamó mil veces cabrona mientras hacía de sus venas un colador.
¿el che guevara?
el doctorcito de clase media que se fue a hacer revolución porque sus infulas y egolatría le pedía tener un nombre y que sus ataques maniaticos le exigáin emociones fuertes para sentir que estaba vivo.
Y también que su asmatico cuerpecito le exigía martirizarse.
Me refiero nal verdadero che Guevara, no al mediatico que utilizan los pseudocomunistas vendidos para su conveniencia.
El que no tuvo miedo de entrar a la revoluciòn teniendo asma; que renunciò a sus grandes poderes en Cuba, el que luchò en Angola y El Congo al lado de los negros -aunque lo acusaron de racista-;el hèroe que muriò en Bolivia.
Yo también vi la película y no me gusto. Debe ser ese actorcito malo que salé en ella. Bueno, vi dos. La de... también es malita la otra. Entre Gael y Benicio lo han hecho un superheroe muy machototote, como buen mejicano.
Vogelfrei,17.08.2009
Well. No voy a responder argumentos Ad hominem. Por principios.
quise decir que se referia a:
la falacia ad hominem, que pretende sino atacar o descalificar al adversario.
eso es lo que deberia haber utilizado usted, pero solo sabe descalificar sin leer, obvio. Si vas a hacerte el culto, no sueltes palabro en latin a disestro y siniestro sins aber loq ue dices, cara de huevo.
meaney,18.08.2009
a ver la carstens, expliquese que no me he referido a usted por que ya se que entiende costras porosas, y ahora me sale con que la invoco con su nick de que que que que ...? a ver ahora si se le botó la canica definitivamente
La Falacia Ad Hominem es diferente del Argumento ad Hominem. Parece que nunca llevò lògica, supongo que ni siquiera puede realizar un simple silogismo.
meaney,18.08.2009
silogismo:
vogelfrei ama a canabis
canabis ama a iolanthe
luego entonces vogelfrei ama a iolante
mire usted oye campanas y no sabe por donde, es ridículo, admita que no supo utilizar el término y punto. Se sintio atacado por lo dicho en el mensaje, de ya no recuerdo el cuentero, pongamos x-y=z. Dijo que no respondería a "Argumentos ad hominem" aludiendo a un tono peyorativo del contertulio cuando realmente debería haber dicho Falacia ad hominen puesto que había cierta descalificación hacia su persona.
Un silogismo sería algo así como:
el pez de los cuentos acaba de vomitar
online en los cuentos anda vogelfrei
En cuanto a lo de culto, hasta las personas que andan desnudas en las tribus son cultas. No hay cultura mejor ni peor. Supongo que sus tendencias fascistas no le permiten entender eso. Tampoco soy un profesor, ni tengo vocaciones pedagógicas para andar explicando a los donkeys.
NO sè quièn sera godofredo. No me siento aludido, porque tengo nada que ver con los espanyoles ni con los godos originales (actuales alemanes y daneses), aunque alguna vez tuve una jai danesa. Ergo...
NO sè quièn sera godofredo. No me siento aludido, porque tengo nada que ver con los espanyoles ni con los godos originales (actuales alemanes y daneses), aunque alguna vez tuve una jai danesa. Ergo...