Hoy en día en nuestro vasto planeta, con la inmensa variedad de dañinos vicios e intricados complejos que personalmente llamaría los peores inventos del hombre, han existido desde siglos atrás, desde generaciones pasadas, han estado perjudicando todo tipo de sociedades por atrasadas o avanzadas que se encuentre.

La humanidad poco a poco decae gracias a su propia ambición – cegadora de los hombres, que los corrompe – y a los grandes problemas de nuestras incontables urbes, llenas de personas gobernadas por el régimen...

Destacando de muchos otros males que sufre la especie humana encontramos la avaricia, que como en la historia en donde el Rey Midas por haber hecho un favor al rey Dióniso, este le concede una recompensa, Midas guiado por la codicia le pide: Quiero que cuanto yo toque con mis manos se vuelva oro. Concedido su deseo para su desgracia todo lo que alcanzaba a tocar se convertía en metal precioso, en el momento que quiso alimentarse no pudo, arrepentido pidió al dios el remedio y él le mando a lavarse las manos al río Pactolo.

Esta leyenda nos enseña que la ambición es nociva para las personas, porque solamente conduce a un gran daño, insatisfacciones, inconveniencias, y sobre todo la destrucción de uno mismo en diferentes maneras.

De esta peligrosa vía han surgido y desvanecido los grandes imperios en la historia, pero con el afán de continuar con esta farsa – haciendo una analogía con la actualidad – los hombres con fines de lucro han creado diversos “sistemas económicos” en los que destaca principalmente el imperialismo, seguido del capitalismo, ambos ligados estrechamente. Lo malo de estos sistemas es que manipulan a las personas e incluso a naciones de consumir productos que en muchos casos son inútiles, con el propósito de obtener dinero, para cumplir dicho fin se hace propaganda por la televisión – sinónimo de arma violenta -, la radio, periódicos, Internet, revistas, anuncios, volantes, etc, etc, mostrando en muchos de ellos estereotipos ya sea del hombre o de la mujer; y algo peor todavía, sea ha creado una carrera de mercadotecnia. Aunque parezca lo contrario a las empresas les importan el dinero, que se vayan a la fregada los pobres, la gente que no tiene recursos económicos, que carece en la mayoría de los casos de algo que comer, que vestir, o ni siquiera donde vivir. Lamentablemente los que tiene oportunidad de estudiar son educados para seguir ordenes, nunca cuestionar lo que esta establecido, y eso si que es malo, ya que cada vez son menos personas que replican lo estipulado y se dan cuenta de lo malo de los sistemas que se han creado.

Termino con esta frase:
“Mientras existan hombres codiciosos, para nuestra desgracia, siempre van a existir imperios “

I.C.J. 2001