Nací una fría madrugada de otoño de hace casi 18 años, hijo ilegítimo del Viento con su amante la Luna, desde que tengo uso de razón recuerdo querer vivir la vida a mi manera. No es fácil es cierto, pero a veces vale la pena intentarlo. Vivir bajo tus propias reglas, sin seguir a nadie. Pero también es difícil seguir un camino que sea propio. El miedo a lo desconocido a veces me aterra, y a veces también me siento solo. No porque esté solo realmente, sino porque nadie puede seguir el mismo camino que yo. Los caminos de mis amigos son parelelos a los míos, pero no pueden ser iguales. Además no siempre serán paralelos (por mas que me gustaría que así fuera), llegará el momento en que tendrán que separarse.

Nada es eterno, o la vida misma del hombre dejaría de tener sentido ¿El tiempo propicia los cambios, o los cambios transforman los tiempos? Siempre he tenido esa duda, y no se si alguna vez logre despejarla. Puede que ambas sean verdad, puede que ninguna. Algún día tendré que encontrar la respuesta. Por ahora seguiré (mas bien intentaré seguir) mi camino bajo mis propias reglas...