Soy persona. Trabajo como docente por eso me encanta aprender, pues estoy más que convencido que la gran escuela es la vida toda, sobre todo vista, olida, escuchada y sufrida y gozada desde el lado de las mayorías escuálidas y exprimidas por las maquinarias de hacer dinero y poder.
Soy catequista por elección teológica, inspirada en la libertad de Cristo y de los libres de cualquier tiempo, credo, cultura, sistema. Papa y esposo ocupado por los niños de cualquier vientre.
Me gusta escribir relatos inspirados en hechos reales, también cuentos de ficción, históricos, y tengo desangradas tres noveles que aun no ven el papel, y lo anelan como el agua de las nubes al mar.
Mi desafío es poder luchar contra la inmovilidad que nos idiotiza y deshumaniza, por lo tanto pretendo cada día poder estar siendo un trashumante.
Nací en Hersilia y aquí vivo, en la provincia de Santa Fe de Argentina. Aperecí a los gritos un 4 de noviembre del año 1969. Con quien comparto mis días se llaman Eda y mi hijo Sandino. Pertenezco a un grupo que se llama Misionero Trashumante con el cual luchamos por otro mundo distinto haciendo diferentes trabajos pedagógicos, sociales y culturales que son eminentemente políticos.
Una estrella para mi conciencia que se pierde a menudo: el Maestro Paulo Freire.