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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Cuentos Infantiles / Cuento sobre la muerte para niños, alguien necesitaba... - [F:11:3125]


Anile,09.06.2005
TITULO: "El mejor truco del abuelo"
Holden, L. Dwight / Michael Chesworth (Texto / Ilustraciones)
 
Gala,28.06.2005
TE AGRADESCO ANILE, YO SOY LA TANATOLOGA QUE NECESITO CUENTOS INFANTILES SOBRE EL TEMA DE LA MUERTE. ESTE CUENTO QUE ME RECOMIENDAS, ES UNO QUE YA CONOSCO JUNTO CON OTRO QUE SE LLAMA "LS CABRAS DE MARTIN". DE CUALQUIER FORMA AGRADESCO LA ATENCION, OJALA PUEDAS RECOMENDARME ALGO MAS, UN BESO Y GRACIAS
 
Tanatos_Argos,17.07.2005
saki: el cuentista
 
terencio_lubianes,22.07.2005
Me robo la recomendación de otro foro....

El Gigante Egoísta, de Oscar Wilde
 
Luciita,03.11.2005
La historia de la Resurreccion de Jesus es interesante. daptada para los enanos.
 
jeckill,26.11.2005
Se me ocurre una donde Walt Disney resucita y todo slos niños lo odian. Decide entonces matar a todos los niños que lo odian...
 
celiaalviarez,16.12.2005
"Una señora con sombrero", editorial ekaré, no recuerdo el autor, jejeje. otro es "sapo y la canción del Mirlo" de Max Veltjuice" (creo que se escribe así. Hay otros pero no recuerdo el nombre ni el autor, solo el tema.
 
celiaalviarez,17.02.2006
alguien me dijo que un cuento mio, la muerte de alvarito, podia servir para esta misión, pero a mi me parece muy tétrico para un chiquillo. léelo a ver si te sirve, si qiueres, lo puedes utilizar.
 
Sahsa,03.12.2006
TITULO;

"No es facil pequeña ardilla", de Kalandraka Editora,


Saludos,
 
beyonce_k,07.02.2007
tengo uno que quizas te ayude.............se llama "¿porqué hay estrellas pero no se ven?"
 
Nicodemus,07.02.2007
Modestamente, uno de los míos, "la Vieja Casa-Taller II". A ver que tal...
 
la_escena_del_pulpo,12.02.2007
Un cuento:
bTitulo: ¿Qué es la muerte Papá?/b

¡Mira qué bonito melocotón Ramonito!
¡Mira qué bonito! Pero si parece que te habla.
¡Qué dulce voz!
Escucha.

¡Mira Ramonito como lo lanza pápa desde aquí!
Mira como explota
cuando choca con la pared.

Mira Ramonito
Está muerto
Y ya no te dice nada.
 
Nicodemus,06.12.2007
Hay uno que no es exactamente sobre la muerte, pero es tan delicioso, a pesar de versar sobre la oscuridad, que pienso podría ser adecuado: "El Teatro de Sombras de Ofelia", creo que de Michael Ende.
 
pantera1,15.12.2007
No escribiste si lo que busca es de autores consagrados.
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Te invito a leer en mi página:"LUCHÍN EL NIÑO VOLANTINERO"

ESPERO TE SIRVA. LEONOR.
 
Yvette27,30.06.2015
¿Cómo le explicarían a un niño de 4-5 años la muerte de una queridísima abuela?
 
Flop,14.07.2015
La abuelita de arriba y la abuelita de abajo
Tomie dePaola
Editorial Buenas Noches

Cuando Tomás era pequeño, tenía una abuela y una bisabuela a quienes quería mucho.

Tomás iba a visitarlas con sus padres todos los domingos. La abuela pasaba mucho tiempo en la cocina, en el primer piso.

Pero la bisabuela, que tenía noventa y cuatro años, estaba siempre metida en su cama, en el segundo piso. Por eso, Tomás las llamaba la abuelita de abajo y la abuelita de arriba.

Casi todos los domingos, Tomás entraba corriendo a la casa, saludaba a el abuelo Tom y a la abuela de abajo y después corría escaleras arriba, a la habitación de la abuela de arriba.

-¿Querés dulces? –le preguntaba la abuela de arriba cuando lo veía entrar. Y él abría el costurero que había sobre la cómoda y sacaba unas pastillas de menta.

Una vez, la abuela de abajo vino y ayudó a la de arriba a sentarse en el sillón, y luego la ató al espaldar para que no se cayera.

-¿Y por qué se va a caer la abuela de arriba? –preguntó Tomás.

-Porque tiene noventa y cuatro años –contestó la abuelita de abajo.

-Yo tengo cuatro años y también quiero que me aten a la silla –dijo Tomás.

Desde entonces, todos los domingos, después de que Tomás sacaba las pastillas de menta, la abuela de abajo subía por la escalera de atrás y ataba a la abuela de arriba y a Tomás a sus sillas.

Así podían charlar y comer pastillas de menta sin preocuparse.

Fue la abuela de arriba la que le contó a Tomás de los duendes.

-Tené cuidado con el que usa un sombrero rojo con una pluma. Ese juega con los fósforos –le advirtió.

-Tendré cuidado – dijo Tomás.

-¡Miralo! Ahí está, detrás del cepillo y el peine ¿lo ves?

Tomás asintió.

Cuando la abuela de abajo terminaba de hacer cosas ricas en la cocina y sacaba del horno la torta que se comerían más tarde con Tomás y su familia, subía y desataba a Tomás de la silla.

-Es hora de dormir la siesta –decía.

Después de la siesta, la abuela de abajo peinaba el hermoso pelo plateado de la abuela de arriba.

Y después peinaba su propio pelo.

-¡Ahora ponételo como la cola de una vaca! –decía Tomás.

Lo enroscaba como un cordón y se lo enrollaba sobre la cabeza.

Una vez, el hermano mayor de Tomás entró en la habitación, vio a la abuela de arriba con el pelo suelto cayéndose sobre los hombros y huyó corriendo.

-¡Parece una bruja! –dijo.

-¡No es verdad! -replicó Tomás-. Ella es linda.

-Es hora de ir a comer un helado –gritaba el abuelo Tom.

Y Tomás y su hermano iban con él hasta la heladería. De vez en cuando los acompañaban su padre y el tío Carlos.

Cuando volvía de comer helado, Tomás ayudaba a llevar la bandeja con leche y galletas para la abuelita de arriba.

El padre de Tomás filmó a toda al familia una vez.

Filmó a la abuela de abajo y a al abuela de arriba, y a Tomás de pie entre las dos.

Una mañana, la madre de Tomás entró en la alcoba donde él dormía, lo tomó en sus brazos y le dijo:

-La abuelita de arriba murió anoche.

-¿Qué es morirse? –le preguntó Tomás.

Morirse quiere decir que la abuelita de arriba se ha ido y no estará más con nosotros –respondió mamá.

A pesar de que no era domingo, la familia fue a casa del abuelo Tom y la abuela de abajo.

Tomás corrió escaleras arriba sin saludar a nadie, y entró en la habitación de la abuela de arriba.

La cama estaba vacía...

Tomás se puso a llorar.

-¿No va a volver nunca? –le preguntó Tomás a su mamá.

-No, chiquitín –contestó en voz baja-. Pero cada vez que pienses en ella, volverá a tu memoria y será como si estuvieras a su lado.

Desde entonces, Tomás llamó a la abuela de abajo simplemente abuelita.

Unos días después, Tomás se despertó y miró las estrellas por la ventana de su habitación.

De repente, una estrella cayó del cielo. Tomás se levantó y corrió a la habitación de sus padres.

-Acabo de ver una estrella que se desprendió del cielo –dijo.

Tal vez era un besito de la abuela de arriba –respondió su madre.

Pasaron muchos años y Tomás creció. La abuela de abajo envejeció, y pasaba el día en la cama como la abuela de arriba. Y un día también murió.

Una noche en que Tomás miraba por la ventana de su habitación, vio una estrella que cayó del cielo.

“Ahora ambas son abuelas de arriba”, pensó.

 



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