A veces la soledad se empeña en hacerme guardiana de sus horas.
Es allí donde el refugio único de mi existencia se empapa de las
pocas imágenes que tengo de vos…Imagino tu cuerpo delgado
tendido a los pies de mis ansias, te veo tan orgulloso de tu boca
que habla sin moverse, y quedo presa de tus ojos que me miran
sin motivos especiales.
Veo como tus ideas vuelan por ese inmenso mar de hierba que
sueñas lleno de potentes músculos que se enganchan a tu piel.
El vacio…me despierto de esta pálida ensoñación al
descubrir que no puedo imaginar tu olor…tus olores cotidianos
que desconozco y me entristece verte tan presente en mis días y
tan ausente en las esquinas de mi gastado cuerpo, cansado de
amores vanos, de tontas esperas…pero vos…de eso nada sabes ni
imaginas…tu vida corta en temores hace que sonrías y solo
evocando esas pocas imágenes que guardo de vos logro salirme
de mi guardia, bajo el arma con la que le hago frente a mis horas
y veo como desapareces de a poco…despacio…y te dejo ir.
Comprendo al fin que nada podes hacer por este antiguo deseo de
poseer todo aquello que me amarra a mi tierra, la tuya…la nuestra
y veo al fin claramente que solo es eso lo que me ata a tu alma.
Texto agregado el 10-04-2005, y leído por 132
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Lectores Opinan
04-05-2007
Se me ha hecho algo que parece un nudo en la garganta, será por que me son familiares esas sensaciones y las vi descritas acá. 5* y mas. Mayté VACYA
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