Te mantengo alejada de mi mundo, alejada de ti. Quédate ahí, yo te observo y poco a poco te voy conociendo. Aunque tú no lo sepas hoy también yo estoy triste. La esperanza ya viaja hacia algún lugar lejos de la ciudad. Tu ciudad, nuestra ciudad: ataúd de amores imposibles, sarcófago de vidas inservibles… Hoy solamente un recuerdo con tu nombre pintado en la frente. Aunque tú no lo sepas también yo estoy triste.
Texto agregado el 16-04-2005, y leído por 200 visitantes. (5 votos)