Cuando tuve un año
recién me iniciaba.
Cuado tuve dos,
era prácticamente otro.
Cuando tuve tres
apenas era yo.
Cuando tuve cuatro,
no fuí mucho más.
Cuando tuve cinco
apenas era consciente.
Y ahora que tengo seis,
soy tan inteligente como la misma inteligencia.
Así que pienso quedarme en los seis para siempre.