Ahogas tu mirada firme en un pensamiento congelado; no bajas la mirada, pero tampoco miras y si lo haces nadie te ve. Sólo yo contemplo este acto y aunque puedo describir perfectamente lo que veo no logro entender por qué miras si no sueñas...por qué miras si no me quieres...por qué miras si sabes que yo te miro de otra forma.
Prefiero seguir caminando como siempre a paso corto y rápido, pero esta vez con la cabeza baja. Por más que trato de no cuestionarme, los nudos llegan a mi mente más rápido que los latidos de mi corazón.
Es un día raro. El arcoirirs que se asoma entre las nubes me lleva a pensar en que no todo está perdido. Creo saber cuál es el problema...esas mariposas del principio comienzan a perder su vitalidad, ya que el otoño amenaza día a día con matarlas y cambiarlas por cosquilleos irremediables. Un hombre me miró con cara de entenderme, pero en el fondo nadie lo hace, ya nadie lo hará, ya nadie me amará ya a nadie amaré...he llegado a pensar que el amor es una obsesión mal lograda.
Llega la noche, caigo en mi cama, me asesino por un día y revivo por el otro. Así transcurren mis andanzas y momentos...así me ganan mis impulsos y mis frustraciones...sigo caminando.