Soy un poco “especial”, cuando tenia 6 años me quemé la mano derecha en un cuete y perdí cuatro dedos, me hice zurdo a la fuerza y de ahí cambió mi rumbo. En la casa era un tanto mimado por eso, mas yo no me daba cuenta de tal situación y pude seguir haciendo mis travesuras por doquier, me llamaban DIABLO, Por momentos me gustaba.
Mi papá aprendió a leer sin ir a la escuela y lo decía siempre haciendo un poco de alarde. El tenia unos cuantos libros y solía leerlos en el patio de la casa los domingos, tomando a veces una que otra nota, seguramente eran de su interés, le ví muchas veces así y yo curioseaba un poco los libros hasta que él los guardaba muy celosamente en un cajón, aprendí a abrir su caja sin que lo notará y muchas de mis tardes luego de la escuela me subía al alto para leerlos por mi mismo. Recuerdo que leí casi todo el Nuevo testamento deteniéndome a veces en los pequeños dibujos de una línea que dejaban ver los látigos que Jesús recibía. Luego miraba algunos de medicina natural y un gran diccionario que tenia unos dibujos muy bonitos. Me gustó desde siempre la lectura. En la escuela me gustaba leer para todos en voz alta.
Después me hice reto, y era dar discursos en la escaramuza de mi pueblo diciendo textos memorizados que describían cosas jocosas de la gente de ahí, al principio me daba escribiendo P. Marco, los textos y mientras hacia de secretario pude darme cuenta que no era tan difícil escribir. Ahora yo mismo hago los textos del reto.
Tengo una gran necesidad de comunicar cosas y veo que muchas veces no tengo las palabras suficientes pero ya no importa porque si me siento los hago, ya está. Tengo mucho interés en acercarme y escribir lo que pasa en los movimientos sociales, los niños, los jóvenes, los indígenas. En el ultimo censo me he definido como indígena y estoy contento por eso.
Al mismo tiempo soy músico y me incliné por la música andina y toco algunos instrumentos lo que me ha permitido conocer lugares de aquí y de afuera.