SUCEDE QUE ME CANSO DE SER HOMBRE


Sucede que cuando mejor me siento salen a flote todas las inmundicias con las que se que no puedo vivir ¿ó si ?. Estoy tan acostumbrado, esa es la peor parte dejar que las cosas que me hartan se vuelvan habituales en mi vida, de manera que con el tiempo ya ni me pongo a pensar en ellas. ¿Qué era lo que me molestaba ?

Sucede que esta mañana sentí de nuevo en mi corazón que ya estaba cansado de las mismas formalidades con las que vivo mi vida. Esto era una interiorización, un momento claro para pensar en todo lo que había sido mi vida ahora que empezaba a descubrir que algunas veces sucede, que me canso de ser hombre.

Sucede que para no demostrar mi verdadero afecto hacia los demás, mis padres me enseñaron que los varones no lloran, no juegan con muñecas, ni ven novelas ; y entonces yo me pregunto qué voy hacer cuando alguno de los dos se vaya, qué le voy a decir a mi pequeño hijo cuando el pregunte por qué en el mundo los hombres se matan entre si, como voy a abrazarlo y hacer que descargue toda su furia sin violencia cuando él se de cuenta que la vida es cada vez más dura, alguien podría pensar que somos afeminados...Como me cansa pensar que no me enseñaron a ser un verdadero hombre.

Sucede que mientras fui creciendo, pasando de niño a adolescente, muchas personas se encargaron de hacerme entender que hay verdades que no se le dicen a todo el mundo, que para que los demás me aceptaran debía siempre comportarme como a ellos les parecía y no como yo me sentía mejor ; y entonces yo me pregunto como harán todas esas personas para confiar en mí, si ellos mismos me enseñaron a engañar, como voy a enseñarle a esa pequeña vida que depende de la mía la importancia de ser siempre uno mismo... Como me cansa que las personas no se den cuenta del invaluable tesoro que se guarda en la sinceridad del hombre como ser único e irremplazable.

Sucede que ya estando mayor mis amigos se empeñaron en convencerme que el más macho era aquel que pudiera llevar a la cama la mayor cantidad de niñas desubicadas, que la mejor forma de hacerme popular era divulgar a los cuatro vientos todas mis experiencias sexuales, sin importar que en estas fantasías arrastrara con la dignidad de alguna mujer, que para ser todo un conquistador debía consumir grandes cantidades de alcohol y que en tiempos de guerra todo hueco es trinchera. Entonces yo vuelvo y me pregunto donde quedaron los sentimientos, donde se encuentra el valor de la privacidad y del respeto mutuo, como voy a darme a conocer al mundo, como voy a enfrentar a la mujer que amo diciéndole que es afortunada por tener a un macho como yo, como le voy a explicar a mi pequeño Santiago que lo más preciado es la vida y que debe guardarse siempre intacto para cuando llegue el verdadero amor... Como me cansa que nos hayan hecho solo machos reproductores y no ardientes hombres enamorados de la vida.

Sucede que he buscado a Dios en todos los momentos de mi vida, sobre todo cuando la situación ha sido más desafortunada, cuando veo en la tele a los niños indefensos que mueren de hambre, cuando encuentro a un mendigo en la puerta de mi casa... Y es entonces cuando me pregunto si él en verdad existe, si su poder es tan magnánimo como opinan los demás... Como me cansa que aún teniendo en mi cama un milagro del Señor, yo sea un hombre sin fe.


LEGNA