El mejor cuento no lo escribí, lo vivo.
Cada día me reinvento para huir del suplicio de la cotidianidad.
Unos me llaman freak, otros my lady y otros me llaman por el nombre que aparece en mi registro de nacimiento aunque no saben que ya no soy yo.
Yo me perdí en una invención y ahora no encuentro el camino para llegar a casa.
El circo se va de la ciudad,
se va,
se va,
se va,
se fue.