Inicio / Cuenteros Invitados / Jorge Luis Borges / Cuentos no clasificados / Diálogo sobre un diálogo
A. Distraidos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzulra más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernandez repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que pueda sucederle a un hombre. Yo jugaba con una navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlon).- Pero sospecho que al final no se resolvieron.
A (ya en plena mística).- Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos. |
Texto agregado el 30-11-2001, y leído por 30079
visitantes. (35 votos)
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Lectores Opinan |
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27-05-2012 |
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Excelente!!! Con razón Borges es...Borges!!! MujerDiosa |
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03-05-2011 |
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Es el tipo de historias ke me gustan illapa |
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30-08-2009 |
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Estos relatos de Borges son cortos y puedo leerlos rápidamente, pero al terminar la lectura, me quedo pensando por mucho tiempo... Nigrum |
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21-11-2008 |
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¡Eh Borgé, eh, si e linda La Cumparsita eh, depué vas a decí que no a sio felí! devenido |
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18-10-2008 |
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Es admirable como con tan pocas palabras se puede decir tanto. Borges siempre será Borges aunque sin Premio Nobel muy merecido y nunca recibido misiapepa |
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