1.- Yo como autor y mi obra.

En sí yo soy mi obra. A través de ella se refleja mi vida, lo que pienso y lo que siento. Cada uno de mis personajes, son un fantasma que me brota desde el fondo de mi alma. Yo, además de esconderme detrás de lo que escribo, estoy diseminado entre los personajes de mi obra; ellos cargan a cuestas cientos de pedacitos míos, ellos son los portavoces de mi fuero interno y ellos realizan mis aventuras que concibo yo en mi imaginación, aunque ninguno acabe siendo mi retrato más perfecto.
Mi escritura, aún sin llegar a ser demasiado intimista, está revestida de mi personalidad secreta, yo hablo con la voz prestada de mis personajes; de otro modo, yo estaría condenado a sobrevivir con toda la carga emocional e intelectual que me pesa en esta vida y mi conciencia. La literatura, en el fondo, es una suerte de válvula que me permite airear mis sueños y mis pesadillas.
Además, para mí la literatura es una forma de conocimiento, entonces podrán conocerme a través de mi obra, penetrando en mis tinieblas, descubriendo mis sueños y fantasías. Ésta es la fuerza de la literatura que me empuja, la fuerza de la ilusión, la fuerza del sueño. Ya que si el hombre es todavía capaz de alimentar sus ilusiones, si es todavía capaz de soñar, entonces es
un hombre libre; y yo aún soy un hombre libre.

2. mis preferencias

De entrada, y sin perder fuerza ni autoridad moral, debo manifestar que no creo en algunos autores que escriben con trivialidad e indiferencia; por el contrario, prefiero escribir con pasión y hasta con dramatismo, y soy un artesano de la palabra escrita, ya que creo mis obras impulsado por una necesidad vital; algunas veces, por subvertir el orden establecido por los poderes de dominación y, otras, porque no me queda más remedio que escribir para sobrevivir a mi propia realidad.
no me considero un escritor a sueldo, tampoco me someto a los dictados de una corriente de moda ni mucho menos actuar como peón de la industria editorial, tampoco me convertiría en un ¿slogan de marketing? para satisfacer la demanda de los consumidores y amasar jugosas ganancias a nombre de la literatura; prefiero escribir sobre temas que me dicte el corazón y pues realmente siento que tengo un compromiso con mi realidad y mi tiempo. Para lograr la trascendencia, me convertiré en un artista de verdad.


3. Entre la soledad y el romanticismo
Creo que desde muy joven me sentí atraído intuitivamente por la vida de los personajes que son distintos a los demás. No es extraño que sienta un respeto profundo por la personalidad de dante Alighieri, quien vivió y murió rodeado por una aureola de misterio que constituyó la constante de su vida. Dante me enseñó que el silencio, a veces, tiene más palabras que el discurso sobre el silencio; más todavía, siempre me imaginé escribiendo, en una isla solitaria, hasta convertirme en el escritor mas grande del mundo. Siempre me
he sentido diferente a los demás, incluso en mi forma de hablar, caminar, sentarme o beberme una copa de trago, ya que tanto el estilo de mi vidas como mis obras exaltan la soledad y el laberinto sin salidas, donde habitan los seres como yo destinados a vivir entre las brumas del olvido, alejados de una sociedad hecha a golpes de espectáculo. Tengo el coraje de quitarme los chalecos de fuerza que me impone mi entorno social.

4. Mi libertad de creación

Rechazo las escuelas literarias, las reglas a las que debe someterse la obra literaria, y propugno el vuelo libre de la fantasía, dejando que las ideas se desplieguen contra toda clase de tiranía personal o literaria; más todavía, si la crítica del arte y la literatura están sujetas a los lineamientos trazados por las superestructuras del poder. Ya manifesté que prefiero escribir a espaldas de las corrientes literarias de moda. Estoy convencido yo como verdadero escritor, no escribo tanto sobre los temas que me solicitan, sino sobre los temas que me nacen desde lo más profundo de mi alma. De modo que todo extraordinario artista de la palabra escrita, mi fantasía no puede estar sometida a las normas dictadas por las modas literarias, prefiero darle rienda suelta a mi capacidad creativa, ejerciendo
mi vocación con absoluta libertad, lejos de las cadenas políticas o
Religiosas que intentan atar mis pensamientos y sentimientos. Yo no obedezco a normas ajenas a mi personalidad, yo escribo a partir de mi propia convicción y cosmovisión, sin que por esto me sienta el ombligo del mundo.

5.- Tiempo de escribir

Empecé a escribir hace aproximadamente cinco años, pero como amateur y como hobbie; pero realmente empiezo a escribir con mas constancia y con mas dedicación hace aproximadamente dos años.

6.- Mis obras

Tengo dos obras:
a) Narraciones Extraordinarias Invencibles (siendo ocho cuentos cortos)
b) El Bien, El Mal y El Equilibrio (siendo un libro de poesía, constando de noventa poemas)

7.- Duración de mi reciente obra
Pues las dos obras empezaron hace cinco años, y se reafirmaron hace Aproximadamente dos años con mayor auge de ideas y de creatividad.