El periodismo y la literatura suelen fusionarse para amenizar el relato de determinados hechos de la vida diaria que, por distintos motivos, son considerados, además de novedosos, relevantes, interesantes y/o útiles para un número significativo de personas.
Aunque me recibí en 2002 de Técnica superior en periodismo (carrera terciaria) y ejercí este oficio desde 1999 hasta 2007, cuando empecé a dedicarme a tiempo completo (lo hacía part time desde 2004) a la enseñanza del periodismo en el instituto donde había estudiado, no me considero una periodista, sino una periodista en formación (siempre aprendo algo nuevo).
Aunque disfruto leer, jamás se me cruzó por la cabeza estudiar Letras para dedicarme a la literatura.
Mis escritos suelen ser catársis que no siguen las reglas, las normas, del periodismo ni de la literatura.