A 25 años del mundial de fútbol Argentina 1978.

Cuando la selección Argentina encabezada por Daniel Passarella entro al gigante de arroyito, el estadio exploto en gritos y papelitos que caían de los cuatro costados, la Argentina enfrentaba a Perú en una de las 2 finales que debió superar en este torneo, pues de no propinarle una verdadera goleada al conjunto liderado por Cubillas la selección quedaría fuera de su propio mundial. Kempes, Luque, Tarantini y Houseman fueron los encargados por hacer delirar por completo al país, y de devolverle el alma al cuerpo a la junta militar que gobernaba desde 1976 nuestro país; Argentina se impuso a su rival de manera muy sencilla, y con un sospechoso 6-0 ganó el derecho de disputar la final. Después lo que ya todos conocen: los goles de Kempes, el pelotazo en el palo (que hubiera pasado si entraba?), las lagrimas de Passarella con la copa en manos, y el festejo de todos o al menos de muchos.
El golpe militar que derroco a María estela Martínez de Perón en 1976, comenzó en 1978 una fase decisiva de lo que fue denominado ”La solución final”, que consistía en su eternización en el poder y la domesticación definitiva de la sociedad. El mundial de fútbol y su conquista se convertía así en el primero de tres objetivos a conseguir para lograr su meta; de los otros dos, uno quedo trunco por la intervención del Papa (que de no ser así estaríamos lamentando un injustificado conflicto con el país trasandino) y el tercero fue su propia lapida: el conflicto armado con Gran Bretaña por las islas Malvinas, que marco el fin de este lamentable proceso histórico.
Cuando la junta decidió confirmar la realización del mundial supo que este podría serle funcional, y para que esto ocurriese no había que diagramar un plan complejo; el engaño y la propaganda política ya tenían sus precedentes en los Juegos Olímpicos de 1936 en la Alemania de Hittler.
La dictadura militar utilizo al mundial de fútbol para afianzar su proyecto hegemónico y acecino, en donde se mostraba una Argentina joven, donde la gente era feliz; y como esto no formaba parte de la realidad Videla necesito contratar a la consultora Burson y Masteller con el fin de contrarrestar a la campaña antiargentina que denunciaba las violaciones de los derechos humanos. Detrás de esta campaña Francia y Holanda encabezaron la lucha hasta tal punto que crearon el COBA (comité organizador de boicot a la Argentina), que junto con los periodista del exterior que viajaron a cubrir el mundial fueron los que principal apoyo dieron a las madres de plaza de Mayo, a tal punto que las madre lograron que les donaran un lugar para desarrollar su agrupación (realizada por el primer ministro holandés).
Pero el régimen militar y el mundial de fútbol no tenía su contra solo en el exterior, ya que la agrupación montoneros era una amenaza constante y su irrupción en los estadios fue esperada por muchos, sin embargo el mundial de fútbol se desarrollo en un clima de paz, y las amenazas de boicot quedaron en el olvido una vez encaminado el mundial.
Mientras la junta militar se esforzaba por mostrar este país libre y ordenado, el mundo no pensaba solo en boicots y fútbol, y así como en la Argentina los días transcurrían acompañados del sonido de la radio AM., en Alemania moría el popular escarabajo de la Volkswagen, en Inglaterra nacía el primer bebé de probeta, en Italia se legalizaba el aborto, al mismo tiempo que sucumbían las primeras víctimas del sida, una maldición que todavía no se llamaba así. Los Estados Unidos se comprometían a devolver a Panamá el canal usurpado a principios de siglo, y fuentes bien informadas de Miami anunciaban la inminente caída de Fidel Castro, que iba a desplomarse en cuestión de horas. Y mientras todas estos acontecimientos transcurrian en el mundo entero, en el estadio monumental de Núñez los gritos delirantes de los argentinos festejaban su mundial, pero también existían otros gritos argentinos, gritos que desde la oscuridad querían hacerse escuchar y que muy pocos quisieron o pudieron ver; a metros nomás podían oírse en la ESMA; cuando algunos pensaban en si la pelota entraba o pegaba en el palo otros solo pensaban en vivir o morir.
Se lograba así el cometido de la junta militar, se construía un país moribundo y torturado detrás de otro enérgico y victorioso; de poco le serviría esto si pensamos en su fin ultimo de perpetuarse en el poder, pues los desatinos más tarde provocados en Malvinas echarían atrás todo el morboso plan, sin embargo no se puede ocultar que a trabes del mundial la Argentina quedó presentada como un país donde el orden era reinante y los derechos humanos eran respetados. “Por fin el mundo puede ver la verdadera imagen de la Argentina”, celebró el presidente de la FIFA (Joao Havelange) ante las cámaras de la televisión.
Henry Kissinger, invitado especial, anunció: “Este país tiene un gran futuro a todo nivel.”
Y el capitán del equipo alemán, Berti Vogts, que dio la patada inicial, declaró unos días después: “Argentina es un país donde reina el orden. Yo no he visto a ningún preso político.”
Hoy a 25 años de este acontecimiento todavía quedan dudas sobre el logro deportivo, sin dudas ese plantel contaba con la categoría suficiente como para imponerse dentro del campo de juego, y aunque nunca se escucharon denuncias de fraude era tanto lo que se jugaba la junta militar y tanto el poder que tenía que no es desopilante creer en algún tipo de ayuda extra deportiva.
Los jugadores que integraron el plantel campeón, tienen el orgullo de ser considerados lo héroes de dicha conquista, mas aun si se considera que era la primera vez que el fútbol criollo conseguía un logro tan importante, sin embargo esta conquista se ve empalidecida por el contexto histórico, que plantea una serie de dudas sobre la legitimidad del su obtención y estos deben pagar el precio de estar a la sombra de ser indirectamente funcionales al periodo de masacre y represión mas triste de nuestra historia. De esta manera se desarrollo un periodo en el que se jugaba al fútbol mejor de lo que se vivía, y en el que esto provoco una entendible fiesta de muchos, pero jamás de todos.





Bibliografía:
· El libro de oro del mundial, Clarín, 1998.
· Campeones del mundo “héroes”, Diario deportivo OLE, 25/6/2003.
· Historia del fútbol Argentino, Diario LA NACIÓN, 1994.
· Un país detrás de otro país, Página: www.palalbedrio.com.ar N” 4.
· El país detrás del mundial, Página: www.canaltrans.com/deportes