A la temprana edad de cero años comencé a mirar todo lo que había alrededor con una curiosidad enorme.

Primero, observé bien las cosas que se encontraban cercanas, las que había en la casa de mis padres, los recovecos donde siempre está escondido todo lo que se pierde, la luz del atardecer a través de los cristales, el sonido de los pasos sobre la madera,...

Después, fui ensanchando mi radio de acción y contemplé el millar de cosas nuevas que cada día suceden en Madrid, cosas bonitas y cosas tristes, relatos que cuenta la gente, las mañanas de domingo en El Retiro contemplando a los practicantes de tai chi, las noches cruzando de punta a punta la ciudad en busca del lugar de baile perfecto,...

Más tarde, empecé a recorrer cada kilómetro que se ponía bajo mis pies y así conocí nuevos paises, historias de trenes y de carreteras, las miradas de la gente, las culturas diferentes que se unen en lo humano o en una sonrisa,...

Durante todo este recorrido he tratado de conservar algun instante escribiéndolo, y esos instantes son mis cuentos. :)