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| tolo,07.08.2015
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Aquí me encuentro yo, con mi cabeza hecha un torbellino de emociones. Recordando tu cabello negro y tu sonrisa espontanea mientras el tic tac del reloj marca el ritmo de mi vida; en este preciso momento!! Donde tu recuerdo me embarga con fuerza. Me pregunto si volveremos a tener nuestras conversaciones misceláneas, donde arreglábamos el mundo y discutíamos sobre la inmortalidad del cangrejo. Comentábamos de música, de libros, de vinos y cervezas, ajenos al dolor de este mundo.
Acá me encuentro yo, perdido entre el humo del tabaco y matices de alcohol.
Quiero volver a ver tu rostro inquieto, tus miradas veraces, tus ceños sinceros, tus risas renovadoras...
Extraño tu piel blanca acariciando mi mano, cuando las tardes palidecían y la oscuridad se fundía a la noche. Era entonces cuando tu corazón se fundía con el mío y nada mas en el mundo importaba.
Acá estoy yo extrañando todo eso que nunca fue. Con mi torbellino de emociones, un cigarrillo, un lápiz, una copa de vino, escribiendo a ver si consigo aplacar esta tristeza que me craquela cuando pienso en el hombre que para ti nunca seré. | | |
| lucrezio,07.08.2015
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Don tolo, no me quedó clara la historia. En el sentido que se trató de un amor inconcluso, en el sentido que pudo andar adelante conquistando nuevas vetas, o simplemente se trató de un amor inconcludente, por parte de don tolo. En el sentido que dice que ahora, entre matices de alcohol, recuerda las conversaciones acerca de la inmortalidad del cangrejo y otras temáticas craquelantes y bizarras, pero al "punto", al parecer, ud. don tolo no llegó nunca, y eso sería miuy grave: "Acá estoy yo extrañando todo eso que nunca fue".
En todo caso la microcarta está simpática. | | |
| lucrezio,07.08.2015
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| Quise decir "un amor inconcluyente", de esos que no llegan nunca a donde deserían llegar y... el tiempo pasa, y por su propia naturaleza no retorna nunca. | | |
| rhcastro,07.08.2015
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No hay amores imposibles. Lo que entregas sigue siendo tuyo aunque lo veas pasar en otro cuerpo, con otro nombre y personalidad.
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| lucrezio,07.08.2015
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Habría que demostrar que no hay amores imposibles, la clase, las circunstancias, etc.
Por mi parte creo son poquísimos los amores posibles frente a la imposibilidad de los otros: los imposibles.
Muchos ponen la mira muy alta y las flechas de oro no alcanzan el objetivo: es una categoría, y muy abundante de amores imposibles.
Una mira baja o a media altura no llegan nunca a ser amores que valgan la pena: también pertenecen a la categoría de los amores imposibles, porque no florecieron, la flor se pasmó en la mediocridad de la pasión no explotada, y etc.
Además, el hombre, con los años se pone pelado, guatón y su inquilino baja la cabeza y no hay pastilla azul que haga el milagro, porque mientras tanto la mujer engordó y se puso gritona, regañona y habla con la boca llena.
Sólo dejo estas breves estampas de amores imposibles.
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