Espadas, heridos, sangre, mutilados, dolor, horror, dolor...
Que lejos se esta aquí de la grandeza supuesta de las batallas, se decía ibrahim para si mismo.
Se ajustaba la cimitarra a la funda, previamente limpiada de la sangre de cristianos, y se encamino de vuelta a Jerusalén, su amada ciudad.
Las estrechas calles le dieron una dulce sensación de seguridad, incluso estando a punto de morir, o ver camaradas muertos en lo que el sabia, no era la ultima batalla.
Y así es como ibrahim llego a casa, su pequeña habitación de blancas paredes enclavada cerca de uno de los muros, tan sencilla y calida como siempre.
Al entrar su esposa se abalanza sobre el, rompe en un llanto de angustia contenida, de miedo, de alivio, su amado esposo regresaba, una vez mas escapo de las garras de la muerte, de la tan ansiada muerte por la fe.
ansiada pero no para ella, prefería a su esposo en la casa, con sus pequeños hijos, que allá afuera, llenándose de la breve y esquiva gloria del combate, lo prefería junto a ella trabajando su pequeña tienda a perderlo muriendo como el héroe que se supone es todo soldado.
Cuan falso era todo aquello.
ibrahim no odiaba a los cristianos, pero sabia que muchos otros árabes si lo hacían, que esto estaba muy lejos de terminar.
ibrahim abrió los ojos...
La pequeña casa de paredes blancas dio paso a las frías paredes grises del hospital de campaña en jenin, su pequeño pueblito.
Hasta hace 3 días jugaba a diario con sus pequeños, besaba a su mujer, se sentía un hombre de bien y de paz.
Pero un ejército llego y lo cambio todo
Una bandera blanca y azul llegaba de improviso, recordaba de su abuelo, y se convertiría en el yugo que deberían soportar por largos años.
Miles morirían
Millones llorarían
NADIE HARIA NADA POR EVITARLO.
Y nadie lo hizo
Y la intimada estallo
Y termino con miles
Y la segunda llego
Y se llevo a los hijos de ibrahim
Intimada o judíos???..Quien fue…?
Nadie ni el sabe
Pero como los otros sobrevivientes sabe, que lo acaba de perder todo.
Solo por ser árabe, solo por rezarle a Alá.
Los recuerdos comienzan a venir a su mente, el segundo antes de que empezara todo, el abrazaba a su hija menor, y era contemplado por su esposa, que había conseguido alimentos para la semana con el escaso dinero que le pagaban por su trabajo, escaso dinero que el consideraba suficiente, otorgado por un judío amigo, como muchos judíos amigos que solidarizaban con los árabes y le tendían una silenciosa mano.
Había visto miles de cosas en ese breve instante, su casa, sin atavíos, pero digna y firme, su amada familia, sus queridos vecinos, su banderita palestina que adornaba una mesita de estar, el cuadro de yasser que se distinguía como sangre en la nieve.
Y ve rápido el infierno, la explosión, gritos, soldados enfurecidos disparando a matar... ¿que pasa??? Que hemos echo?? Se grita a si mismo
Pero el lamento de nada sirve
Todo esta echo.
Ibrahim lo ha perdido todo
Solo su pequeña hija menor se salvo de la devacle por estar en sus brazos
Solo aquel inocente pedacito de alegría le impidió unirse a la larga lista de suicidas voluntarios, quienes por no tener nada deciden morir de forma digna, diferente, gloriosa, suicida, o como queráis llamarle.
Vengarse al fin y al cabo
Y serian inocentes judíos quienes ahora sufrirían, pequeños, mujeres, hombres
Y mas sangre agrandaría el rió
Y más odio y muerte
Todo por no querer sentarse y hablar.
Quise relatar de un modo especial lo que sentí al leer testimonios de padres que perdían a sus niños, de niños que quedaban huérfanos, unirme al dolor palestino, pero no olvidar a aquellos nobles judíos que saben que es justo, y que no engendran odio en sus almas.
A todos ellos hermanos árabes, judíos conscientes, esta dedicado esto.
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