Natalia caminaba por la playa junto a su madre , iban tomadas de la mano,dejando de lado la vida diaria .
Teresa plasmó su cuerpo en la arena e invitó a su hija , pero ella quedó parada y aunque era inminente empezó a caminar sola ,desapareciendo en la inmensidad.
Al abrir sus ojos que dormitaban en el regazo de la arena , no estaba su niña.
Donde andaría su hija , habrá ido a la ciudad para comprar algunas cosas ,tal vez a caminar más allá.
Su madre volvió al rato a la casa y llamó a la policía :
-tengo una hija adolescente que hace varias horas desapareció y no avisó dónde iba .
El policía contestó :
-Mire señora su hija es joven, a veces son impredecibles , espere hasta la noche para llamar de nuevo , igual no se preocupe, ya tomamos la denuncia y los datos de su hija.
La noche asomaba su presencia , los llantos derramaban los ojos de Teresa ,recordaba a su pequeña,todo hizo por ella para verla feliz, para enseñarle de la vida, para que nada le falte; y ya no está, sin explicación alguna como si fuera una desgracia.Tragedia.
Al llamar,la policía no sabía nada no había novedades .
Teresa miraba por la ventana, esas vacaciones se prolongaron por más de siete meses .
Era la compañía más valiosa y la había perdido como a la vida, como a la gloria .
Siempre Teresa iba a la comisaría, recorría las playas, las calles, los alrededores.
De repente divisó a una chica castaña de cabellos largos, como su Natalia; su estatura, así delgada, así de hermosa .
Al correr al encuentro y acercarse sus brazos se alzaron con estripor doblando hacia su rostro el cuerpo de esa niña, cara con cara y sus ojos asombrados de reproches pedían perdón y lamentaban que se tratase de otra persona .
La casa parecía gris, el sol apenas perceptible, silencios, dolor que disimulaba y aguardaba una posible respuesta.
Recordó que debía revisar el correo.
Sorpresivamente al tomar las cartas solo una quedó en sus alegres manos, había llegado milagrosamente una carta de su hija.-Querida madre, estoy bien no te preocupes que ya tengo la mayoría de edad, estoy bien con mi novio en su barco, recorriendo países perdida en el océano, no te lamentes, soy feliz y estoy alegre, ahora que ya soy mayor te escribí, nada de esto se puede evitar, soy libre.No puedo decir cuando volveremos a reencontrarnos, porque soy viajante, por naturaleza, tu disfruta querida madre de tu libertad, de ti misma, lo tienes todo, y también, y no llores tanto mami : mi alegría , mi amor .
Y Teresa abrazó la nota, como si se tratase de Natalia, y el alma le volvió al cuerpo y miró por la ventana con esperanza y caminó por la vida viviendo el hoy ,dispuesta a su propia aventura . |