No hace mucho dejé esta página. Nunca me fui del todo; no sé bien los porqués, pero hubo razones que quizás otros no compartan.

Estando lejos me sentía solo, vacío y tontamente condenado a no saber de ustedes. Dejé mi orgullo, mis endebles razones de lado y me dispuse a volver.

Pasado el tiempo en que aclaré mis dudas, vuelvo a las cosas amadas, simples y terrenales; cosas en las que alimento mi alma y mi enferma vanidad de pertenecer para no claudicar, para ser el que fui desde mis errores y mis aciertos.

Hoy vuelvo para compartir plenamente con los amigos mis humildes letras, mis pretenciosas palabras diciendo en ellas lo que siento, amo y detesto.

Gracias por recibirme. Estaré atento a la amistad y a la entrega de cada día en donde ustedes dejan lo mejor de sí, gracias por el cariño que me brindan y por las palabras que nos unen.