Pongo la tele y todo lo que dan me aburre. Cambio de canal, y vuelvo a cambiar. Pongo el teletexto. Todo es igual de aburrido, y va a seguir siendolo. De repente, todos los videos que grabé en alguna ocasión y todos los que compré, me parecen siemplemente trozos de plástico enrollado. Todos son aburridisimos, no tengo ganas de verlos. Voy a mi refugio eterno, mi ordenador. Lo pongo en marcha pero no hay nada en particular que tenga ganas de hacer con él. Entonces para qué lo enciendo? Y si pruebo con internet? Internet está mas aburrido que nunca, no tengo ganas de visitar ninguna página, todas son el hastío en HTML. Java, javascript, CGI's, Perl, ASP, PHP, Flash, Shockwave, applets, sockets...todo parece confabulado para que apague la máquina. Todo es aburrido, no tengo ganas. Así que hago un viaje del ocio desde un lado al otro: voy a por los libros. Mi biblioteca parece estar llena de hojas impresas, con carácteres deliberadamente repartidos para provocarme arcadas de sopor, tan sólo leyendo los títulos: ni J.J.Benitez, ni Frederick Forsyth. Proust me agobia, Umberto Eco casi me hace girar la cabeza y Shakespeare...sólo su nombre me marea. Harry Turtledove, Francis Crick, Tolkien y Michael Ende se me antojan pesadísimos, mientras que Blasco Ibañez, Machado, Neruda, Cervantes y Mercé Rodoreda me provocan fuertes jaquecas. Me dirijo a los cómics que tengo amontonados en un rincón: Marvel me parece más facha que nunca, y me asquea la idea de leer una sóla historieta de Mortadelo y Filemón. Me doy cuenta de lo mucho que siempre he odiado a los heroes de DC, y Superlópez me transmite sólo con sus portadas el nihilismo en forma de dibujitos.
Voy a la cocina, y he abierto quince mil pares seguidas la nevera, pero aún sigo haciendolo, sólo para revisar de forma mecánica todo el interior y volver a confirmar que no hay nada que me apetezca comer. No quiero legumbres, no quiero cereales. No quiero ni verduras ni productos animales. No quiero chocolate, no puedo beber leche, no quiero ni refrescos ni molusco en escabeche.
Al fin y al cabo...hoy estoy con ella, y todo lo demás me sobra.
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