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Acuciante enjuiciamiento. (De los oprimidos parias del extrarradio)
Y…..bajó la cabeza para someterse a juicio, a juicio de los señores de la noche fría, los vigilantes de la necia palabra. (Que eran uno, pero cada vez que abría la boca, parecían veinticinco, por la inmundicia y ráfagas de balbuciente despropósito genital que vomitaba.)
Había incurrido en su *pubertaria sabiduría, en lo que algunos denominaban dispendios de credulidad con sus consanguíneos, hermanos de un solo vinculo a los que no les estaba permitido compartir el código *libeticio, que permitía expandir los conocimientos de una forma en la que no era necesario el verbo.
Ello implicaba un desorden y perdida de control en la jurisdicción de la tierra de nadie, o tierra honda, donde el sumo Sacerdote era quien otorgaba a la prole los distintos grados de sabiduría, en función de una presumible iridiscencia que el pretendía ver en sus súbditos. Cierto es que entre sus utensilios quiméricos había una cajita de música en la que supuestamente se guardaba un minúsculo pedazo de metal que encajaba justo en la mella de la guadaña de las tres deidades, Cloto, Láquesis y Átropos, junto con tres pequeños trozos de hilo de su tunica negra.
Las malas lenguas aseguraban que cuando la parca se acerco para sesgar la vida del oráculo Omurus, este estaba tendido boca abajo con los brazos abiertos en diagonal al cuerpo, pero justo en el momento en que la guadaña rozaba su cuello, este empezó a girar a gran velocidad. Se oyó entonces un sonido seco y punzante como si hubiesen golpeado una roca, pero en su cuello no se produjo el mas leve rasguño, aunque la cabeza nunca pudo volver a su estado primero. Podían apreciarse las arrugas formando anillas de carne deforme. Viviría, si, pero su reino había de quedar dividido en dos mitades por los restos de los restos, a cambio, su cabeza continuaría unida a su tronco.
Dádira estaba inmóvil ante el oráculo y sumo Sacerdote, mientras este pronunciaba unas palabras que parecían venir del más allá: Oh…… instinto predatorio de la palabra prohibida que naciera a extramuros de la justicia, Ah….levedad de la conciencia que pareces escapar hacia ninguna parte. Yo te ceñiré al justo tallo que avalan los oficios más viejos y volverás así a la rancia seducción de las tierras hondas.
¡Pero serás desposeída de tu albedrío para escarmiento y escarnio, ante todos los que ilusoriamente creen tener dones y dotes para discernir, solo te estara permitida la lectura visual y el contacto físico con la tierra el primer lunes de cada mes.
JUSTICIA MAYOR ACABA DE DICTAMINAR SENTENCIA: QUE ACALLEN DEFINITIVAMENTE A QUIEN NO SE LE PERMITE ESTAR, NI VIVA NI MUERTA.
*Pubertaria: palabra inventada. Excipiente.
*Libeticio: palabra inventada. Telepatía.
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