Como no tratar de recordar aquellos dias, si de repente me viene la idea de que fui feliz. no se muy bien que paso, simplemente recuerdo a ese imbecil relatandome la bella forma de su cuerpo y lo exquisito de su aroma. tarareaba esa estupida cancion y se reia de cada una de sus estupideses. que eran demasiadas. sabes, nunca he soportado a esa gente que se cree con la capacidad de filosofar, no me gusta esa palabra, y nunca en su vida a leido un libro, aparte de esas revistas de bolsillo que ojean a ratos, de esas en la que salen viejas en pelota. saben la primera vez que vi una de esas fue cuando el mono, el mono mani, ese que parecia un poste de luz de lo alto que era, y que aun asi se la dejaba montar de todo el salon; cuando ese llevo una de esas en la que salia una vieja llamada flora, y salia con una planta, que ridiculo. esa fue la primera vez que vi una de esas. pero por que les conte eso, a si ya, ese imbecil me contaba que la habia llevado por alla por esos lados de los balcones donde hay casas muy bonitas, por alla donde hay una loma desde la que se mira todo Pasto, si eso, uno desde alla mira las luces de la ciudad y se imagina lo que la gente estara haciendo. recuerdo que una vez el pablito, en uno de esos viajes en los que continuamente nos embarcabamos, de esos que te ponen a ver las cosas con mas gracia, se eso, de esos, en uno de esos decia que miraba a unos tipos jugando billar como al otro lado de la ciudad, y que despues una vieja se subia a la mesa y ellos la agarraban a tacasos, si es que se dice asi, que mas da.
en fin, a cada palabra que salia de la grotesca boca de ese imbecil, yo sentia como que un calor insoportable subia por toda mi espalda, recorria mi cabeza y se amontonaba en mis puños, asi que miraba al imbecil con una sonrisa, de esas que pone uno cuando va a hacer alguna maldad, y dejaba que termine de contar. recuerdo que a Gabriela le gustaba esa sonrisa, decia que me haci ver muy picaro y eso le gustaba. pero despues ya no le gusto, pensaba que ya no era picaro, sino que esataba lleno de rabia y de malda, que sabe ella. en fin despues conoci a carolina y nada mas importo, con ella no tenia que hacer la sonrisa picara, con ella todo era sonrisas. por eso sentia tanta rabia que el imbecil me estuviera contando esas cosas de ella, no por que me importara, pero si por que me importo.
el imbecil es un tipo como de mi estatura, tiene un cabello opaco y enmarañado, esa palabra siempre me a causado gracia, en fin tiene un cabello muy feo, cosa que no importa mucho, pero es de lo unico que recuerdo de el. miraba al imbecil mientras hablaba y recordaba a gabriela, cuando me dejo, si por que pensaba que era malo, malo ja, que sabe ella de maldad, ella que tiene una sonrisa de angel y no necesita parecer picara, quien lo necesita. miraba al imbecil hablar y sentia que mis puños iban a estallar, escuchaba com describia esos senitos, recuerdo que los tenia pequeños pero muy bien formados, una vez salio a recibirme con una de esas camisetas que no tapan nada, con esa y con la sudadera del colegio, esa sudadera verde, maldita sudadera, fue el mismo dia que hicimos el amor por primera vez, el dia que me dejo. estupida.
en fin, el imbecil este termino de hablar, y me di cuenta que no habia escuchado lo ultimo, no sabia que era lo que habia pasado, por estar pensando en sus senitos y en el dia que me dejo, todo por que la manteca le dijo que yo me habia robado una plata, puta manteca, mentirosa, pero eso ya no importa, que?, a si, no sabia que habia pasado entre el imbecil y carolina, y si le preguntaba?, seria muy masoquista de mi parte?, ah que mas da?. y que paso al final?, atine a preguntar al imbecil preparando mis puños para romperle la jeta. que?, respondio, no me estabas escuchando? (si lo hubiera estado escuchando no le preguntaba, imbecil), no. lo que paso fue que...te vas reir mucho jaja, lo que paso fue que mi mama entro en ese instante y me dijo que ya era hora. hora?, hora de que?, de ir al colegio, habia estado soñando.
IMBECIL. |