Inicio / Cuenteros Locales / Borarje / Que nada te impida disfrutar esta noche
Fugaz ráfaga de aromas allanó mis fosas nasales; deliciosos efluvios del estragón, del tomillo, de pimienta recién molida invadieron mis sentidos, y enseguida produjeron las más agradables sensaciones que a ser humano pueden regocijar (después de los deleites que produce una buena sesión de sexo, desde luego). Había tenido una tarde muy pesada en la oficina, pero ahora, al retornar a casa, todo indicaba que las cosas iban a cambiar. La música sonaba muy tenue, música de cuerdas, cuerdas del barroco para hechizar al través del oído. Unas cuantas luces indirectas apenas permitían mirar el entorno para no tropezar, y dos vacilantes flamas bailoteaban en lo alto de sus respectivas velas colocadas en el centro de la mesa; la mesa, decorada con vajilla de porcelana y filos de oro, además de los cubiertos de plata que sólo usamos en las grandes ocasiones. Entre la penumbra la descubrí a ella, hermosa, de cuerpo espigado, entallado; en un vestido largo color champagne de gran escote, collar de perlas rodeando su delicado cuello, y su larga cabellera resbalando libre por sus hombros.
Recordé entonces que los niños habían ido de campamento con los scouts... ¡pero claro, si sólo había dos servicios dispuestos sobre la mesa!
La recibí en mis brazos, y mientras uníamos nuestros cuerpos alcancé a percibir su voz --Relájate --me decía sensual --que nada te impida disfrutar de esta noche.
Me encaminé hacia la cava, extraje un Beaujolais Villages de Georges Duboeuf, 1999, tierno aroma de frutas rojas, apetitoso, ligero y muy afrutado. Descorché la botella para darle su tiempo de respiración. Y mientras, subí a vestirme a tono para tan grande ocasión.
Cuando regresé a la mesa todo estaba listo para cenar; entrecotes marchand de vin con su guarnición de patatas delicadamente picadas a las hierbas finas. Un deleite para el olfato y no menos para la vista. Pero antes de someterlo al juicio del gusto, a servir el vino: transparente, rojo brillante y plagado de matices, con mucho cuerpo. Agitar suavemente la copa para liberar mejor sus aromas, percibirlos mediante aspiraciones breves, nunca profundas. Darle tiempo en el paladar para ir descubriendo cada una de sus cualidades.
Después, todos los sentidos puestos en la carne; grueso trozo de dorados matices. Cortar suavemente, apenas deslizando el cuchillo para ir captando en el olfato los efluvios que despide desde sus entrañas, y a punto del éxtasis, llevar el bocado al paladar para arrancarle todos sus jugos, todo su sabor... masticar lentamente, 20 veces antes de tragar. Fue entonces cuando ocurrió:
--¡Mierda! ¡maldita sea!
Y mi lengua sangrante, inflamada en torno a la mordida, acabó con la magia de aquella noche.
Desde Cancún, en la costa mexicana del Caribe
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Texto agregado el 13-04-2005, y leído por 415
visitantes. (10 votos)
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Lectores Opinan |
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05-03-2007 |
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Jajajaja... Buenísimo. Maravillosa forma de describir. Julio, eres un GENIO. Me ha encantado... y me he reido mucho porque te juro que no me esperaba semejante final... Todas, absolutamente todas, mis estrellas para ti. "ERES LA BOMBA"... ennag |
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08-07-2006 |
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Me gustó demasiado la descripción, todo el ambiente que describiste era soñado.
Tmbién pensé que eras un buen conocedor del vino, ya que yo no entiendo de eso, le dí mucha importancia.Siempre escucho a las personas que hablan de él como algo muy exquisito, y yo, ignorante en ese a´pecto, lo detesto.
Bueno, lo de la lengua suele suceder,siempre que a alguién le sucede eso, tengo la misma frase, y la repito,¿te das cuenta que no podemos confiar ni en nuestros dientes?, pero es solo una frase jaja.
Bello lo que escribes y como lo haces.
Besitos Victoria.***** 6236013 |
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07-07-2006 |
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te boicoteaste, o no estas muy decidido a disfrutar?porque cuando eso sucede,no hay quien pueda impedirlo***** monica-escritora-erootica |
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06-01-2006 |
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Todo era preciso, a tono, y bien desplegado, verdaderamente para que nada impida de su disfrute... pero ciertas magias, suelen darse vuelta, como el final de este relato, por cierto, hasta un tanto cómico.. Buena Vida! *'s olilu |
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28-12-2005 |
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Me haz hecho reir con el final....bien! Finch |
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17-11-2005 |
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vaya, me había metido tanto en la situación de la cena, casi paladeaba el vino y la carne... tanto que casi me dolió como a ti el contratiempo final. Excelente ambientación. Saludos luna-lunera |
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08-05-2005 |
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<me encantó el final, asolutamente inesperado. Son los cuentos que me gusta narrar-soy narradora antes que escritora -y tu cuento me gustó a rabiar! merche |
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02-05-2005 |
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Genial la descripción , maravillosa, y el final contundente***** india |
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17-04-2005 |
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¡Cuánto me alegro de que hayas desperezado tu pluma, despertando a las letras! Tienes un estilo genuíno; estilo Borarje. Desde el título, los entremeses y el postre. Así es: cuando uno se muerde la lengua, se acabó la magia ¡Bárbaro! Y ahora te dejo: dos orejas, el rabo y... ¡5 vueltas al ruedo! Besos. maravillas |
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17-04-2005 |
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Desgarradora fuerza en tus palabras. La descripción inicial preludia algo especial y la música da pie a pensar en una noche mágica. Desde que los dos amantes se acercan, toda la narración es una metáfora. Bajo el subterfugio de la cena de lujo se está desarrollando toda una noche pasional. Excepcional y mis estrellas. Ruth |
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