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| LAMADONNA,19.05.2006
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Siempre me pregunte por la infancia de nuestro amigo invisible?, Quienes eran sus padres?, como era su vida?, que soñaba ser cuando era grande?, tanto me pregunte, que cuando quise saber las respuestas mis años lo habian matado.
Solo queda el recuerdo de el en mi memoria.
Como fui capaz de cometer semejante acto aberrante de suicidio con alguien que estuvo conmigo en mis primeros momentos de razocinio?, no creo que alguna vez pueda perdonarmelo.
Aunque para lavar esa culpa, siempre rezo por su alma, invisible o no, no lo se.... solo se que por mi incapacidad de "seguir jugando", destroze el corazon de alguien.
Señor de las arvejas, ( asi lo llamaba), espero que algun dia me perdone. | | |
| vihima,30.05.2006
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con 7 agnos lei q los nignos de mi edad se inventaban amigos invisibles; asi q me invente una, era extraterrestre y se llamaba selena, yo sabia q no existia pero m rallaba q mi madre m siguiera la corriente, asi q a la semana decidi matarla; su infancia fue corta,  | | |
| gaviotapatagonica,31.07.2006
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jajaja..como me perdi antes este foro?...pues les digo q el amigo invisible de nuestra infancia es siempre niño y no hay q ser tan "detective" porque a el no le gusta eso... él es solo eso, "el amigo invisible", como un ángel...y cuando nos no lo necesitamos mas porque crecemos, él sólo va en busca de otro niño q necesite de su amistad...
eso, es lo q yo pienso...piq piq  | | |
| nny,22.06.2008
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| yo tenia enemigos imaginarios | | |
| mariaclaudina,14.01.2011
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Yo no tuve amigos invisibles. Mi fantasía volaba a ser otra. Una heroína de TV o una compañera de escuela. Imaginaba que era otra persona...
Me vendría bien el lithim cada 8, no?? | | |
| loretopaz,27.01.2011
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| no te preocupes, yo tampoco tuve amigos invisibles, aunque siempre quise tener una hermana melliza para compartir secretos. | | |
| miriades,17.02.2011
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Hablando de amigos invisibles les traigo este cuento infantil por aquí.
Amigos Invisibles
A la tarde, cuando llegaba de la escuela me sentaba a la mesa a saborear un rico tazón de leche humeante que mi mamá me servía. Esto era algo que a mí me encantaba porque llegaba con mucho hambre y de paso y cañazo, me permitía abrir una puerta a un mundo de fantasía.
Un pequeño chorro de leche derramaba a propósito, sobre la mesada y unas cuantas gotitas por aquí y por allá, también desperdigaba. Con mi dedo como pincel, recorría a cada una de esas gotas. Un pintoresco río zigzagueante de leche quedaba veteado. Mientras me chupaba mi dedo, comenzaban a aparecer, de forma sorpresiva de entre las hendijas de la madera, tres duendes tan diminutos como hormigas. Bien clarito, se les veían sus bonetes bordó y sus ropas tirolesas al tono. Atropellándose salían entre risas a nadar en el charquito y a chapotear en el río. Ellos eran Jacinta, Yoel y Pimpón, nombres que yo había pensado. Se ve que les atraía el aroma lácteo y esa escena que espiaban ansiosos desde sus lugares secretos para salir a mi vista.
Era así como yo sorbía mi leche apreciando las divertidas andanzas de estos amiguitos. ¡Cómo corrían y se enlechaban enteros! Verlos era todo un espectáculo. Seguramente la leche los embellecía y por eso se bañaban en esta. Chorreantes se sacudían dando giros y déle que se salpicaban con alegría unos a otros con el líquido que cada vez se desparramaba más. Yo sabía que a Yoel le gustaban las migas de pan, a Jacinta una pizca de dulce de ciruela y a Pimpón, la manteca. Entonces ellos, previendo ese momento de panzas llenas, caminaban haciendo equilibrio por el mango de la cucharita y se sentaban sobre el arco de esta, con sus pies de remojo en el riacho. A cada uno, su rico manjar les daba en mano y yo, también aprovechaba de comer unas ricas tostadas calentitas. Entre bocado y bocado, con caras sonrientes disfrutábamos y tomábamos la merienda juntos. No hacía falta palabras, solo miradas para saber de este deleite del compartir. Cuando terminaba de merendar mi madre se sentaba a mi lado, miraba el enchastre que tenía frente a ella y como si nada, me preguntaba, acariciándome la espalda. -Juancito ¿cómo te fue en la escuela? Entonces los duendes, así como habían llegado, se disipaban por arte de magia entre la mesa. Se ve que sabían que estas conversaciones eran privadas y se hacían “humo”. Yo con un trapo limpiaba los rastros del río, de las migajas y del puente, sabiendo que al día siguiente, a la misma hora volverían estos especiales amigos que para mi no eran invisibles pero para mi mamá, si. De gran conversación con ella, seguía la tarde.
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| flop,23.02.2011
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Hermoso cuento escrito sobre una anécdota, lo que lo hace cercano al niño y creíble.
Excelente trabajo que da sentido al foro.
La idea de los foros es enriquecernos mutuamente con nuestros aportes siempre teniendo en cuenta que todos los textos serán para que puedan ser leídos o escuchados por niños o adolescentes.
Gracias miriades tu aporte será luz para muchos que escriben una vez y no se animan a seguir trabajando sus relatos.
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| -St_Clipper,08.07.2011
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| Yo tenia una cuata imaginaria, se llamaba la Gualupita y la neta a mi mama le daba miedo, dice que yo decia que ella decia cosas que pasaban pero se supone yo no sabía. Jajajaja tiruriru tiruriru tiruriru tiruriru (música de la dimensión desconocida) | | |
| maspromesas,22.07.2011
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| LACANIANO o LACRANIANO todavía tiene a su amigo invisible con el que "hace cositas" y es su único amigo. | | |
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