Fuiste mucho más de lo que tú y yo mismo nos imaginamos por lo que aun sigues siendo, todavía fuera de mí, después de todo lo que nunca realmente quisiste en mi vida llegar a ser.

Fuiste, serás y sigues siendo la imagen y ahora el recuerdo, el aroma que me encuentra y el roce que de ti sigo recordando, eres sin quererlo ni saberlo parte de mi porque el olvido no me alcanza para que dejes de ser, o para dejarte ir.

Has sido todo y ya no eres nada, sino la imagen de lo ocurrido al momento que te pienso y no tengo a donde ir, lejos de tu recuerdo, sobrevives en mis sueños volviendo a ser tangible mientras te veo, si no regresas conmigo.

Fuiste porque ya no eres y yo te lo permití, lo que no pensando hiciste marcándome de por vida, y aquí dentro de mi mundo te hice significar con mis necias ideas, y no puedo arrastrarte fuera.

Fuiste ya demasiado y tan poco al nunca haberlo esperado, dando la vuelta dejaste de ser lo que no hubieses deseado ser, convirtiéndote en producto de mis manos al formarte cual trozo de barro, mi derrota más reciente de todas las que hasta el día de hoy tu me has hasta involuntariamente significado.