I
Esto que voy a contarte no me lo vas a creer, pero es cierto. Te va a parecer un poco loco pero sucedió así:
Tú sabes, hace meses ¡o años! que yo venía con mis ataques depresivos por toda esta cuestión existencial... Pero, ¿qué pasó ese día?... Estuve vagando como Harry ¿Te acuerdas de Harry? Me sentía igual que el lobo estepario o ¡peor aún! porque mi furia era capaz de destruir al mundo entero...
Estaba otra vez al borde de una crisis rondando por los parques de la gran ciudad, por la alameda de los pinos hasta que llegué al gran malecón. Me senté sobre una banca y me puse a contemplar el mar... Las gaviotas revoloteaban entre las rocas... el viento hacía volar las hojas de los árboles... y de pronto, vi venir hacia mi un papelito empujado por el viento... que venía y venía... hasta que se detuvo un poco lejos de mis pies... Y de rato en rato el papelito se acercaba a mí siempre ayudado por el viento...
- Si viene a mí -pensé- ¡Cambiaré de vida! -no sé porque se me ocurrió hacer esta promesa tonta y esperé... pero el papelito apenas se movió. Entonces empecé a llamarlo con todas mis fuerzas como si se tratara de una invocación:
- ¡Ven a mí! ¡Ven a mí! -pero el papelito no quiso moverse más...
Ya estaba a punto de cambiar de pensamientos o levantarme para irme cuando sentí el llamado del tío Harry que me hizo levantarme de inmediato para irme con él; pero en ese momento, ¡veo el papelito sobre mis pies! ¡Qué loco! ¿Lo puedes creer? ¡Qué loco el Viento! ¡Sobre mis pies! Como diciéndome: "¡Llévame contigo!". Y por supuesto que lo recogí y me lo llevé...
Pero no sé cuanto tiempo tuvo que pasar para que yo me acordara de él y pudiera revisarlo... ¡Hasta que por fin!... ¿Y sabes de qué se trataba? ¡De un volantito! ¿Comprendes? De un volantito dónde había esta mágica invitación:
YAGANATH MISTIC TOURS
Te invita a Sri Vrindavan Dham
Donde empieza el Viaje Místico del Alma
¡Viaja con nosotros hacia el Centro del Infinito!
Ajá, ya vas comprendiendo ¿no? Pero no son coincidencias. Son cosas del Destino.
Mira, aquí ya comienza el camino de trocha. Pero este bus llegará bien, no te preocupes; sólo te pido que me escuches... que me escuches hasta el final... ¿de acuerdo?
Bueno, entonces lo primero que hice fue ir a la agencia "Yaganath Mistic Tours"... Se trataba de un Refugio Espiritual... "donde uno podía acceder a las Grandes Verdades Eternas y aprender el Arte de vivir en Armonía con uno mismo, con Dios y el Universo..." Por supuesto que pagué de inmediato por la próxima salida... Me sentía realmente feliz de empezar una nueva aventura, una aventura diferente ¡Una aventura hacia el Infinito! El viaje místico del Alma...
II
Cuando llegamos, era casi la hora del crepúsculo y éramos 15 visitantes. Llegamos al "Gran Bosque de Naimisharanya", un bellísimo y fantástico lugar en cuyo centro se encuentra "Sri Vrindavan Dham", la mítica y mística Ciudad de los Sadhus.
Llegar allí fue como llegar a otra dimensión... En realidad llegamos a otro mundo... Desde la entrada ya todo fue diferente ¡Otra atmósfera! Los caminos, el río, las fuentes de agua, los árboles, las plantas, los animales, las viviendas... ¡Todo! ¡Todo era otra energía! ¡Y los Sadhus! ¡Cómo brillaban los Sadhus por su pureza y gran belleza!
Se dice que Sri Vrindavan Dham es una réplica del Dham Supremo que existe en el Mundo Espiritual. Por ello, Sri Vrindavan Dham es un lugar de Peregrinación saturado de Poder Divino. Basta que tomes un poco de agua, alimento o frutas de este sagrado lugar para que despiertes tu energía espiritual y empieces tu viaje místico hacia el encuentro amoroso con la Suprema Personalidad de Dios... incluso si hueles inciensos o flores... Y, ¿te imaginas? ¡Toda Sri Vrindavan Dham huele a inciensos y flores!
Pero, ¿quiénes son los Sadhus?
Los Sadhus son almas liberadas que se deleitan de eterna bienaventuranza en su divina relación con la Suprema Personalidad de Dios. Son personas sabias y puras, ejemplos vivientes de todas las virtudes (como la humildad, la tolerancia, la honestidad, la sencillez, la bondad, etc.); pues han trascendido su naturaleza inferior (de lujuria, ira, codicia, ilusión, orgullo, envidia, etc.); y además, no comen carne, no se intoxican, no participan en juegos de azar ni tienen vida sexual ilícita. Por ello se dice que un verdadero Sadhu puede purificar toda una sociedad y que donde quiera que él viva, el lugar se vuelve sagrado por la gran influencia de su noble y puro corazón.
Los Sadhus se levantan muy temprano por la mañana y se purifican mediante el sagrado baño de agua fría y el canto de los Santos Nombres del Señor; luego se dirigen muy impecables y puros al templo del Amor Divino para efectuar su primera Meditación al Amanecer que consiste en Adorar a Dios en Su forma de Deidad, escuchar la clase o el néctar de los Sadhus y tomar Prashadam; y después, se dedican a los diversos servicios del día para asistir finalmente a la Meditación del Atardecer...
Este fue el programa que nos entregaron al llegar... Habíamos llegado justo durante la Adoración del Atardecer, en medio de un maravilloso y extático Kirtan en el Gran Templo de la Divinidad donde los Sadhus cantaban y danzaban con los brazos en alto, en forma continua y con profunda emoción. Los varones a un lado y las mujeres y niños al otro lado del Templo... Era un cantar interminable de mantras y oraciones al son de unos tamborcillos y címbalos de mano...
¡Por fin el alma llegada a su tan ansiada fiesta!
- ¡Canta Hari! ¡Canta Hari! ¡Canta Hari tan sólo! ¡Para salvarse en Kali no hay, no hay, no hay otro modo! cantaban todos fuertemente...
Y cuando llegó el néctar de los Sadhus el más anciano nos entregó a cada uno de nosotros los Santos Nombres de Dios, diciéndonos:
- Por cantar este Gran Mantra recibirás Conocimiento Científico acerca de la Verdad Absoluta y desapego de este mundo para ir al Dham Supremo.
Y luego vino el exquisito Prashadam... Los Sadhus ofrecen todos sus alimentos a Dios porque cuando el Señor acepta una ofrenda infunde Su propia naturaleza divina en ella; de modo que este alimento ofrecido llamado Prashadam o misericordia del Señor contiene toda Su potencia espiritual que igualmente eleva nuestra conciencia hacia la Comprensión de Dios. El simple hecho de ofrecer los alimentos nos hace conocedores de una enseñanza esencial de Los Sadhus: "Que todo proviene de Dios y que todo debe serle ofrecido otra vez para Su complacencia".
De esta manera, desde la mañana a la noche, los Sadhus Le ofrecen todos los frutos de sus actividades a Dios, esta es la esencia mística de su forma natural de vivir. Ellos nos enseñan el gran arte de controlar la mente y los sentidos a través del Servicio Amoroso al Señor Supremo para restablecer nuestra relación original con Él.
Así transcurren los días... cantando los Santos Nombres del Señor entre Meditación y Meditación para elevar la Conciencia hacia la Autorrealización o la Comprensión de que no somos este cuerpo sino el Alma Espiritual que mora dentro de él, hasta desarrollar finalmente la perfección espiritual de nuestro Amor por Dios. Esta es la forma de vida auténtica que nos lleva al tan anhelado éxito final que es Volver al Hogar o volver al Dham Supremo donde mora eternamente la Suprema Personalidad de Dios. Este es el viaje místico del Alma... hacia el Centro del Infinito.
III
Un día, antes de nuestra partida vimos que todos los residentes de Sri Vrindavan Dham hacían señales hacia el cielo en una gran algarabía... Hacia una avioneta que surcaba por los aires dejando caer miles y miles de papelitos llevados el viento. Yo pregunté con mucha curiosidad de que se trataba y uno de los Sadhus me explicó que, dos veces al año, un rico comerciante regala esta forma de publicidad para promocionar este Gran Refugio Espiritual. Esta publicidad se trata de esos volantitos que llevan impresos esa mística invitación que un día me llevó hasta allá y cambió mi vida por completo.
Y tal como me lo explicó el Sadhu, de los millones de personas que hay en la gran ciudad, quizás unos cientos de ellos tomen estos volantitos; y de esos cientos, sólo unos pocos deciden conocer Sri Vrindavan Dham; y de esos pocos, quizá uno solo se queda aspirando a ser como ellos... Estas palabras llegaron a conmoverme tanto que recordé finalmente mi loco día aquel, frente al mar... En ese momento comprendí que efectivamente fuera de Sri Vrindavan Dham ya no vale la pena vivir... Y desde ese día sólo he querido vivir aspirando ser un simple sirviente del sirviente del sirviente de los Sadhus...
No te asombres si luego me ves vestido en forma diferente o si me llaman con mi nombre de Iniciado... Aunque en realidad, como te digo, no soy más que un loco aspirante que quiere ir hacia el Infinito, hacia Dios... pero eso si, muy protegido por la asociación de estas grandes Almas, Sabios, Santos o Sadhus...
Bueno, ya estamos llegando... Que alegría me da que hayas venido conmigo... Bienvenido a la Ciudad de los Sadhus y espero que lo disfrutes enormemente... Desde este momento deben desaparecer todas tus tendencias mundanas y tu mente debe prepararse para comprender estas Grandes Verdades Eternas. De la misma manera que abrimos las puertas y ventanas de una habitación para que entre el aire y la luz a una habitación, así mismo debemos dejar la mente abierta para que entre la Divina Shakti o la Energía Divina de la Suprema Personalidad de Dios!
¡Bienvenido a Sri Vrindavan Dham!
¡Viaja con nosotros al Centro del Infinito!
Pero...
¡Aún no me has preguntado cuáles son los Santos Nombres de Dios!
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