Debiste recoger cuantas estrellas posaron en tus manos
no aguardar a que una de ellas te ofreciera su luz.
El tiempo es egoísta y, a veces, algo mundano...
Las manos apretadas no aferran en ti la cruz.
Tus ojos en el cielo se han perdido musitando
la triste agonía que infinito ha de clamar...
quien clama por más vida se olvida que está vivo
quien clama fantasías nunca supo como soñar.
El orbe está ahogándote en el mar de sus palabras
y tú sigues remando sin avanzar hacia el por qué...
El recuerdo que hoy tienes cuida que eleve la esperanza
hacia el mundo más perfecto que ilumina el gran querer.
No olvides que en el vientre concebido del misterio
tú sellaste con tu vida el destino y el perdón:
al creer que tú eras todo, olvidaste el sentimiento;
los sentimientos se engendraron para abrir una ilusión.
Las plegarias y promesas que tú lanzas al espacio
no han libado de tu alma lo que tienes para dar...
si quieres encontrarte, búscate a ti mismo;
aferrate a la cruz; no mires a quién le das.
Texto agregado el 09-04-2005, y leído por 237
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Lectores Opinan
25-04-2005
me encantó! gracias por traer obras tan lindas...y los hermosos mensajes q comunicas, mis 5 *s, abrazos... valeria15
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