Mientras no disponga de amabilidad de pensamiento, estaré volviendo siempre a mi interior. No me esperen si se me ocurre salir volando por el cielo para ver las cosas con más distancia, porque seguro tardaré mucho en volver.
No hay nada que me calme por dos minutos seguidos con excepción de la escritura. Sin vislumbrar por mucho tiempo, o al menos durante dos minutos, un ápice de conciencia.
Me describo en mi más profunda frustración y despliego mis heridas hasta que queden estriadas.
De la peor manera logro estar mejor.
O al menos, expresarme.

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"una mirada desde la alcantarilla / puede ser una visión del mundo / la rebelión consiste en mirar una rosa / hasta pulverizarse los ojos" (Pizarnik)