Te miro y lo siento a flor de piel, eso que al no poder describir expreso como un revoloteo en el estomago y aún con eso no me basta cuando sé y pienso que él esta contigo, no importando si me digo estoico me invaden los celos, como se te ha pasado conmigo una vez al menos, y lo noto en la mirada que no miente mientras venga de tus ojos.

Me provocas esto que hasta hoy ya no controlo, y pensándolo voy cuando nada me has dicho de tu demorada decisión, pero sólo importas tu aunque no lo sepas creer todavía, mientras yo soporto en el silencio que en mi lugar alguien se mantenga y yo voy en serio, entra en este sueño que te espera solo a ti entre tanta gente.

Te miro y nombro porque así lo siento y es por ello que ahora lo digo, mentiría si negara algo de esto y tu eres en este momento lo que espero sigas siendo, siempre y cuando lo quieres y lo decidas, porque nunca podré amarte más allá de donde tu libertad de amarme me lo permita, o de donde tu me dejes entrar, aunque a mí no me llames "amor".

Ya solo me resta esperar que las cosas que siento ahora sean correspondidas, las decisiones tomadas respetando, de tu parte esperando pronto ocurran y en mi favor preferentemente, sin sentirme culpable del frío que hace afuera mientras te sienta lejos.