Decía mi padre que ver la tele atonta la cabeza y no le faltaba razón aunque hoy tuve la suerte de ver un documental muy interesante sobre el cerebro humano(aunque un buen concurso o un partido de fútbol tampoco está nada mal), el caso es que he aprendido con este reportaje cosas de las que no tenía ni la más mínima idea. Intentaré recordar los datos más importantes, resulta que el cerebro humano se divide en varias partes según su evolución, tenemos una que se asimila al de los reptiles, es la que domina nuestras acciones más simples pero al mismo tiempo vitales, tales como la respiración y los movimientos automáticos a cualquier tipo de reacción inmediata, como el dolor. A continuación tenemos otra parte heredada de los primeros mamíferos, con ella desarrollamos el aprendizaje y la memoria, gracias a eso se pudo crear la corteza cerebral con la que nos distinguimos del resto de los animales y con la cual hemos desarrollado la capacidad de crear, inventar y construir los sentimientos. Lo curioso viene ahora, resulta que nuestro cerebro es idéntico al de un mono, así como lo oyen, un neurólogo no podría distinguirlo visto en un microscopio, la diferencia está en la cantidad de corteza cerebral que tenemos respecto a un mono, nosotros poseemos un 76% y ellos un 72%, ¡ la madre que nos parió!, tenemos un 4% más de corteza cerebral...
Según el documental, gracias a ese 4% mientras un simio se deja llevar por la ira hasta aniquilar a un contendiente, el ser humano puede reflexionar sobre su ira y calmarla acudiendo al uso de la razón... ¿Pero que película me está contando?
A ver, creo que aquí está fallando algo, no me cuadran las cuentas, si el ser humano es capaz de hacer eso quiere decir que entre nosotros viven millones de seres humanos que en realidad son monos, porque no solo no razonan, además utilizan el razón para encauzar la ira y que así el sufrimiento del de enfrente sea aún mayor.
Que me digan en que parte del cerebro humano se guarda la mala leche, la mala baba, el ser un verdadero hijo de puta y un cabrón de tomo y lomo, la envidia, la ambición y el placer por torturar y matar hasta el mayor de los sufrimientos...
Tal vez se guarde en el mismo sitio
de donde el amor, la amistad, el perdón, la comprensión y el resto de buenas virtudes que tenemos.
A veces pienso que hubiera sido mejor quedarnos encaramados al árbol, comiendo hojas, fornicando y durmiendo, aunque ahora que lo pienso tengo un vecino que prácticamente hace lo mismo, en fin, esto es un lío, espero que usen su cerebro lo mejor que puedan, porque solo tenemos uno.
Luis Barrasa Martínez(Barrasus) Sevilla 17 de abril de 2005 |