Un regalo para Elisa
Elisa, pedacito de luna, quiero hacerte un regalo, olvida la caja con estrellas atrapadas, olvida los ovinos, los porcinos, y todo tu zoológico, no intentes adivinarme el pensamiento, de nada te servirá, ni leas en mis ojos señales de dinero, que no se trata de algo que compré en oferta, ni es vestido ni es chaqueta, es algo que nadie te va a regalar, si ya sé que no te darás por vencida, que te encantan los regalos y este lo hice con mis manos, y debo confesarte que me ha llevado años, tremenda labor, no... no es el amante perfecto, ni el esposo ideal, mucho menos es quien piensas, que no sabes que ese sería un castigo y no un regalo, tener un hombre a lado, te partiría el corazón, y después quien me va a querer como tú, hermanita mía, estamos tan solas y tan rodeadas, por verdugos y por santos, que tanto tiempo he tenido que abrirme paso para llegar a ti. No hurgues en mis cosas, que ahí no esta escondido, me tomas por tacaña, pensando que es un obsequio menudo envuelto en oropel, no son anillos, ni pendientes, ni brazaletes de diamantes, no seas impaciente que pronto lo verás.
Es un planeta chiquitito, que yo misma decoré y que el Principito me suplicó vivir en el, es una burbujita graciosa para que vivamos las dos, mira he juntado girasoles, mariposas de colores y unos rayitos de sol, árboles manzanos, dos caballos pura sangre, y muchos litros de mar, el mejor de los atardeceres, y algunas estrellitas prontas a aparecer después acompañando al pedacito de Dione que hurté, los he ordenado alegremente junto a la tibia arena donde tendimos nuestros cuerpos y desalojamos pensamientos, debo advertirte que la arena trajo cangrejitos, pues me dijeron que se sentirían solos sin poder jugar con nuestros pies. Ahí estaremos libres y tranquilas, pues no hay espacio para alguien más. |