Tú... Qué infiernos sabes lo que es llorar?
Tú... Qué demonios sabes lo que es sufrir?
Tú... Qué centellas sabes lo que es amar?
Tú...uf! hombre maldito que te mantienes en tu orgullo y no te detienes a mirar.
Tú que solo conoces de hacer sufrir que no has querido a nadie.
Y ni se si verdaderamente, a ti te hayan amado antes.
Quizas una ilusa se haya enredado en tu maraña de hipocresías; mentiras, de maldades.
Esa... fui yo!
Tú... engreido, vanidoso que me derumbas cada día y me lanzas a un maldito laberinto.
Cobarde! Cobarde!
Por qué si estas junto a mi, aquí a mi lado recibiendo mis caricias, mi ternura, mi pasión te atreves decir que no me amas?
Yo... que te entrego cariño por doquier.
Yo... la que siempre te espero!
Ja! Que tonta soy!
Insensato! si tú, no reconoces que sólo a tí, a tí es quien amo.
Puedes irte, puedes quedarte con ella... ó largate al lugar donde no debiste haber salido... nunca.
Quédate ahí, ahí donde mereces. Nunca debí entregar tan grande amor, único, último y verdadero a alguien como tú tan insencible, tan repleto de egosimo, de rencores, de vanidad y solo fijado en ti.
Maldito! debiste haber nacido mujer para yo ser la fuerza de tus lágrimas.
Ja! mejor digo, tu infierno.
Aun asi, Te Amo maldito hombre.
Lumaris C. Chico
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