Dulce primavera por fin has llegado,
contigo volvieron jazmines y rosas,
también golondrinas y bellos jilgueros.
Gracias Dios mío por brindarnos estas cosas.
Alegre, templado, límpido, diáfano,
el sol regresa con su rostro dorado,
contento nos mira desde el alto cielo.
La máscara gris ya se ha despojado.
Los días oscuros por fin se nos fueron,
regresa la luz, las ramas y los nidos,
los árboles cubren de verde sus “huesos”,
los trajes nuevos que, ¡el Sastre a entregado!.
Se hacen rivales las damas y flores,
y ellas compiten con mucha dulzura,
en este torneo ganamos los hombres,
porque gozamos con tanta hermosura.
Tu alma se acerca a mi corazón
sintiendo que vibro al verte más linda,
por eso os digo que en esta estación
florece el amor, renace la vida.
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