Jugamos un juego sagrado
pero en algún punto
algo se quebró.

Jugabas un jugo
de cartas marcadas
jugabas un juego
que te daba seguridad.

Solo lo jugabas
por diversión
y para conseguir
tus oscuros objetivos.

Pero en algún lugar
algo cambio
las cartas ya
no te dan satisfacción.

En algún momento
el juego cambio
de manera demasiado
abrupta para darte cuenta.

Por alguna extraña razón
que hasta el día
de hoy desconoces
comenzaste a perder.

Ya no podías seguir
dominando los elementos
empezaste a perder
la calma que te caracterizo
durante tu estadía
en el oscuro juego
de la amarga verdad.

Solo querías escapar
pero era tarde
ya no podrías
solo estaras atrapado
entre las paredes
que construiste
para poder defenderte
de todos y de ti.