Esta mañana triste, sola y gris
Te ví escondido detrás de un árbol
Jugando a ser el niño invisible imagino.
Hablando solo, y mirando de reojo , buscando
Un solo conocido.
Buscando una luna poeta o tan solo, buscándote a ti mismo.
Viste el cielo brillando, pero temiste y corriste camino al cementerio.
Allí encontraste almas perdidas como la tuya.
Tú las vez, y ellas a tí, con sus ojos penetrantes.
Con su mirada de desilución. Caminaste entre tumbas y viste una especial, con una niña, en blanco y negro, sentada cerca .
Te sentaste a su lado y ella desapareció, tan rápido como leiste tu nombre en esa misma tumba.
Debajo un, "Murió por soledad" no valió mirar.
Ella volvió y con su viento amargo te llevó a un lugar, en el que sus labios fríos tocaron tus dedos, y nuevamente se esfumó.
Apareciste sin espuma cerca a una nueva tumba. Ilusa salía escrito como nombre, y una foto en marco cerca.
La niña decolorada de los suabes labios tenía un nombre.
Y era hermosa, cosa que casi, no notaste al ver su transparencia.
Tus ojos no soportaban haberla perdido, si por pocos segundos eternos había sido tuya.
La mujer de luto que viste años atrás en la muerte de tu madre, venía desde un callejón infernal y te toma de la mano. No puedes resistir y te vas con ella.
No habrá mas niña Ilusa para tí. |