Sólo escribo para expulsar la basura que entra a mi cabeza.
Si existiera un ordenador para el cerebro de seguro lo compraría.
Todo lo dicho hasta ahora se acumula en hondas Hertzianas y permanece comprimido en alguna parte, hasta que alguien inventé un aparato que pueda revitalizarlas, y entonces podremos hablar con los muertos.