Soy joven, quizás un poco intuitivo en mi escritura, pero es así no mas.
La lectura es para unos pocos, la escritura es para muchos, ya que el expresarse es una cuestión humana, desde sus inicios el hombre en su búsqueda, realizó diferentes técnicas y soportes: paredes, pairos, lienzos, es decir siempre buscó registrar lo de uno, por eso inventó el casamiento.
En medio de esa lucha aparecieron los jueces y abogados que fueron los encargados de legitimar todas las cosas. Ellos también escribieron, y con ello empezaron los divorcios.
Que no bastó con eso, si fuera sólo un papel bastaría, fue la casa, el auto, y hasta el mismo sofá, lo único que quedo es el perro y el buen lavarropas (yo).
Como mi mujer de turno me lo permite les diré que tengo, 24 años, con un flamante título de diseñador gráfico, digo esto porque está listo para prender en cualquier momento el calefón la próxima vez que me corten el gas, y no tenga para pagar.
No los saludo, tan solo los admiro. Hagan la diferencia: todos podemos escribir, pero solo unos poco pueden sentir escribiendo, y entre el hacer y el sentir, ustedes ya saben...