Elsa Batista Pimentel vio la luz del mundo un 13 de febrero en San José de Ocoa, ciudad del sur de la República Dominicana, tocada por las ardientes aguas saladas del Mar Caribe. Hacia el 1983, se marcha a Puerto Rico, y 4 años después llega a New Jersey, donde actualmente reside. "Sólo soy estos versos, o intentos", dice.
Alfonsina Storni, César Vallejo, Julia de Burgos, Mario Benedetti, Gioconda Belli, Gabriela Mistral han pasado por sus ojos y quedado en su memoria. Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Juan Luis Guerra, como abejas creativas rondan sus oídos y tienen hogar en su alma de poeta.
El genial poeta profeta de la barba blanca, Walt Whitman, Emily Dickinson -la divina Emily-, Robert Frost, William Carlos Williams, la tocan con sus letras y despiertan versos que van del corazón al pensamiento y de ahí a la pantalla y página en blanco.
El verso rimado y el libre tienen cada uno su momento de arder en las pasiones de la joven escritora. Versos largos o cortos, de extenso o breve aliento se turnan en sus manos. Ella deja que la emoción, y no al pensamiento, dé a luz el verso. Después encarga a la razón de que lo críe.
Ha publicado un libro de poemas: "Puerto del deseo".