va caminando el romántico gris,
viendo en la rúa un fuerte aguacero,
que moja sus botas y cae en su sombrero,

va caminando el romántico gris,
viendo en la rúa dos parejas de colibrís,
que unen sus picos para darse un beso,
detenidos solemnemente en el mágico tiempo,
tiempo que no perdura si no es sincero,
y va caminando el romántico gris,
mesnadas de jóvenes gozando el buen trago,
las fumarolas encendidas,
que el orden va apagando,
extrañas montañas en sus cabezas se contemplan,
maquillados rostros que ocultan su sol,
apariencias engañosas que inspiran desazón.

va caminando el romántico gris,
sus ojos contemplan la soledad entera,
luces pardas, luces barbaras se ven pasar,
como también la hermosura grata de una estrella fugaz,
una estrella que no volverá a pasar jamás,
puesto que ya dio por hecha su luminosidad.

Va caminando el romántico gris,
durmiendo para soñar con un final feliz,
un final que le de valor e inspiración,
un final que le de fortaleza, y que no le vuelva a romper el corazón.
un final allende a las estrellas,
donde jamás vuelva a ser buscado,
un final de acuerdo a sus deseos,
España: su destino más preciado.

y ahora se aleja el romántico gris,
despidiéndose del mundo de los que sueñan,
dejando todo pasado atrás,
puesto que desea iniciar una nueva vida,
así como las aves que emigran al fabuloso mar.